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Ataque a la libertad de expresión

La ‘unidad republicana’ se construye en Francia sin el Frente Nacional

Cientos de personas participan en una manifestación en apoyo a las víctimas del atentado contra 'Charlie Hebdo' ante el consulado francés en Estambul.

Apenas 24 horas después del atentado contra el semanario Charlie Hebdo, es el momento de la unidad nacional. Como una sola voz, la inmensa mayoría de representantes políticos ha hecho un llamamiento a la “unidad nacional” tras el horror del drama, cuya primera reacción concreta se materializará en una manifestación prevista para la tres de la tarde del próximo domingo en París. Con la notable excepción de algunos responsables del ala dura de la derecha y, sobre todo, del Frente Nacional, que ya ha comenzado a jugar con el miedo.

En lo que respecta al Frente Nacional, el partido de extrema derecha tiene intención de exprimir el drama. Este jueves, ha hecho hincapié a la hora de considerar estos llamamientos a la "unidad nacional" como pruebas adicionales de la existencia de un sistema "UMPS" [alianza entre la UMP y del PS], que critica. En declaraciones a Le Monde, Marine Le Pen se mostraba indignada por no haber sido invitada a asistir a la “marcha republicana”, prevista para este domingo y organizada por las fuerzas de izquierdas. El Frente Nacional no ha recibido invitación oficial alguna para sumarse a la marcha, mientras que el primer ministro Manuel Valls sí que ha invitado oficialmente al presidente de la UMP, Nicolás Sarkozy, y a los dirigentes del principal partido de la oposición. Sarkozy ha aceptado la invitación con la condición de que la concentración “sea digna y firme”.

“Nadie ha invitado al FN. Las cosas están meridianamente claras, se han quitado las máscaras. La unidad nacional es una maniobra política despreciable”, ha señalado la presidenta del Frente Nacional, tras asegurar que no quiere “verse integrada en la unidad nacional” que solo es “un chantaje al que se puede asistir si se está callado”. “Todo esto para tratar de mantener al margen al único movimiento político que no tiene ninguna responsabilidad en la situación actual, como millones de electores. Los demás partidos están muertos de miedo. Solo piensan en las elecciones y en gobernar”, añadió Le Pen para explicar a continuación que “si no (la) invitan” no va “a pedir asistir” porque se trata de un “truco muy viejo”.

Marine Le Pen tiene previsto ofrecer una rueda de prensa especial este viernes con relación al ataque de Charlie Hebdo, aunque ya el miércoles a primera hora de la tarde denunció en declaraciones a la agencia AFP, sin disponer en ese momento de elementos para expresarse en semejantes términos, que se trataba de un “atentado terrorista cometido por fundamentalistas islámicos”.

Horas más tardes, en una intervención publicada en la página web del Frente Nacional, la presidente del FN hizo, pese a todo, una alusión rápida a la unidad nacional. “La nación está unida para condenar este atentado execrable, la nación está unida para decir que nosotros los franceses, con independencia de nuestros orígenes, no aceptaremos que se atente contra nuestras vidas ni contra nuestras libertades”. Pero lo fundamental de su discurso se articulaba esencialmente sobre el “miedo”. Marine Le Pen se refirió a una “guerra declarada” a Francia y a una “ideología asesina que en estos precisos momentos provoca miles de muertes en todo el mundo”. “El objetivo de estos actos bárbaros es el de sembrar el pánico, el de paralizar a través el miedo con el fin de someter y censurar. E indiscutiblemente, tras este acto que ha traumatizado a toda la nación, el miedo está ahí”, señalaba para presentarse acto seguido como la solución necesaria: “Mi deber es decir que hay que superar el miedo”.

Tras instar a “expresarse frente al fundamentalismo islámico”, Marine Le Pen invitó a “no permanecer callado y a comenzar por atreverse a hablar de lo sucedido. Se trata de un atentado terrorista cometido en nombre del islamismo radical”. Además, reclamó un “debate” sobre el “fundamentalismo islámico”. “¿Por qué hemos llegado a este punto? ¿Cuál es el camino recorrido por estos asesinos, la penetración de las filiales del islam radical en nuestro suelo, cómo se financia? ¿Qué países las apoyan? Las preguntas son numerosas y legítimas”. Menos de 24 horas después del ataque, la presidenta del FN ya había desempolvado una vieja propuesta del partido: convocar un referéndum sobre la pena de muerte.

En el Frente Nacional, algunos dirigentes han ido más lejos, al cuestionar la idea de unidad nacional. “No significa, solo solo palabras”, ha dicho el vicepresidente del FN, Louis Aliot en LCI. “Mostramos nuestra solidaridad y nuestras condolencias a las familias. En lo que respecta a los demás, el deber del presidente y del Gobierno es el de proteger a sus conciudadanos contra una amenaza determinada. Hasta la fecha, han querido restar importancia a la amenaza en cualquier circunstancia”. “La amenaza está entre nosotros, ante nuestros ojos”; dijo.

En Le Figaro, Jean-Marie Le Pen, presidente de honor del FN, rechazaba tajantemente “respaldar la acción gubernamental impotente e incoherente”. También ironizaba con los “límites de esta unidad nacional. ¿Incluye, esta vez, al Frente Nacional? Normalmente, se nos excluye tácitamente de lo que se llama la “unión republicana”.

Por otro lado, si bien el vídeo de la presidenta del FN (disponible en la página web del partido), rechazaba cualquier intento por tratar de generar confusión e identificar a los “compatriotas con vínculos con la nación y con sus valores con aquellos que creen que pueden matar en nombre del islam”, en las filas del partido no parecen tenerlo tan claro. La diputada del FN Marion Maréchal-Le Pen ha llegado a publicar un tuit el que se refiere a un ambiguo “ellos” que puede llevar a la confusión.

[Piensan que nos asustan, piensan que Francia cederá, tendrán que hacer frente a nuestra determinación firme para vencerlos.]

Varias voces en el FN no han dudado a la hora de establecer vínculos entre el terrorismo y la inmigración. Jean-Marie Le Pen se ha referido a una “guerra declarada por el islamismo” y a “un problema que afecta, evidentemente, muy de cerca, a la inmigración masiva que sufre el país desde hace 40 años”. “La UMPS, ¿qué va a hacer ahora? Lo mismo. Inmigración masiva, guerra contra Bachar [al Assad], antirracismo, escuela progresistas etc.”, ha publicado en su cuenta de Twitter, el expresidente de los jóvenes frentistas, Julien Rochedy.

“Los asesinos no son “locos” ni “marginados”, declaró por su parte, Robert Ménard, alcalde de Béziers, del FN. “Son asesinos islamistas que quieren imponer el terror como sus congéneres en Siria o Irak. La diferencia es que hoy, tras 30 años de inmigración galopante, estas cosas pasan en Francia y en París”. “Se debe hacer todo lo posible por evitar la libanización de nuestro país”, concluía.

“Mañana, si se continúa defendiendo la importación del conflicto árabe-israelí a Francia, gracias a la aprobación de resoluciones como la que reconoce de forma unilateral a Palestina, y si no se toman medidas legales más firmes contra los terroristas, gritaran “Hemos matado a Francia”, ha llegado a decir el diputado de IDI Meyer Habib, portavoz del ala más dura de la derecha israelí.

“Hay que mirar a la verdad de frente, Francia está en guerra”, ha señalado en un comunicado el presidente de Debout La République, Nicolás Dupont-Aignan. No exactamente en guerra en varios países del mundo, pero sí en una “guerra interior”, según ha precisado. “Abordemos los asuntos importantes, el control de nuestras fronteras, los medios de nuestra Policía y de los servicios de inteligencia, el funcionamiento de nuestra justicia, la gestión y financiación del culto musulmán en Francia, el estado de nuestra escuela pública”, ha añadido. Toda una forma de reclamar un verdadero arsenal represivo.

Manifestación el domingo

El miércoles por la tarde, en directo ante las cámaras de la televisión, François Hollande anunció que se decretaba una jornada de luto nacional este jueves. Asimismo, las banderas ondearán a media asta durante tres días.

Una hora después de cometerse el atentado mortal, François Hollande, que acudió inmediatamente al lugar de los hechos, denunció el “acto terrorista”. “En las últimas semanas se habían frustrado varios atentados terroristas. Estamos amenazados, como otros países del mundo, porque somos un país libre”, dijo en su primera declaración institucional. Horas más tarde, en la noche del miércoles, durante su alocución a los franceses, el jefe del Estado exhortó a la “unidad”. “Nada puede dividirnos, nada debe dividirnos, nada debe separarnos”, recalcó el jefe del Estado. “Francia siempre ha combatido la barbarie cuando ha sabido hacer frente común frente a sus valores. Unámonos frente a esta prueba y venceremos. Unámonos”.

Unánimes, numerosos responsables de izquierdas, políticos locales, ministros o parlamentarios inmediatamente realizaron una llamada a la unidad. A través de su primer secretario, Jean-Christophe Cambadélis, el Partido Socialista apeló a sus “conciudadanos a mostrarse unidos ante los valores de la República”. “En estos momentos los franceses deben hacer frente a la barbarie”, señaló por su parte la alcaldesa de Lille, Martine Aubry. “Estoy seguro de que este acto monstruoso va a suscitar en Francia una reacción ante este horror. El país, con independencia de las creencias religiosas o de otro tipo, debe responder como si fuese uno solo, sin dudarlo”, ha señalado el presidente del Instituto del Mundo Árabe, el exministro socialista Jack Lang.

La secretaria nacional de Europa Ecología Los Verdes (EELV), Emmanuelle Coose, también ha efectuado un llamamiento en términos similares a la “unidad nacional en torno a los valores de la libertad de prensa”. El secretario nacional del Partido Comunista Francés, Pierre Laurent, ha exigido “una reacción nacional acorde con el ataque”. “La unión de la nación más importante posible de todas las fuerzas republicanas de este país”. Para Jean-Luc Mélenchon, presidente del Partido de Izquierda, “la fuerza humana va a permitir vencer lo que esta gente trata de hacer”. “Es hora de mantener la sangre fría y de la unión nacional contra el terrorismo, sin distinción de raza ni religión”, aseveró el exministro del Interior con Lionel Jospin, Jean-Pierre Chevènement, presidente de honor del Movimiento Republicano y Ciudadano (MRC).

Al unísono, el presidente de la Asamblea Nacional Claude BArtolone y todos los presidentes de los diferentes grupos políticos, del Frente Izquierda a la UMP, también han efectuado un llamamiento solemne a la “unidad nacional en memoria de las personas asesinadas de forma cobarde, periodistas y policías, solidaridad con las personas heridas y con todas las familias de las víctimas, en defensa de los valores y principios en los que se sostiene la República”. Se trata del mismo llamamiento efectuado por el alcalde de Pau y presidente del Modem, François Bayrou. “Hoy tenemos un único deber, arrimar el hombro y dar muestras de unidad nacional”.

El nuevo presidente electo de la UMP, Nicolás Sarkozy, quiso transmitir también su “profunda conmoción ante un hecho abyecto que golpea a la conciencia humana”. “La República debe unirse, hago una llamada a todos los franceses para que rechacen la tentación de caer en generalizaciones; para hacer un frente unido ante el terrorismo, la barbarie y los asesinos”, instó el predecesor de François Hollande en el Elíseo, que apeló a la “unidad nacional a la que nadie puede ni debe sustraerse”. Su rival Alain Juppé también reclama que se constituya un “frente”. “Nadie debe sustraerse a la unidad nacional”, apuntó por su parte el diputado de la UMP Édouard Courtial.

Tan pronto como iban llegando las primeras noticias sobre el atentado, el Gobierno elevó en la región parisina el plan Vigipirate al nivel de “alerta atentado”, que responde a una “amenaza inminente” y que implica el refuerzo de la protección de los medios de comunicación, de los grandes almacenes, de los lugares de culto y de los transportes escolares. A pesar de todo, varios responsables de la UMP ya han sacado a relucir su demagogia. En concreto, el diputado y alcalde de Niza, Christian Estrosi, ha reclamado que el plan Vigipirate attentat se extienda a las principales ciudades francesas, mientras que algunos responsables de la UMP rechazan los llamamientos a la unidad. El secretario nacional de la UMP, David-Xavier Weiss ha calificado de “triste ver a la dirección de la UMP zozobrar en la verborrea y la trampa de la “unidad nacional”. Por su parte, Nicolás Sarkozy, si bien el miércoles fue contundente, más tarde advirtió de que espera “medidas contundentes contra el terrorismo”. “Debemos elevar nuestro nivel de vigilancia”, ha dicho. Determinadas manifestaciones hacen pensar que la UMP, una vez que pase el duelo, puede aumentar la presión sobre el Gobierno y reclamar nuevas medidas contra el terrorismo. El miércoles por la mañana, en las escalinatas del Elíseo, tras entrevistarse con François Hollande, Nicolás Sarkozy pareció entonar los aires neoconservadores posteriores al 11 de septiembre de 2001. “Los hombres civilizados deben unirse contra la barbarie”, lanzó el expresidente de la República.

El miércoles por la tarde, en el plató que acogió la emisión especial organizada por Mediapart como homenaje a las 12 víctimas del atentado, Christine Lazarges, presidenta de la Comisión Nacional Consultiva de los Derechos Humanos alertó contra la eventual tentación de “disminuir las libertades fundamentales en aras de luchar contra el terrorismo”. “Sería el error más grave que se podría cometer”, coincide Jean-Pierre Dubois. El presidente de honor de la Liga de Derechos Humanos (LDH) teme que se aprueben futuras leyes de excepción como la Patriot Act votada en Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Un atentado contra nuestras libertades

Traducción: Mariola Moreno

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