"Creo que nos vamos a llevar bien, señor Rivera", arrancó el líder del
Partido Popular, Mariano Rajoy, la réplica al discurso del representante de Ciudadanos en el pleno de investidura.
"Porque no nos queda otra", añadió. Una expresión que encierra la resignación con la que acude el presidente del Gobierno en funciones al
Congreso de los Diputados esta semana.
Rajoy rebajó el tono al que había recurrido en sus duelos con Sánchez e Iglesias y optó por arrancar y cerrar su primera réplica a Rivera
poniendo en valor el "esfuerzo" de la formación naranja para intentar que haya Gobierno.
El líder del PP, que el día anterior ninguneó en su discurso a Ciudadanos, su socio para esta sesión de
investidura, recurrió este miércoles a un tono más conciliador con quienes le prestan 32 escaños. Destacó la llamada al diálogo y al desbloqueo que Rivera había hecho minutos antes. Y obvió las tres ocasiones en las que éste había señalado que
no se fiaba de él.
El líder del PP hizo malabarismos para defender el acuerdo al que llegó el domingo con Ciudadanos y, a la vez, no echar por tierra la X Legislatura, en la que
su partido gobernó con mayoría absoluta.
Pide "mesura" para hacer frente a la corrupción
En este sentido, como ya había hecho en su réplica al socialista
Pedro Sánchez, presumió de las iniciativas aprobadas por su Gobierno contra la corrupción y a favor de la regeneración.
Rajoy señaló que, a la hora de dar respuesta política a estos escándalos,
"a veces se cometen muchas injusticias". "Intentemos actuar con mesura, equilibrio y justicia", señaló mientras le aplaudían los suyos.
Similares argumentos defendería en la segunda vez que subió a la tribuna para responder a Rivera: pidió de nuevo
"mesura". Porque, según dijo,
"no todos los casos son iguales". A los que afectan al Partido Popular llegó a calificarlos de "problemas".