fracaso en las cifras de reciclaje
El fin del monopolio de Ecoembes no abaratará la recogida de basuras

En julio de 2024, la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC) publicó un duro informe sobre el sector de los residuos de envases en España en el que señalaba que el mercado está completamente monopolizado por Ecoembes, la organización sin ánimo de lucro donde están representados gigantes de la industria como Coca-Cola, Nestlé o los grandes supermercados.
Este lunes, el Ministerio de Transición Ecológica junto con responsables de la CNMC y expertos del sector se han reunido en Madrid para buscar una solución que dé transparencia a este sector opaco e introduzca nueva competencia para mejorar su eficiencia. El Gobierno afirma que hay seis sociedades que ya cuentan con autorizaciones provisionales para empezar a operar y desplazar a Ecoembes en la recogida de envases domésticos, pero todavía hay barreras que dificultan la apertura de este negocio.
En teoría, la entrada de competencia en un mercado sirve para abaratar un servicio, pero en este caso los expertos opinan que los ayuntamientos —y los vecinos— apenas notarán en sus presupuestos la entrada de nuevos operadores en la recogida de residuos urbanos. Aunque Ecoembes cubre el coste de la recogida de envases en los cubos amarillos (plásticos y latas) y azules (papel y cartón), en realidad quien gestiona la recogida, la clasificación y el reciclaje son los ayuntamientos. De manera que, si la competencia consigue arrebatar contratos a Ecoembes en ayuntamientos y comunidades autónomas, pagará más o menos lo mismo que en la actualidad, porque el coste del sistema de recogida y tratamiento de envases no cambiará.
"El impacto para el ciudadano de una mayor competencia en la recogida de residuos será realmente bajo o imperceptible", opina Josep Simó, director del Área de Infraestructuras de la Agencia de Residuos de Cataluña. "En realidad, aproximadamente el 95% del coste de la recogida lo determina el sistema que tenga contratado cada ayuntamiento. Podría abaratarse un poco si la nueva competencia es más eficiente en su organización, o si logra sacar más dinero vendiendo los materiales reciclados, pero el margen es muy pequeño", añade el experto, que participó este lunes en la mesa redonda organizada por la CNMC.
En el informe que publicó el año pasado Competencia, se recogía el caso alemán, que en 2003 decidió abrir las puertas del sector de la recogida de basuras para que entrasen nuevos actores. En una década logró reducir los costes de recogida un 44 %, y los de clasificación y procesamiento un 76 %. En total, según un informe del regulador alemán, lograron un ahorro anual de 1.000 millones de euros para los consumidores.
Pero la estrategia de Alemania no puede trasladarse a España porque allí incorporaron el llamado sistema organizativo, en el que son las empresas de envases las que organizan su recogida (contratan los camiones y costean el tratamiento de los residuos) en lugar de pagar a los ayuntamientos para que lo hagan, como en España (modelo financiero). De esta manera, la competencia entrante en Alemania realizó una recogida y una clasificación de residuos mucho más eficiente, lo que permitió ese ahorro sustancial.
En todo caso, durante el encuentro de este lunes se debatieron otras fórmulas para tratar de abaratar la recogida de basuras, que el año pasado costó a los ayuntamientos españoles 3.947 millones de euros, según calcula la fundación de residuos ENT. Margarita Ruiz, subdirectora general de Residuos del Ministerio para la Transición Ecológica, explicó este lunes que el Gobierno está trabajando con las comunidades autónomas para elaborar acuerdos marco para facilitar la negociación de estas administraciones con Ecoembes y con sus futuros competidores.
Uno de los principales agujeros contables de los ayuntamientos en materia de residuos es que Ecoembes no paga actualmente a los alcaldes el coste real de la recogida de los envases, sino unas cantidades previamente pactadas con los ayuntamientos o las comunidades autónomas. De esta manera, si la recogida se encarece en los siguientes años (los acuerdos duran de media 4,2 años), la diferencia se cubre con los presupuestos municipales. Lo que busca Transición Ecológica es que en esta negociación plurianual entre Ecoembes y las comunidades autónomas y los alcaldes, los funcionarios negocien acuerdos que reflejen el coste real del tratamiento de los envases.
Medidas para facilitar la entrada de competencia
Otro de los asuntos que se discutieron en la jornada fue cómo facilitar la entrada de competencia en la recogida de los envases generados por los hogares, un sector que lleva 25 años dominado por Ecoembes. Salvo en municipios puntuales, esta sociedad es responsable de la recogida de los envases de papel, cartón, aluminio, plástico y vidrio que generan las familias en todo el país. En este sentido, la CNMC insiste en que es imprescindible que empiecen a operar otros rivales para garantizar la eficiencia en el sector.
Las sociedades encargadas de costear la recogida de envases se denominan Scrap (sistemas de responsabilidad ampliada del productor), y son organizaciones que reúnen a las empresas que ponen cada día millones de envases en el mercado (botellas, latas, tetrabriks, cajas…). Como estas compañías están obligadas por ley a hacerse cargo de estos residuos, la función de los Scrap es reclamar a cada fabricante un dinero —en función de su volumen de ventas— para entregárselo anualmente a los ayuntamientos a cambio de la recogida. En este momento, Ecoembes es el único Scrap que opera en España para el tratamiento de envases doméstico, pero el objetivo es que entren nuevos en los próximos años.
Margarita Ruiz, de Transición Ecológica, señaló que el Gobierno ya está trabajando para garantizar la competencia en el sector. "Estamos iniciando el proceso a esa apertura de la competencia. Ya hemos emitido 19 autorizaciones temporales para que empiecen a funcionar nuevos Scrap", dijo este lunes la alto cargo del ministerio. De esas 19 autorizaciones, seis son para sistemas de recogida de envases domésticos, y el resto para envases comerciales e industriales.
Para fomentar la entrada de esta competencia, los representantes de la CNMC pidieron al Gobierno más facilidades para crear un Scrap en España, ya que consideran que se les exigen demasiada documentación. También flexibilizar el proceso que tiene que realizar una empresa que pone plásticos en circulación para cambiar de Scrap, de manera que sea más fácil cambiarse a la competencia. Entre otras cosas, proponen además que cada uno de los Scrap no tenga que negociar con un ayuntamiento o comunidad para operar en ella, lo que puede demorar durante meses su entrada en funcionamiento, sino que puedan suscribirse a convenios previos que tenga esa administración.
"Los Scrap se han dado cuenta de que pueden enterar en el sector doméstico, donde ha existido un monopolio de facto durante los últimos 20 años", señaló Lara Tobías, de la sección de Estudios e Informes de la CNMC. "Esto supone una oportunidad para los productores [de plástico] de elegir qué vehículo que quieren utilizar para cumplir con sus obligaciones y fuerza a los Scrap a ser más atractivos. La duda está en si esta competencia mejorará la gestión de los residuos, porque en España eso recae en los ayuntamientos, no en los Scrap", resumió la analista.