El azote del ébola

La auxiliar de enfermería contagiada recibe suero de una monja que superó la enfermedad

La auxiliar de enfermería con ébola, trasladada al Hospital Carlos III

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La auxiliar de enfermería infectada de ébola ingresada en el Hospital Carlos III- La Paz de Madrid está siendo tratada con suero procedente de la hermana Paciencia Melgar, que padeció la enfermedad en agosto y que no fue trasladada a España junto al primer misionero repatriado, Miguel Pajares. Así lo confirmó la secretaria de la Sección sindical de CCOO en el hospital La Paz, Esther Quiñones, tras una concentración que mantuvo los trabajadores a la puerta del centro.

La directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Mercedes Vinuesa, había informado en su comparecencia en el Congreso de que a la paciente se le han empezado a aplicar este lunes las "opciones terapéuticas" que hay disponibles en nuestro país.

La monja Paciencia Melgar, que había superado el ébola y trabajó en Liberia con el religioso Miguel Pajares, llegó a España el pasado 25 de septiembre procedente de Liberia después de haber estado infectada por el ébola y haber superado la enfermedad, con el objetivo de donar sangre para el religioso García Viejo, que se encontraba ingresado en el Hospital Carlos III infectado por ébola tras haber sido repatriado a España procedente de Sierra Leona. Sin embargo, el misionero falleció ese mismo jueves.

La auxiliar de enfermería se encuentra estable

La auxiliar de enfermería está estable y, por ahora, no tiene "riesgo vital", según informó el coordinador del centro de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón.

Simón, en diversas entrevistas radiofónicas recogidas por Europa Press, afirmó además que el marido ha sido aislado y que "está bien y relativamente tranquilo". En concreto, precisó que el Ministerio acordó el lunes con la Comunidad de Madrid proponerle el aislamiento en habitación hospitalaria, y que según sus datos se encuentra en esta situación en el hospital de Alcorcón (Madrid).

También aseguró que se propondrá el aislamiento a las personas que hayan podido tener contacto estrecho con la afectada, por "precaución" y por la "alarma social" generada, y hacerles un seguimiento estricto durante los 21 días en que pueden desarrollarse los síntomas.

Este responsable subrayó que lo urgente desde el punto de vista de la salud pública es "garantizar que todos los riesgos asociados a este caso están controlados" y que no haya riesgos para el resto de la población, y para ello se está haciendo un listado exhaustivo de las personas con las que la enferma ha tenido contacto en los últimos seis días.

"Sería muy inocente pensar que no existe capacidad de transmisión, claro que existe, aunque sigue siendo muy baja", dijo, y precisó además que esa capacidad de transmisión es menor en los primeros días, así que le "preocupan más los últimos que los primeros".

Según dijo, la Comunidad de Madrid empezó esa tarea de identificación de contactos desde que se identificó el caso como "altamente sospechoso" el día 5 por la noche, y este martes tendrá "muy avanzado" o terminado ese listado.

No obstante, al margen de las personas con las que la auxiliar de enfermería haya podido tener contacto "estrecho", como su marido, este responsable estimó que, dado que llevaba días sintiendo "cierto malestar", lo normal es que su contacto social haya estado "algo más militante" y no haya estado tan expuesta como una persona totalmente sana.

Una epidemia, muy poco probable

Simón señaló que lo sucedido "era posible pero muy poco probable"  y de la misma forma no puede descartarse que "algunos de los contactos de alto riesgo puedan haberse infectado". Sin embargo, dijo que la población general debe estar tranquila, porque la posibilidad de una "epidemia real es, de nuevo, posible, pero muy poco probable" y porque se están tomando todas las medidas para que "un riesgo que es muy poco probable sea aún menor".

En paralelo a las medidas de salud pública y a la necesidad de tratar "adecuadamente" a la enferma, Simón detalló que se está investigando el origen del contagio para detectar si hay que mejorar el protocolo o si se produjo algún fallo en alguno de los pasos de su aplicación o supervisión, y ha admitido que todas las opciones son posibles.

Eso sí, reconoció que el protocolo ante posibles casos de ébola –que fija en 38,6 grados la fiebre a partir de la cual se actúa– es para personas que "espontáneamente se identifican como sospechosas", de modo que ante una persona que ya se encontraba en seguimiento, puesto que atendió al enfermo Manuel García Viejo, se podían haber iniciado las pruebas y el seguimiento "ante cualquier síntoma, por mínimo que fuera".

No obstante, ha añadido que "hay lagunas de información" en el caso de la auxiliar, así que no quiso sacar conclusiones sobre si habría sido necesario un mayor celo con esta enferma antes de que terminen las investigaciones.

En ese sentido, subrayó que todos los protocolos se consideran "correctos" y son los mismos que se utilizan en todo el mundo, aunque "obviamente algo ha fallado" y, aunque tiene "dudas" de que sean los protocolos en sí, ha recalcado que se revisará todo. "La posibilidad de que el protocolo esté mal es pequeña pero se está revisando", aseguró.

Simón descartó que el contagio de esta auxiliar esté relacionado con el hecho de que para tratar a García Viejo no se blindase el hospital Carlos III, como sí he hizo en agosto con el sacerdote Miguel Pajares –dado que la enfermedad se transmite por contacto con los fluidos de un enfermo– y pidió no criticar "a la ligera" con medidas de seguridad.

En este punto, reconoció que pueden aplicarse medidas de mayor protección pero no son "realmente necesarias". Así, detalló que en algunos lugares con un nivel de protección "por encima de lo necesario" para impedir el contagio, por ejemplo en laboratorios donde se hacen cultivos, llamados laboratorios "de nivel T4 que no existen en España".

La paciente será sometida a una nueva evaluación médica

La auxiliar de enfermería contagiada por el virus del ébola abandonó esta madrugada el Hospital Universitario Fundación Alcorcón para ser trasladada hasta el Hospital La Paz-Carlos III de Madrid, donde fueron tratados los dos misioneros fallecidos por el virus.

La mujer, que trabaja habitualmente en el hospital La Paz-Carlos III de Madrid, donde tuvo contacto con el religioso fallecido Manuel García ViejoManuel García Viejo, abandonó sobre las 00.15 horas el centro alcorcoreño donde ingresó este mismo lunes en el servicio de urgencias.

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La auxiliar fue trasladada en una ambulancia del Summa-112, escoltada por Policía Nacional y Guardia Civil, hasta el Hospital Carlos III, centro donde fueron atendidos los religiosos Miguel Pajares y Manuel García Viejo, fallecidos en agosto y el pasado 25 de septiembre.

La mujer será sometida a una nueva evaluación médica a su llegada al Hospital La Paz-Carlos III aunque su estado es estable con cuadro de fiebre, según indicó este lunes el director general de Atención Primaria de la Comunidad, Antonio Alemany.

Así lo manifestó en rueda de prensa junto a la ministra de Sanidad, Ana Mato, tras confirmarse que la auxiliar de enfermería dio positivo en la prueba del ébola.

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