La ola de calor de récord que sufre la península también se nota en el sistema eléctrico. El mes de junio más cálido desde que hay registros acaba de terminar y el consumo de luz en España ha sido un 10,7% superior al del mismo mes del año pasado debido al incremento del uso de aires acondicionados. Es la cifra más alta desde junio de 2018, con 20.322 GWh de demanda eléctrica, una cifra más acorde a un mes de agosto.
Esta situación evidencia la cada vez mayor presión que tendrá que soportar el sistema eléctrico a medida que la emergencia climática castiga a Europa. Los últimos diez años han sido —cada uno de ellos— los más cálidos de los últimos mil siglos y Naciones Unidas anticipa que la situación va a ir a peor de aquí a 2030. El aire acondicionado será no solo un electrodoméstico de confort en las casas de miles de millones de personas, sino un aparato indispensable para reducir la mortalidad por calor. Se estima que cada año mueren medio millón de personas por calor en el mundo.
Mientras se dispara el consumo eléctrico, durante las olas de calor —y en verano en general—, el sistema eléctrico sufre la tormenta perfecta. La generación eólica cae por la falta de viento, mientras que la sequía reduce la capacidad de producir de los embalses. De mayo a junio, la eólica ha pasado de representar el 16,7% al 13,9% del mix, y la hidroeléctrica del 17,2% al 10,4%. Aunque parezca paradójico, los paneles solares son además menos eficientes estos días por la temperatura que alcanza la placa.
Más demanda y menos oferta de fuentes baratas ha provocado un encarecimiento de la luz este mes. José Luis Sancha, profesor de Modelado de Sistemas de Energía en la Universidad Pontificia Comillas, calcula que la factura de junio será cuatro euros más cara que la de mayo para un hogar estándar, siempre que tenga contratada una tarifa regulada de la luz (PVPC). El precio medio de la luz en junio para estos clientes ha sido 133,80 €/MWh, el tercer mes más caro de 2025.
Un análisis publicado la semana pasada en El Periódico de la Energía sobre demanda eléctrica en España y temperaturas muestra una relación muy fuerte entre las dos variables entre el pasado 1 de mayo y el próximo 5 de julio (con cifras provisionales y proyecciones para los días de julio). Los días lectivos con temperaturas medias en la península de 15 a 20 °C registraron un consumo de 600 a 650 GWh de luz, pero cuando los termómetros superan los 25 °C, la demanda crece hasta los 700-750 GWh. Es decir, con cinco grados más de calor, el consumo de energía crece un 15% en el país.
Marta San Román, directora de Afec, la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización, adelanta que este año el sector prevé unas ventas fuertes de climatizadores. "El año pasado el calor llegó mucho más tarde, a finales de julio, y mucha gente optó por aguantar lo que quedaba de verano. Pero este año ha empezado mucho antes y muy fuerte", opina. Oficialmente en 2023 había en España casi 4,5 millones de aparatos de aire acondicionado, aunque una minoría solo se utiliza para calefactar en invierno.
El problema del aumento de la demanda eléctrica en verano no es exclusivo de España. Este martes la luz llegará a costar a las 20.00 horas alrededor de 500 €/MWh en siete países del centro de Europa, entre ellos Alemania y Países Bajos, debido a la ola de calor que está estancada sobre el continente. En España será también cara (115,50 €/MWh), pero muy por debajo. En el centro de Europa el problema es más grave que en la península porque tienen menos energía fotovoltaica para cubrir la carestía y, además, algunas centrales de gas y nucleares han tenido que bajar producción o incluso apagarse porque son incapaces de refrigerarse con el agua de los ríos debido a su elevada temperatura.
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En países muy poblados como la India una situación así provoca directamente apagones masivos como los que llevan sufriendo desde comienzos de mayo. Aunque el calor también amenaza las redes eléctricas de países ricos de Europa y Norteamérica porque provoca la rotura de transformadores eléctricos, y esto puede derivar en apagones locales.
Cecilia Foronda, directora de Energía y Personas en la fundación Ecodes, señala que hace falta una política masiva de aislamiento de viviendas para complementar al uso del aire acondicionado porque la situación va a ir a peor en las próximas décadas. "Además, estamos hablando de un problema de salud pública porque solo la mitad de la población tiene acceso al aire acondicionado, y la cifra se reduce al 20% en el caso de los hogares vulnerables".
La experta añade que en las grandes urbes se suma además el llamado efecto isla de calor —la acumulación de temperatura en el asfalto y el aire caliente que expulsan los aparatos de refrigeración a la calle—, un círculo vicioso que agrava la situación.
La ola de calor de récord que sufre la península también se nota en el sistema eléctrico. El mes de junio más cálido desde que hay registros acaba de terminar y el consumo de luz en España ha sido un 10,7% superior al del mismo mes del año pasado debido al incremento del uso de aires acondicionados. Es la cifra más alta desde junio de 2018, con 20.322 GWh de demanda eléctrica, una cifra más acorde a un mes de agosto.