Al menos
tres policías turcos han muerto y otros
tres han resultado
heridos tras ser tiroteados en una estación de autobuses en la localidad de Sanliurfa (sureste), un suceso que se ha saldado con
la muerte del atacante.
El gobernador de la provincia, Gungor Azim Tuna, ha afirmado que el responsable del tiroteo ha sido un joven de 17 años de edad "con problemas psicológicos",
descartando que se trate de un
acto terrorista.
Según las informaciones recogidas por la agencia estatal turca de noticias, Anatolia, el joven
quitó el arma a su padre y abrió fuego contra los agentes cuando
pedían la documentación a varios pasajeros.
Tras ello, intentó darse a la
fuga, disparando contra varios agentes más que le salieron al paso y que
acabaron por matarle en el tiroteo.