El verano ha comenzado por todo lo alto con una temprana ola de calor a la que van a seguir unos meses más cálidos de lo normal, según la Agencia de Meteorología. Junio ya dejó uno de los mayores consumos de electricidad de la última década en España para este. mes por el abuso del aire acondicionado. Y el número de aparatos de refrigeración no para de subir. Ante esta situación, muchas familias se preguntan estos días si se pueden permitir refrigerar su casa durante dos meses más y si interesa incluso tener el aire toda la noche encendido.
Calcular el coste del aire acondicionado puede parecer complejo porque tiene diferentes variables, pero en realidad solo debes conocer tres cifras: la potencia que tiene el aparato (en vatios W), el coste de la electricidad (en céntimos/kWh) en el momento de uso y las horas que permanece encendido. Para facilitar las cosas, puedes utilizar webs como esta donde introduces los tres valores y te devuelven el coste final.
Si prefieres hacer el cálculo por tu cuenta, puedes apoyarte en una calculadora e introducir lo siguiente:
Consumo en kWh = Potencia (W) × Horas de uso / 1000.
Coste del AC = Consumo en kWh × Precio de la luz (céntimos/kWh)
Por ejemplo, si tienes un aire acondicionado con una potencia de 2,6 kilovatios, y lo enciendes durante tres horas, a un precio redondeado de 12 c/kWh, el cálculo quedaría así:
2.600 W × 3 horas / 1.000 = 7,8 kWh
7,8 kWh × 12 céntimos/kWh = 93 céntimos por tres horas de uso
Si ahora quiero calcularlo para toda la noche, tomando por ejemplo ese precio de 12 c/kWh durante ocho horas, el coste subiría a 2,50 euros la noche.
¿De dónde saco cada una de esas cifras?
La potencia del electrodoméstico puedes encontrarla en la etiqueta energética del aire acondicionado. Aquí abajo tienes un ejemplo, y en el recuadro rojo hemos subrayado la potencia del aparato y otro número que explicaremos más adelante y que es también importante, el SEER. Hay que tener en cuenta que la potencia del aire que aparece en la etiqueta es a máximo rendimiento, pero si lo ponemos al mínimo consumirá mucho menos.
La potencia del aparato siempre la encontrarás en forma de kilovatios hora (kW). Para pasarlos a vatios (W), multiplica por 1.000.
En el lado derecho de la etiqueta verás unos valores distintos, justo encima del mapa de Europa, y estos corresponden al consumo de electricidad para generar calor, que te vendrá bien conocer en invierno. Si tu etiqueta no lo tiene, es porque la bomba solo expulsa aire frío.
El coste de la electricidad es algo más complejo de encontrar. Si tienes contratada una tarifa a precio cerrado, el conocido como mercado libre, puede que tengas un único precio para la luz las 24 horas, o que se divida en tramos horarios.
Lo mejor es que mires en tu última factura el apartado "consumo de electricidad" o "factura de consumo" o un término similar, y verás tu consumo multiplicado por una cantidad en €/kWh. Ahí tienes el precio de tu tarifa. Recuerda pasar esa cifra a céntimos/kWh, multiplicando por 100, y ten en cuenta que estas cifras no incluyen los impuestos energéticos.
Si por el contrario tienes una tarifa regulada, la conocida como PVPC, el precio de la luz cambia cada hora y tendrás que mirar el precio de la luz de la subasta diaria para saber cuándo es más barato y más caro encender el aire. En esta web puedes encontrarlo. A modo de referencia, el precio de la luz en julio en PVPC ha sido de media 160,70 €/MWh (o 16,70 céntimos/kWh). Estos precios tampoco incluyen impuestos.
Más cosas a tener en cuenta
José Antonio Ferrer, investigador del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), afirma que a la hora de elegir un aparato de aire acondicionado hay que fijarse en la letra de eficiencia, que va de la A+++ (más eficiente), a la D (menos eficiente). "Evidentemente cuanto mayor sea la letra, más caro es el electrodoméstico. Ahí habrá que echar cuentas de qué nos compensa más", añade.
En la etiqueta energética hay otro valor clave, el Ratio de Eficiencia Energética Estacional (SEER, por sus siglas en inglés), y consiste en un número que va del 3 al 9. Cuanto mayor sea, más eficiente es el aparato. "Un SEER situado en 8 indica que por cada kilovatio de electricidad que consume el aire, genera 8 kilovatios térmicos, también llamados frigorías. Es un número importante porque si el SEER es de 4, consumirá cuatro veces más energía para producir el mismo frío que uno de 8", apunta el experto de la Unidad de Eficiencia Energética en la Edificación del Ciemat.
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A la hora de encender el aire, también hay que tener en cuenta otros factores, principalmente el aislamiento de la vivienda. Ferrer explica que el consumo de refrigeración de una casa depende de la letra de eficiencia energética del inmueble. Esta letra se suministra de forma obligatoria al comprar o alquilar una casa y va desde la letra A (más eficiente) a la G (menos eficiente).
"De una casa con letra A a una F podemos estar hablando de diez veces más de consumo de aire acondicionado si está en una zona muy calurosa. Por ejemplo, en Sevilla, una casa A puede consumir 14 kWh por metro cuadrado de refrigeración al año, y una letra F, 60 kWh", apunta el investigador. A un precio medio de la luz de 14 céntimos/kWh, la primera vivienda pagaría al año 115 euros en electricidad, y la segunda 500 euros, según sus cálculos.
Es por ello que antes de aventurarse a comprar el mejor aire acondicionado de la tienda, Ferrer recomienda mejorar el aislamiento de las ventanas o sombrear la casa con toldos, que pueden reducir las necesidades de refrigeración hasta un 20%. También propone utilizar el ventilador siempre que se pueda, que consume fácilmente 70 veces menos que un aparato de aire acondicionado. Si un ventilador estándar puede tener 50 vatios de potencia punta, una bomba de frío moderna puede consumir 3.500 vatios.
El verano ha comenzado por todo lo alto con una temprana ola de calor a la que van a seguir unos meses más cálidos de lo normal, según la Agencia de Meteorología. Junio ya dejó uno de los mayores consumos de electricidad de la última década en España para este. mes por el abuso del aire acondicionado. Y el número de aparatos de refrigeración no para de subir. Ante esta situación, muchas familias se preguntan estos días si se pueden permitir refrigerar su casa durante dos meses más y si interesa incluso tener el aire toda la noche encendido.