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La nueva legislatura

Sánchez se acerca a Iglesias para llevar la iniciativa aunque cree que Podemos se está “radicalizando”

El PSOE sostiene que Podemos se "radicaliza" pero inicia un nuevo acercamiento

Ibon Uría

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aceptó este miércoles reunirse con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, sin la presencia de Ciudadanos. Además, la comisión negociadora socialista cerró una cita para este jueves a las 17.00 horas con la delegación de IU-Unidad Popular. También a solas: no habrá representantes de Ciudadanos. La dirección del PSOE subraya que el pacto con la formación naranja "sigue vigente", pero deja atrás la condición de negociar siempre "conjuntamente" con los de Rivera en un intento de "desbloquear" la situación tras el doble fracaso de su candidato en las votaciones de investidura.

Desde Ferraz se insiste, en cualquier caso, en que el acuerdo PSOE-Ciudadanos sigue siendo un documento válido. De hecho Rivera y Sánchez se vieron en el Congreso este miércoles y reiteraron que ese texto es la "base de cualquier negociación" para incorporar a otras fuerzas. Acordaron asimismo "que los equipos negociadores de Ciudadanos y PSOE se seguirán reuniendo durante las próximas semanas". El cambio, por tanto, parece ser más de formas y de táctica que de fondo. 

Para los socialistas próximos a Sánchez estos movimientos lo devuelven al primer plano y logran que se hable de su investidura como única opción para evitar la repetición de las generales. Creen además que la crisis interna de Podemos –la dirección fulminó a última hora de este martes al secretario de Organización, Sergio Pascual– puede facilitar su abstención, aunque consideran que el partido morado se está "radicalizando". Dirigentes críticos consultados por infoLibre, entre ellos varios socialistas andaluces, opinan en cambio –y en clave interna– que los últimos movimientos del secretario general buscan más controlar los tiempos del partido que consolidar una mayoría alternativa que le lleve a la Moncloa.

Mismo objetivo, nuevo formato

Fuentes socialistas próximas a Pedro Sánchez aseguran que aceptar la reunión con Iglesias es un intento de "acabar con la parálisis". Insisten en que "no se entiende" que la izquierda "no vote" a un candidato socialista y subrayan que "hay muchas cosas" en las que PSOE y Podemos se pueden "poner de acuerdo". Admiten, además, mayor flexibilidad en la forma de negociar: la condición de hacerlo siempre de la mano de Ciudadanos se ha relajado. Si el primer encuentro Sánchez-Iglesias es fructífero "ya se verá qué pasa", comentan. En Ferraz no descartan un "posible formato alternativo" para atraer a Podemos.

En el entorno de Sánchez reiteran que no hay desencuentro entre PSOE y Ciudadanos. Aseguran que antes de aceptar el encuentro a solas con Iglesias el líder socialista informó a Rivera y añaden que van "con 131 diputados" a hablar con Podemos, que el pacto sigue vigente. Una fuente en contacto directo con el secretario general señala, de hecho, que en la dirección del PSOE existe "preocupación" porque "Podemos se está radicalizando". En Ferraz afirman que en la crisis del partido morado se están imponiendo las tesis más duras y que Pablo Iglesias se está apoyando cada vez más en corrientes "como los Anticapitalistas".

Estas mismas fuentes admiten, no obstante, que visibilizar que Pedro Sánchez negocia con otras fuerzas tiene réditos en el terreno de la imagen, especialmente de cara a una posible repetición de las elecciones generales. "Mejor pasarse dos meses negociando que siendo incapaces de sentarnos con nadie, como Mariano Rajoy", comentan. La conclusión es compartida por un cargo regional próximo a Sánchez, que asegura que el objetivo final es que "todo gire en torno a la investidura de Pedro Sánchez". "Esto es una partida de ajedrez, Pedro se ha recuperado y hay que dar tiempo a todo el mundo a digerir las cosas", añade.

Presionar a Podemos

Este líder regional señala, sin embargo, otra dificultad: "Es más difícil negociar con un partido fragmentado, aunque no sé si las purgas están fortaleciendo a debilitando a Podemos y a Iglesias". Así las cosas, cree que las opciones del PSOE de lograr la abstención o el voto favorable de la formación morada no pasan tanto por una negociación que les haga cambiar de parecer, sino por la opción de que el equipo de Iglesias cambie de parecer por sí solo a la vista de unas encuestas "en las que no les salgan los números".

"Si tienen complicaciones para reeditar las confluencias, si estos dos meses van desgastándolos, si les pasa factura el no a Pedro y si aparecen como culpables de la ruptura de las negociaciones", asegura este dirigente, Podemos podría estar más cerca de permitir un Gobierno socialista. "La crisis interna es un elemento más en ese sentido –comenta–, porque crisis hay en todos los partidos, pero creo que las formas [en Podemos] no han sido buenas". "Pablo [Iglesias] está cada vez peor visto de cara a unas posibles nuevas elecciones y el nudo de la soga –concluye– se les va estrechando a los de Podemos".

Movimientos en clave interna

Sánchez e Iglesias cambian su anunciada reunión por una conversación telefónica

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Finalmente, fuentes del PSOE de Andalucía aseguran que su opinión sobre cualquier posible pacto que pudiera cerrar Pedro Sánchez con Podemos dependerá de "los contenidos" y evitan juzgar a priori. Pero, en palabras de un hombre de confianza de la líder andaluza Susana Díaz, "el gran lío que tiene Podemos dentro no parece una buena coyuntura para poder alcanzar acuerdos". ¿Entonces, cómo explican los últimos movimientos de Sánchez? En clave de partido. En el círculo de Susana Díaz se afirman que Sánchez "busca sobre todo mantener la iniciativa" y la atención mediática. Citan, por ejemplo, su reunión este martes con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, además de la nueva ronda de contactos con la izquierda.

El objetivo del secretario general, en clave orgánica, sería disponer de mayor control sobre los tiempos del partido. La dirección federal del PSOE no descarta retrasar el congreso federal en el que Sánchez tiene pendiente revalidar su cargo de secretario general y donde Susana Díaz podría dar un paso adelante para dar la batalla por el control del partido. Hoy por hoy el cónclave está agendado para los días 20, 21 y 22 de mayo. Pero si Sánchez logra prolongar la impresión de que la gobernabilidad está en juego y de que tiene opciones de llegar a la Moncloa, comentan fuentes del PSOE andaluz, tendría más argumentos a su favor para retrasar el proceso congresual, lo que podría facilitarle seguir en el cargo y dificultar el posible salto de Susana Díaz.

Los socialistas andaluces no descartan por completo que el líder del PSOE pueda ensayar una mayoría "alternativa", sin Ciudadanos y por la izquierda. Pero lo ven casi imposible por dos motivos. El primero, la pura artimética: rechazar a Rivera y los suyos para acercarse a Podemos y las minorías de izquierdas implicaría con toda probabilidad tener 163 votos en contra en el Congreso y la necesidad, por tanto, de recurrir al menos a la abstención de los independentistas, una línea roja que ya marcó el Comité Federal del PSOE a finales de diciembre. La segunda, que consideran que Sánchez perdería apoyo mediático, especialmente del grupo PRISA y El País, muy proclives a apoyar cualquier solución de gobernabilidad que pase por un pacto entre PSOE, PP y Ciudadanos y que incluya la renuncia de Rajoy.

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