Directo
Ver
La gran paradoja del 21A: un Parlamento más soberanista, una ciudadanía menos independentista

Aquí me cierro otra puerta

Lee esta columna y pasa de las noticias

Quique Peinado nueva.

Supongo que en infoLibre ya se han arrepentido alguna vez de haberme propuesto escribir y no les culpo por ello. Tiene pinta de que hoy va a ser otra. Porque que un tipo que escribe para ti aproveche una columna para pedir a la gente que consuma menos medios no es la mejor decisión empresarial posible. Ya lo siento.

Estudié periodismo. Si algo soy en la vida es periodista. Todos los que me conocen saben que estoy siempre a la ultimísima: soy el típico al que todos se dirigen para enterarse de algo "porque Quique se lo lee todo". Bien, hace un par de semanas decidí que eso iba a dejar de ser así y mi vida es considerablemente mejor.

En el primer confinamiento me volví literalmente loco con las noticias. Me colocaba delante del ordenador a las 17:57 y le daba a F5 continuamente hasta que salían los resultados de contagios y muertos de Italia, por ejemplo. Mi idea siempre ha sido que saberlo todo me hacía fuerte. Que me daba seguridad. Y me he dado cuenta de que no, que solo me genera ansiedad. Y, sobre todo, que no me aporta nada. Quiero saber los datos de contagios de Navarra, pero no tengo por qué conocerlos al minuto. Quiero estar atento a lo que pasa, pero no necesito verlo con música de tensión en la tele. No me hace bien. Y me temo que a nadie. Ya sabemos que esto llegará hasta, al menos, el verano que viene y preservar la salud mental va a ser fundamental. Por mí y por mis hijos.

Así que me desinstalé todas las apps de medios y la de Twitter. Si entro, lo hago a través de la web, con lo cual me he quitado la compulsividad, que literalmente me estaba destrozando los nervios sin darme cuenta. Acabé con las alertas que llegaban al móvil. Reduje el consumo de últimas horas y solo leo noticias elaboradas o análisis. Sé lo que hay que saber, pero no cómo y cuándo lo estaba haciendo. Sobre todo, porque no me aporta nada y, más importante aún, porque no puedo hacer nada por remediar lo que pasa.

No hay apenas buenas noticias. No las hay. Y todas las malas, además, nos tocan la salud, la libertad o todo junto. No son unas malas noticias cualquiera: nos duelen. Y van para largo. Así que he bajado el consumo compulsivo de medios en legítima defensa. Todos tenemos un compromiso con nuestra salud mental (y más con otro confinamiento sobrevolando nuestras cabezas) y con la convivencia. He comprobado que estar a la última me hacía daño. Y he hecho bien.

Os cuento mi ejemplo por si os sirve. Porque creo que, en general, tenemos que mejorar nuestra relación con la actualidad y con cómo la consumimos. Porque bastante jodidos estamos como para aumentar nuestra ansiedad. Y porque los de infoLibre, que son majísimos, me han dejado hacerlo. Aunque solo sea por eso, no dejéis de entrar por aquí.

Más sobre este tema
stats