Sesión de control

Sánchez aprovecha los audios de Cospedal para exigir a Casado que rompa con el “turbio pasado del PP”

El presidente Pedro Sánchez y la vicepresidenta Carmen Calvo, en el Pleno del Congreso de los Diputados.

Fernando Varela

El Gobierno optó este miércoles por devolver la corrupción del PP a primera línea de la batalla política para plantar cara a los conservadores en la sesión de control aprovechando las grabaciones que han sacado a la luz los contactos secretos entre María Dolores de Cospedal, cuando era secretaria general del PP, con el entonces comisario José Manuel Villarejo para intentar conseguir información sobre la investigación de la trama Gürtel y supuestamente tratar de obstaculizarla.

Primero fue el presidente Pedro Sánchez, en respuesta al líder del PP, Pablo Casado, el que pidió al líder conservador que rompa “con el pasado más turbio del PP” y al que preguntó “qué favores debe” a “algún diputado o diputada de su grupo”, en alusión a Cospedal, “para no luchar contra la corrupción y abrir de una vez por todas la regeneración en el PP”.

Sánchez recordó a Casado el origen de la moción de censura que acabó con el Gobierno de Rajoy, que “sigue sin querer entender” y que no es otro, subrayó, que la necesidad de obligar al Gobierno anterior a asumir su responsabilidad ante los casos de corrupción del PP. “La pregunta es qué está haciendo usted para regenerar al partido que dirige”, insistió el presidente.

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Más lejos fue la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en respuesta a la portavoz del PP en el Congreso, Dolors Montserrat, y a la diputada Beatriz Escudero, a las que exigió explicaciones por las conversaciones entre Cospedal y Villarejo. “Hoy, en vez de preguntar, tendrían que contestar”, les reprochó. “Es un mal día para usted”, señaló a Montserrat. “Todo su partido debería estar dando respuestas a todos los españoles de lo que hemos oído de la señora Cospedal” en vez de identificarse con el modelo de José María Aznar, “que tienes tres exministros en la cárcel”.

Y en respuesta a Escudero, que intentó hacer una encendida defensa de Cospedal, la vicepresidenta marcó las diferencias entre las responsabilidad de la exnúmero dos del PP y la hoy ministra de Justicia, Dolores Delgado, también afectada por las grabaciones ilegales del excomisario. Delgado, subrayó, era en 2009 “una ciudadana” grabada en un restaurante durante una conversación privada, mientras que Cospedal era secretaria general del PP, recibió al excomisario en su despacho de la sede del partido y le prometió “pagar” gestiones en relación con la investigación que se estaba llevando a cabo en aquellos momentos.

Pablo Casado no hizo referencia alguna al caso que afecta a su principal aliada para ganar la Presidencia del PP. Y abandonó el Pleno del Congreso de los Diputados evitando un día más hacer declaraciones a los periodistas.

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