El PP tacha de "desvergüenza" que Sánchez apruebe medidas hasta las elecciones... como hizo Rajoy en 2015 y 2016

La intención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de aprovechar los consejos de ministros de las próximas semanas –los últimos antes de las elecciones generales– para aprobar decretos con medidas sociales ha soliviantado a la oposición y, especialmente, al PP. Este martes, el secretario general de los conservadores, Teodoro García Egea, calificó de "desvergüenza" que Sánchez, según entiende, vaya a ofrecer "mítines" semanales en la Moncloa, mientras la vicesecretaria de comunicación del partido, Marta González, lo tachó de "verdaderamente inaudito". No obstante, aprobar medidas en las semanas previas a las elecciones no es, ni mucho menos, inhabitual: el propio PP, en 2015 y 2016, dictó varias en lo que González considera "el tiempo de descuento" de la legislatura.

Fue la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien confirmó este martes que la hoja de ruta del Gobierno en las próximas semanas pasa por aprobar varios decretos con medidas de recuperación de derechos laborales y retributivos, derogar algunos aspectos de la reforma laboral y poner en marcha medidas de fomento de la igualdad. El Ejecutivo ha recibido varios avisos desde su izquierda: pese a que ha prometido que apoyará los decretos si contienen medidas de carácter social, Unidos Podemos ha acusado a Sánchez de utilizar "la Moncloa para hacer campaña", mientras que los sindicatos se han mostrado temerosos de que la modificación de la reforma laboral que tiene pensada el Ejecutivo solo incluya cambios menores.

Pero las principales críticas a Sánchez han venido de su derecha y, especialmente, del PP. Pese a que el Gobierno mantiene todas sus competencias hasta la celebración de las elecciones, García Egea aseguró este martes que el "mandato" del Ejecutivo "hace tiempo que se acabó", y exigió a Sánchez que "por lo menos en el Consejo de Ministros tenga la vergüenza de poner el logototipo del PSOE, porque ya es lo único que le falta para demostrar que están siendo mítines teledirigidos todos los viernes". En la misma línea, el exportavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, aseguró que, cuando gobernaba, el PP solo aprobó "medidas ocasionales" cuando había convocado elecciones y "siempre en situaciones de emergencia", y tachó de "deleznable" la intención del Gobierno.

Es cierto que, desde la restauración de la democracia, la Diputación Permanente del Congreso –el órgano que gestiona las atribuciones de la Cámara baja cuando esta está disuelta o fuera del periodo de sesiones– solo ha tenido que convalidar tres decretos del Gobierno una vez celebradas las elecciones: lo hizo el 26 de junio de 1986, el 23 de junio de 1993 y el 25 de marzo de 1996. Pero también es verdad que el PP no tuvo reparos en aprobar diferentes medidas en los meses previos a las dos últimas elecciones generales, una vez ya había anunciado la fecha de los comicios.

2015 es un buen ejemplo de que esta actividad preelectoral no es exclusiva de Sánchez. El anterior presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció el 1 de octubre de 2015 en una entrevista en televisión que convocaría las elecciones el 20 de diciembre de ese año. Prácticamente un mes más tarde, el 26 de octubre, Rajoy firmó el decreto de disolución de las Cortes para llamar oficialmente a las urnas en esa fecha. Pero en ese mes de octubre, al Gobierno le dio tiempo a aprobar varios decretos y medidas.

La primera de ellas la anunció Rajoy ese mismo día 1 de octubre, en la misma entrevista en la que confirmó la fecha de las elecciones. El Gobierno aprobó al día siguiente un decreto que impedía a los bancos el cobro de una doble comisión por sacar dinero en efectivo de un cajero automático de una entidad ajena al banco que emitió la tarjeta. El decreto impedía al banco propietario del cajero cobrar una comisión directamente al cliente, pero le permitía repercutírselo a la entidad emisora de la tarjeta y dejaba en manos de esta decidir si cargaba o no la tasa al usuario. La norma fue convalidada por el Congreso –que aún no estaba disuelto– dos semanas después, el 14 de octubre.

El impuesto al sol o la Agencia de Investigación

El Gobierno de Rajoy también aprobó en el tiempo de descuento una de sus medidas más controvertidas y, a la vez, más simbólicas de la legislatura en la que tuvo mayoría absoluta: el impuesto al autoconsumo eléctrico, conocido por sus detractores como impuesto al sol. La medida fue aprobada por decreto el 9 de octubre de 2015, apenas unas semanas antes de que se disolvieran las Cortes, y no fue derogada hasta tres años después, en octubre de 2018, cuando el Gobierno de Sánchez decidió acabar con ella... también por decreto.

Otro decreto que se aprobó en los últimos días antes de que Rajoy convocara elecciones fue el que permitió a los enfermeros recetar medicamentos que no precisen receta médica, una antigua reivindicación del sector, que había amenazado con iniciar una huelga de celo en plena campaña de vacunación de la gripe si sus peticiones no se veían satisfechas. Y el 4 de diciembre, con las Cortes ya disueltas y a punto de iniciarse la campaña electoral, el Gobierno aprobó otro decreto para desarrollar la Ley de Financiación del Cine que, entre otros asuntos, aborda las ayudas y subvenciones a la creación de películas.

Pero, además de los decretos, Rajoy puso en marcha otro tipo de medidas en las últimas semanas antes de las elecciones de 2015. A finales de noviembre, por ejemplo, el Gobierno aprobó la creación de la Agencia Estatal de Investigación, que debería haber estado funcionando desde el año 2012. Y a principios del mismo mes, el Ejecutivo aprobó una "estrategia para personas sin hogar", un plan sin memoria económica ni presupuesto destinado a plantear objetivos generales para ayudar a este colectivo.

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Subvenciones y ayudas en 2016

Y tal y como ocurrió en 2015, las semanas previas a las elecciones del 26 de junio de 2016 también sirvieron al Gobierno para aprobar varias medidas, incluso estando –en su caso sí– en funciones desde los comicios de diciembre del año anterior. En abril de 2016, por ejemplo, el Ejecutivo aprobó el Programa de Estabilidad Presupuestaria 2016-2019 para presentárselo a Bruselas, lo cual le permitió presumir de las cifras de crecimiento macroeconómico de España.

Asimismo, el Consejo de Ministros tiró de chequera durante las semanas previas a la repetición de las elecciones. El 13 de mayo, apenas mes y medio antes de los comicios, el Gobierno aprobó la convocatoria de subvenciones para ONG por un importe de más de 231 millones de euros, y una semana antes, el 6 de mayo, el Ejecutivo había aprobado destinar cinco millones de euros para reparar los daños causados por el terremoto que había sacudido Melilla cuatro meses antes, en enero de 2016. La última de estas disposiciones presupuestarias fue anunciada el 3 de junio, a escasas tres semanas de las elecciones, cuando el Consejo de Ministros autorizó la convocatoria de ayudas para la minería de carbón por un valor de 25,3 millones de euros.