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Los próximos Presupuestos

Unidos Podemos insiste en una reforma fiscal amplia para aprobar los Presupuestos

Unidos Podemos está dispuesto a aprobar los Presupuestos Generales del Estado del Gobierno incluso si éste es incapaz de sacar adelante su senda de estabilidad. Pero su apoyo tiene condiciones: que esas cuentas incluyan las medidas sociales que desde hace meses negocian el Ejecutivo y la coalición y, fundamentalmente, que vayan acompañadas de una reforma fiscal para sufragar su coste. La subida de impuestos que plantea Unidos Podemos afecta fundamentalmente a las grandes empresas y contempla figuras impositivas específicas para bancos y eléctricas, y la idea de la coalición morada es que dichas medidas podrían suponer un aumento de la recaudación de 10.500 millones de euros al año.

Las cifras están recogidas en el documento Presupuestos con la gente dentro, que Unidos Podemos presentó este lunes en Madrid y que recoge por primera vez sus propuestas de cara a los próximos Presupuestos detalladas y, en algunos casos, con una estimación de su impacto económico. La coalición quiere tener cerrado un acuerdo con el Gobierno para el próximo 15 de octubre como tarde, por lo que ambos socios tienen menos de tres semanas para cerrar un pacto en el que hay coincidencia en las medidas sociales a aplicar, pero desde luego no tan buena sintonía en lo referente a la reforma fiscal necesaria para aumentar la recaudación que las sufrague.

"El espíritu de la moción se tiene que traducir en hechos, y en política los hechos se deciden en los Presupuestos", señaló en la presentación en secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. Habida cuenta de que la última argucia del Gobierno para poder aprobar por la vía rápida su propuesta de estabilidad ha sido bloqueada por PP y Ciudadanos en la Mesa del Congreso, Unidos Podemos está dispuesto a apoyar las cuentas incluso con la senda de estabilidad aprobada el año pasado por el PP, lo que implica renunciar a la posibilidad de que el Estado invierta 6.000 millones de euros. Pero sus dirigentes aseguran que solo lo hará si, para compensar esta pérdida, las cuentas van acompañadas de una amplia reforma fiscal, y la propuesta de Iglesias en este sentido pasa por la reforma de las principales figuras impositivas y la implantación de tipos nuevos.

Para empezar, Unidos Podemos insiste en exigir que se pongan en marcha tres impuestos extraordinarios: uno a la banca, otro a las eléctricas y un tercero a las grandes fortunas. El gravamen a los bancos fue descartado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hace semanas, pero la coalición morada sostiene que su puesta en marcha es necesaria "para recuperar" el dinero gastado en el rescate a los bancos. El impuesto que propone Unidos Podemos tendría una duración de cinco años "prorrogable por periodos iguales", y consistiría en "un aumento en 10 puntos porcentuales en el tipo impositivo del impuesto de sociedades" para las entidades.

Según los cálculos de la coalición, el Estado podría recaudar en torno a 1.000 millones el primer año y 5.800 millones de euros en cinco años, y a esa cifra habría que sumar otros 1.300 millones de euros anuales si se implanta un impuesto sobre transacciones financieras. El Gobierno y Unidos Podemos están de acuerdo en la necesidad de establecer este gravamen, pero la coalición exige "que afecte también a los derivados", una figura compleja que, a juicio de Unidos Podemos, es clave para las operaciones especulativas. La propuesta concreta pasa por "gravar con un 0,2 % las compraventas brutas de acciones, y con un 0,02 % las operaciones con derivados".

El segundo impuesto extraordinario que propone Unidos Podemos afectaría a las empresas eléctricas, y gravaría el aumento del precio de la luz. La tasa, según explica el partido, consistiría básicamente en que "las eléctricas contribuyan más cuanto mayores sean los precios", y su recaudación estaría destinada a financiar el establecimiento de una tarifa "familiar" que también sería de nuevo cuño. Dicha tarifa, que se aplicaría en el mercado regulado, estaría basada en "un sistema de límites máximos" del precio del kilowatio y también sería progresiva.

Por último, las grandes fortunas también se verían gravadas de manera extraordinaria si se aplicara la reforma fiscal que propone Unidos Podemos. El impuesto tendría "un tipo del 1% calculado sobre el patrimonio para aquellas personas que tengan" bienes por un valor superior a "10 millones de euros", explica el documento, que pronostica que la aplicación de dicho gravamen supondría "una recaudación estimada de 1.500 millones de euros" al año.

Un impuesto de sociedades agravado para la banca

No obstante, el grueso de la reforma fiscal no depende de estas tres figuras, sino de la reforma de los tres principales impuestos del sistema fiscal español: el IRPF, el impuesto de sociedades y el IVA. En el caso de la tasa sobre la renta, Iglesias anunció hace semanas un "principio de acuerdo" con el Gobierno para subir el IRPF a quienes cobran "10.000 euros al mes", y el documento de Unidos Podemos establece que el aumento estaría destinado a aquellos con rentas del trabajo y del capital que suman más de 120.000 euros anuales.

"Para aquellos contribuyentes cuyas rentas totales superen los 120.000 euros, el tipo máximo aplicable a las rentas del capital superiores a 50.000 se elevará del 23 % al 26 %; y a partir de una base imponible total superior a 300.000 euros, se elevará hasta el 30 %", explica la propuesta de la coalición, que plantea también cambios en la tributación de las rentas del trabajo: se aumentaría "del 45 % actual al 48 % el tramo de las rentas  comprendidas entre 120.000 y 150.000 euros; hasta el 50 % el tramo entre 150.000 y 300.000 euros; y hasta el 52 % las rentas por encima de 300.000 euros". "Básicamente, esto supone recuperar para las rentas más

altas los mismos tipos que había en 2014", recuerda Unidos Podemos.

El impuesto que más modificaciones experimentaría si se pusiera en marcha la reforma fiscal que propone Unidos Podemos sería el impuesto de sociedades, que en su formato actual permite que grandes bancos como el Santander o Bankia no tributen nada por él. El Gobierno y la coalición están de acuerdo en establecer un suelo del 15% para este impuesto, pero Unidos Podemos quiere además que este mínimo de tributación crezca "hasta el 20 % en el caso de las entidades financieras y de las empresas de hidrocarburos, que ya cuentan con un tipo nominal más elevado en este impuesto y que, además de tener grandes beneficios, han recibido un constante apoyo del Estado en forma de rescates, infraestructuras y subvenciones". Por su parte, empresas como las tecnológicas "que facturen al año más de 750 millones de euros" pagarían un impuesto adicional del 3% sobre su facturación en España.

Eliminar los "privilegios fiscales" de la Iglesia

En contrapartida, Unidos Podemos propone "bajar tres puntos porcentuales el tipo nominal a las pymes que tienen una cifra de negocio de menos de un millón de euros anuales", y pone en el punto de mira la legislación actual de figuras como las sicav o las socimis: en el caso de las primeras, se dotaría a la Agencia Tributaria de competencias para vigilar de cerca que cumplen con la legislación, y para las segundas se plantea "eliminar los privilegios fiscales de los que disfrutan (tipo impositivo del 0 % en el impuesto de sociedades, y una bonificación del 95 % en el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados) y que el beneficio no distribuido quede sometido al tipo general del impuesto de sociedades, con un tipo efectivo de, al menos, el 20 %". Con estas y otras modificaciones, "el Estado aspiraría a ingresar unos 4.000 millones de euros adicionales" al año, asegura Unidos Podemos.

El IVA, por el contrario, perdería recaudación, ya que el planteamiento de la coalición morada es incluir más productos que ahora se encuentran gravados con el tipo general del 21% en los tipos reducido (10%) y superreducido (4%). "Uno de los ámbitos donde esto es más grave, porque además entronca con una fuerte discriminación sexual, es en el IVA que soportan los productos de higiene femenina, como las compresas y los tampones", que pasarían a estar gravados al 4%. Del 21% al 10% pasarían, por ejemplo, "los servicios veterinarios".

La Iglesia católica también vería modificado su régimen impositivo de ponerse en marcha la reforma fiscal propuesta por Unidos Podemos, que exige al Gobierno "acabar con los privilegios fiscales" de la confesión. Así, la coalición plantea la necesidad de "eliminar la exención del IBI de los bienes de la Iglesia" a excepción de "los inmuebles afectos al culto, los bienes cuya finalidad principal sea su utilización por parte de Cáritas para la acción social u otro tipo de bienes que gozan de dicha exención por motivos generales", lo que aumentaría en unos 500 millones de euros la recaudación de los ayuntamientos y, además, "supondrá un aliciente para que la jerarquía católica devuelva muchos bienes inscritos (inmatriculados) ilegítimamente, cuando vea que tiene que pagar por ellos los impuestos que tenemos que pagar los demás".

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