Algunos brigadistas que trabajan estos días para tratar de sofocar los fuegos que asolan Galicia, donde han arrasado
4.000 hectáreas desde el lunes, denuncian descoordinación y falta de medios. "Ni una botella de agua ni un bocadillo, y cada uno va por libre", aseveran varios miembros de los equipos de extinción, como recoge la agencia
Europa Press.
"
Cuando se acumulan incendios es cuando más se nota la descoordinación", constata Héctor López, brigadista y presidente del comité de empresa de Seaga (la empresa pública que brinda los servicios forestales en la región), en Lugo. López acudió este martes junto a sus compañeros para colaborar con las tareas para apagar las llamas en Caldas de Reis (Pontevedra), en un incendio que se extendió hasta Vilagarcía y que, aunque este jueves ya está controlado, ha arrasado al menos
unas 300 hectáreas de superficie arbolada.
Las brigadas de esta empresa pública están compuestas por cuatro personas —antes eran cinco—, y advierte de que en algunos casos solo hay tres, por alguna baja no cubierta, pero no en el suyo. Además, reconoce que en lo que respecta a Seaga el material "mejoró" en los últimos años, y no tienen queja. "En las brigadas de los ayuntamientos sí que hay más carencias, algunas están mejor y otras peor, depende del sitio", excplica.
Dejan zonas al "descubierto"
"Nosotros marchamos para Pontevedra y otros compañeros están marchando para A Coruña, así que
dejas Lugo descubierto", advierte, antes de mencionar también que la situación
no es del todo mala en Ourense, y temiéndose por tanto lo peor en caso de que comiencen más incendios en esa provincia. "A ver si llueve y no se lastima nadie", reflexiona.
Como él, Luis Montenegro, brigadista del servicio público de la Xunta del distrito correspondiente a Vilalba, en la Terra Chá (Lugo), también
está siendo desplazado estos días. De hecho, en la tarde de este jueves él y el resto de su brigada han sido llamados para acudir al gran incendio forestal que ha calcinado ya 500 hectáreas en Porto do Son (A Coruña), y que obligó a desalojar a unas 700 personas. "Me han comentado que hay mucha descoordinación, y que están haciendo turnos de muchas horas
sin agua ni bocadillos... Y con el calor que hace... No sé si es que no quieren gastar, o qué", explica.
"Ningún tipo de previsión"
Desde Navia de Suarna (Lugo) hasta Soutomaior (Pontevedra), pero también a Vimianzo y Cee (Costa da Morte), se trasladó José Manuel López, también del servicio público de defensa contra incendios, de la Xunta. Él expone que el caos es "total" y que el panorama le recuerda al de 2006: "
Llegas y tienes empresas de todo tipo —Seaga, Tragsa, Natutecnia...—, brigadas de los ayuntamientos, la UME —Unidad Militar de Emergencias—... Se supone que los que coordinan son los técnicos y los agentes, pero
es un desastre", indica.
Al respecto, censura que no haya "
ningún tipo de previsión, ni avituallamiento" y que hasta los equipos de comunicación son diferentes en función del organismo, lo que dificulta la coordinación. La maquinaria, critica,
"tiene 20 años", y la que es nueva "no funciona como debería", pese a cumplir los requisitos técnicos. López reprueba también
la alta temporalidad entre los trabajadores, y brigadas que "en vez de ser de siete, son de tres", por encontrarse dos miembros de ella de descanso y uno de baja. Como sus colegas, concluye con resignación que "este año, por desgracia, con el tiempo que hace y cómo está el monte en Galicia, es lo que toca".
lo que ocurre en Galicia la falta de medio, maquinaria, coordinación y mas y mas es la consecuencia de votarle aun partido que funciona como una mafia, son malos gestores, sin preparación ponen en puestos de responsabilidad a gente amiga con falta de conocimientos y luego paga en este caso el medio ambiente y así en todos los estamentos que dirigen
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