Fina Gómez cogió a hurtadillas un camino de tierra este lunes por la mañana porque no podía aguantar más para ver cómo habían quedado su casa y su restaurante tras el dramático incendio declarado el sábado en Yeres, convertido ya en el símbolo de los 13 que han asfixiado este fin de semana el oeste de la provincia de Léon. Y, en un plano más amplio, de los fuegos simultáneos en múltiples puntos que han infligido una presión extraordinaria sobre los medios de extinción en Castilla y León.
“Me colé, es mi casa, tenía que venir a mirar esto. Es un paisaje desolador, es un cuento de terror. En el pueblo hablamos por WhatsApp y esto se veía venir, un Patrimonio Mundial que lleva unos seis años con amagos de incendio por todos lados y no hay una brigada de mantenimiento. Podía pasar una catástrofe en cualquier momento”, cuenta a infoLibre esta vecina de Las Médulas (Carucedo). Este espacio cultural y natural declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1997 es el corazón identitario y turístico de El Bierzo, una de las comarcas más reivindicativas en la denuncia del abandono de la Junta de Castilla y León y la falta de servicios.
Las Médulas, en el oeste de León, cerca del límite con Galicia, son un ejemplo excepcional de la innovadora tecnología romana de explotación minera a cielo abierto. El paisaje actual se muestra en forma de escarpadas paredes de arcilla, cuevas y túneles excavados, rodeado de bosques de castaños centenarios, que son la pérdida más notable de las que se pueden contabilizar ya antes de que se apague el fuego. La importancia de Las Médulas radica en su escala, el número de vestigios y el grado de conservación del conjunto. “Hasta que no concluya la extinción no se podrá hacer una valoración final de los daños al paraje, que evidentemente serán graves”, ha indicado la Consejería de Medio Ambiente a Infolibre.
Preguntado el portavoz de la Consejería por las críticas de vecinos, sindicatos, expertos en este bien patrimonial y partidos de oposición sobre la falta de preparación para un incendio como el de Las Médulas, ha asegurado que el departamento no considera que haya habido fallos en la prevención. “En la zona se llevaban a cabo labores de mantenimiento y conservación de la vegetación de forma habitual, manteniendo el paisaje característico del entorno. Lo que ha sucedido es que se ha producido un incendio con unas condiciones de viento e inestabilidad atmosférica que han llevado al mismo a estar fuera de la capacidad de extinción durante algunas fases”, ha argumentado. Es decir, un incendio que hasta que no cesa alguno de los parámetros que lo lleva a esa situación no es posible su extinción, en este caso los fuertes vientos ocasionados por tormentas secas, además impredecibles y cambiantes, que en muy poco tiempo modificaron las condiciones del incendio. Otra de las críticas es que el domingo se retiraron medios confiando en una evolución favorable que terminó siendo lo contrario, con una deriva traicionera del fuego que hizo temer lo peor a los vecinos.
El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, lo ha descrito así tras la reunión del CECOPI: “Un suceso meteorológico extraordinario, un torbellino de fuego. Con temperaturas en torno a cuarenta grados, en una zona constreñida como el valle, al entrar luego en una zona más abierta, se produce este fenómeno explosivo, muy peligroso y que puso en peligro al propio operativo”. El máximo responsable del operativo antiincendios de Castilla y León, muy cuestionado ya por su gestión de los incendios de la sierra de la Culebra (Zamora) en 2022, está de nuevo en el centro de las críticas porque el domingo, cuando el fuego asolaba León, él y otros representantes institucionales estaban en una feria a la que van cada año en Gijón.
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También está siendo cuestionado el presidente de la Junta, Alfonso Fernández-Mañueco, que está de vacaciones. “Dile a Mañueco que las vacaciones están sobrevaloradas. Que se vuelva de Cádiz a CyL que se está quemando de arriba a abajo. Anda. Que igual a ti te hace caso”, le escribió el ministro de Transportes, Óscar Puente, al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo en X. Mañueco escribió también un mensaje en esa red social el domingo: “Estoy centrado en los trabajos para la extinción de los incendios en León, Zamora, Ávila y Palencia. Según apuntan los expertos, varios de ellos podrían ser provocados. Vamos a ser implacables con los autores de estos atentados contra la vida y la seguridad de las personas y de nuestro patrimonio histórico y natural”. Quiñones habló de “terrorismo ambiental” y llamó a la ciudadanía a estar vigilante.
Rehabilitar el patrimonio cultural dañado
La consejería responsable de la preservación de Las Médulas como Patrimonio Mundial es la de Cultura y su titular es el presidente de Fundación Las Médulas, Gonzalo Santonja. En un comunicado este lunes, ha anunciado que ya se han activado todos los recursos humanos y materiales necesarios para iniciar la rehabilitación del patrimonio cultural dañado. Cuando estén controlados los incendios y se garantice que es seguro hacerlo, habrá una primera evaluación técnica para determinar el grado de afectación y las necesidades de inversión. “Aunque aún no es posible conocer su alcance preciso, el incendio ha dañado infraestructuras turísticas emblemáticas, como son el Aula Arqueológica de Las Médulas y el mirador de Orellán, cuya recuperación se considera prioritaria”, indica la consejería. También se reorientará el Plan de Actuación Anual y los presupuestos hacia la recuperación de todo el patrimonio cultural afectado.
Estas promesas no consuelan a los vecinos que, como Fina Gómez, han ido regresando a unas Médulas teñidas con ese negro desolador que dejan los incendios a su paso. La promesa de la Junta es que todo lo material, público y privado, será recuperado con financiación autonómica y de manera generosa y rápida. Y que, aunque lleva más tiempo, se hará lo mismo para ir recuperando el paisaje. Pero el noroeste español tiene experiencia entre palabras y realidad cuando se trata de recuperación después de los incendios. Y las llamas siguen en nivel 2, ni el miedo ni la posibilidad de otro giro traicionero han desaparecido.
Fina Gómez cogió a hurtadillas un camino de tierra este lunes por la mañana porque no podía aguantar más para ver cómo habían quedado su casa y su restaurante tras el dramático incendio declarado el sábado en Yeres, convertido ya en el símbolo de los 13 que han asfixiado este fin de semana el oeste de la provincia de Léon. Y, en un plano más amplio, de los fuegos simultáneos en múltiples puntos que han infligido una presión extraordinaria sobre los medios de extinción en Castilla y León.