Feijóo no se ha reunido con la industria nuclear pese a usar esta energía como arma política

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante la segunda convención sectorial del Partido Popular, a 24 de octubre de 2022

El presidente del Partido Popular ha insistido este año en el papel clave que juega la nuclear en el abastecimiento de energía de España y ha pedido en numerosas ocasiones acabar con el plan de cierre firmado por el Gobierno actual y las cuatro principales empresas eléctricas. Sin embargo, el líder de la patronal nuclear reconoció la semana pasada que Alberto Núñez Feijóo no se ha sentado todavía para hablar sobre el futuro del sector, y avisa de que sus centrales no van a seguir funcionando en el futuro a cualquier precio, incluso aunque un nuevo presidente les permita seguir operando. 

"Te pueden querer mucho, pero quererte mal", resumió Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear, la principal asociación de empresas de energía nuclear de España. 

El optimismo nuclear de los conservadores contrasta con la visión del representante de la patronal, que opina que alargar la vida útil de las centrales no es tan sencillo como lo pinta la oposición, debido a que estas instalaciones pierden dinero desde hace una década y para seguir funcionando en el futuro, el Gobierno de turno debería asegurarles un mínimo de ingresos. 

"Técnicamente se puede posponer, pero nosotros firmamos un acuerdo para cerrar las centrales y si ahora nos piden que las mantengamos abiertas tendremos que poner nuestras condiciones", declaró Araluce durante un encuentro con la prensa. "Alguien se puede equivocar si da por hecho que estaremos ahí sin antes hacer nada". 

El mensaje de la patronal no va solo dirigido a la oposición, sino al partido que gane las elecciones generales del año que viene. Araluce no descarta que llegado el momento de iniciar el desmantelamiento de Almaraz I en 2027–la primera instalación que cerrará– el operador del sistema eléctrico español recomiende mantener activos sus reactores para asegurar el suministro de electricidad y haya que renegociar el plan de clausura. 

En todo caso, el líder del Foro afirma que si se quiere dar marcha atrás al cierre nuclear debe hacerse con tres años de antelación, por lo que 2024 sería la línea roja en el caso de la instalación de Cáceres. 

Ya sea por motivos políticos o técnicos, posponer el calendario acordado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) iría acompañado de un cambio en las condiciones de la generación nuclear, según la posición de la patronal. Exigen entre otros cambios una remuneración fija de unos 60 euros por megavatio hora producido, un sistema similar al que disfrutan algunas instalaciones renovables. Su argumento es que si van a ofrecer electricidad las 24 horas del día durante las próximas décadas, necesitan asegurarse cubrir los costes anuales de mantener los reactores y las inversiones que aún no se han amortizado. 

Al mismo tiempo, el presidente de Foro Nuclear pide la elaboración de un plan de gestión de los residuos radioactivos que no suponga un coste añadido para las empresas eléctricas, así como la seguridad de que ni el Gobierno ni las comunidades autónomas van a introducir nuevos impuestos al sector en el futuro para costear la transición ecológica. Este miércoles, El País ha publicado que el Gobierno descarta construir un único cementerio nuclear y que cada central guardará sus propios residuos. España contará con siete almacenes temporales para los desechos radiactivos de alta intensidad, según el plan diseñado por el Ministerio para la Transición Ecológica.

El Partido Popular ha utilizado la energía nuclear como un arma política durante los últimos meses para cargar contra las decisiones de Pedro Sánchez para abordar los elevados precios de la luz, pese a que la prolongación de la vida de estas centrales no aseguraría una electricidad más barata. El PP también defiende en que la nuclear serviría de ayuda a las renovables en las próximas décadas hasta que se hayan asentado y tengan capacidad para cubrir la demanda las 24 horas. 

"Tenemos que mandar un mensaje de no más centrales nucleares, pero sí mantener las centrales que ya tenemos porque producen el 20% de la energía que consumimos", dijo en septiembre Feijóo. Días después, el PP publicó su gran propuesta energética nacional para las próximas dos décadas, un documento que recoge "la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares españolas, valorando también la posibilidad de su repotenciación cuando las condiciones lo hagan posible". 

El Gobierno actual, por el contrario, defiende en el PNIEC un futuro basado exclusivamente en la energía renovable con el apoyo temporal de las centrales de ciclo combinado, las que funcionan con la quema de gas natural. Por ello, acordó hace tres años el desmantelamiento de las siete centrales que tiene el país entre 2027 y 2035 con Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP. 

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