Plaza Pública

Primero de mayo: repensar el trabajo, recuperar el país

Carlos Gutiérrez Calderón

Recordemos: no hace mucho tiempo, el trabajo como actividad humana, bajo una determinada relación social, era objeto de permanente cuestionamiento. El debate se vertebraba en torno a su sustitución por las nuevas tecnologías y los robots. Un amplio proceso de automatización de las actividades productivas de muy diversos sectores provocaría la eliminación de millones de puestos de trabajo. El futuro del trabajo y los trabajadores era sombrío. Afrontábamos lo que Jeremy Rifkin denominó “el fin del trabajo”. Únicamente nos quedaba rezar un réquiem y el sálvese quien pueda.

Tampoco hace tanto tiempo, el trabajo era considerado una actividad periférica en la generación de riqueza. Lo sustancial ocurría en el ámbito financiero. Parecía que únicamente con mover el capital por el laberinto de la turboeconomía de las finanzas era suficiente para producir la riqueza de un país y de unos ciudadanos que aspiraban a progresar. Ya saben, como diría Gordon Gekko, el ambicioso financiero sin escrúpulos de la película Wall Street, "el dinero nunca duerme”.

En esta financiarización de la economía, no importaba que las empresas desplegaran extensas cadenas de valor a nivel mundial deslocalizando toda una serie de actividades, principalmente manuales, a los confines del planeta buscando reducir la factura laboral y someter la capacidad organizativa, de resistencia y de negociación de los trabajadores. Las empresas lograban así un reconocimiento en el mercado bursátil, pero mientras eso ocurría la pérdida de control o soberanía sobre la capacidad de abastecimiento y la calidad de los bienes producidos, también en sectores estratégicos como es el sanitario, nos situaba en una posición más frágil. Era el mercado, amigos.

Frank Sobotka, miembro del sindicato de estibadores de Baltimore en la serie de culto The Wire, describe a la perfección una época caracterizada por la invisibilización económica, social y cultural del trabajo, o ciertos tipos de trabajo, bajo la hegemonía de las tecnologías de la información y comunicación y las finanzas. En un momento de la segunda temporada, este personaje, tan noble y nostálgico en sus objetivos como oscuro en su práctica por alcanzarlos, señala que el problema del país (Estados Unidos) es que “antes solíamos fabricar cosas, construir”, pero ahora se trata de “meter la mano en el bolsillo del vecino”.

El estado de fragilidad, incertidumbre e inseguridad, tanto individual como colectivo, al que nos ha devuelto la crisis sanitaria generada por el coronavirus, ha pasado por encima de estas realidades culturales y discursivas. Es la vuelta a lo sólido. En tiempos en los que la realidad hace que nos preguntemos por aquello que es esencial para sostener el país y la vida, se manifiestan multitud de actividades laborales que durante un largo periodo de tiempo han sido silenciadas, precarizadas y frecuentemente ocultadas. En este contexto de Gran Frenazo de la economía y de distanciamiento social, toda una serie de trabajos vinculados al campo, al transporte, a la industria, al comercio alimentario, a la limpieza y a los trabajos de cuidados que ejercen los servicios sanitarios y sociosanitarios, entre otros, se revelan como imprescindibles y vitales. Son esa gente con la que nos cruzábamos, pero no veíamos. Hasta hoy.

Miles de mensajes inundan Internet en el Primero de Mayo virtual de este viernes

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Este Primero de Mayo es tiempo para reivindicar la dignidad del trabajo y del conjunto de los trabajadores. Reclamar nuestra centralidad económica, social, cultural y, por tanto, política como sujeto colectivo. Ser conscientes de que un país, nuestro país, se construye y sostiene, como estamos viendo, sobre la cooperación y colaboración de las muy diversas actividades laborales que realizamos aquellos que solo disponemos de nuestras manos e inteligencia para salir adelante. Es tiempo para exigir pan y también rosas.

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Carlos Gutiérrez Calderón es secretario de Juventud y Nuevas Realidades del Trabajo de CCOOCarlos Gutiérrez Calderón

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