Infancia

España se sitúa a la cabeza de Europa en pobreza infantil y a la cola en políticas para solucionarla

Imagen de archivo de un aula escolar.

Si comparamos la situación de la infancia en España con la situación de la infancia en Europa, nuestro país sale perdiendo. Y por mucho. De hecho, suspende en casi todos los indicadores: la tasa de pobreza infantil es muy superior a la media de los países de nuestro entorno, los casos de sobrepeso y obesidad de los niños y niñas españoles son de los más frecuentes de Europa, la desigualdad supera la media y las prestaciones son mucho más limitadas. Así lo concluye la organización Save the Children, que este lunes, con motivo de su centenario, presentó un informe titulado La Infancia Marca. Análisis de los derechos de los niños y las las niñas durante los últimos 100 años de historia de España [que se puede consultar en este enlace] y una comparativa de la situación de la infancia en España con respecto a Europa [disponible aquí]. 

No es algo nuevo. De hecho, la pobreza infantil en España es un problema estructural. Así se evidencia en el informe y así lo subraya Carmela del Moral, analista jurídica de derechos de infancia de la organización. "En España la pobreza infantil es un problema estructural. Ya había niveles muy altos antes de la crisis", asegura en conversación con infoLibre. Pero a la falta de soluciones de raíz a un problema existente se han sumado las consecuencias de la crisis y la falta de acciones dirigidas a paliar las dificultades. "El principal problema que detectamos es que en España faltan políticas que tengan su foco en la infancia y la familia, tanto en inversión como en medidas específicas", añade. 

Como ya denunció la organización hace algunas semanas, desde las instituciones no se ha hecho demasiado. Y eso que el problema es palpable por muchas familias españolas. Según una encuesta realizada junto a la agencia de investigación 40dB, el 84% de los ciudadanos opina que la pobreza de los menores no es algo aislado. Y que afecta a la vida cotidiana. Así, por ejemplo, hay un 50,7% de personas que por dificultades económicas han reducido los gastos destinados al ocio y al tiempo libre y un 16% de españoles que no ha podido pagar el comedor escolar, la atención psicopedagógica o las clases de refuerzo que sus hijos necesitaban. 

El rostro de la pobreza, según Del Moral, ha cambiado de forma evidente. "Durante gran parte del siglo XX y hasta los años 80 y 90 se consideraba que el rostro de la pobreza era de una mujer mayor de 65 años. Sin embargo, los organismos internacionales dicen ahora que el rostro es de un niño o de un adulto muy joven", explica. Por eso hay que cambiar el foco. Sobre todo si España quiere ponerse al nivel de los países de su entorno, donde los indicadores analizados por Save the Children dejan a los menores europeos en un lugar bastante más favorable del que se encuentran los españoles. 

España, el tercer país de Europa con mayor tasa de pobreza infantil

Según Save the Children, un 28,3% de los niños y niñas españoles se encuentran en situación de pobreza. El porcentaje es preocupante: es muy superior al de la media europea, que se sitúa ocho puntos por debajo (en el 20,2%), y sólo es superado por Bulgaria y Rumanía (que tienen una tasa del 29,2 y del 32,2, respectivamente). Los países del norte de Europa son, por contra, los mejor situados: Dinamarca, con una tasa de pobreza que ronda el 10%, y Finlandia, donde el porcentaje asciende tan solo al 10,2%. 

Pero el dato preocupante no acaba ahí. "Ahora mismo, tener hijos te acerca más a una situación de pobreza que no tenerlos. Y lo que hace falta es que tener hijos no penalice a las familias", apunta Del Moral. Y es que los datos son concluyentes. En España, el 26,3% de los hogares donde hay menores tienen riesgo de caer en la pobreza. Un porcentaje, de nuevo, muy por encima de la media europea (situada en el 18,6%) y sólo superada por Rumanía (28,1%). 

Y este riesgo de pobreza es aun mayor si se trata de familias monoparentales encabezadas por mujeres. Según datos de Eurostat recopilados por Save the Childrencuatro de cada diez familias encabezadas por una mujer está en riesgo de pobreza y un 25% ya vive en situación de pobreza severa. La organización denunció además que la pobreza que afecta a las madres solas es persistente. El 29,5% de las familias encabezadas por una mujer lleva atrapada en el círculo de la pobreza al menos dos de los últimos tres años. Una situación que complica el día a día porque más de la mitad de estas mujeres no es capaz de afrontar gastos imprevistos. Así, un 17,6% ha tenido retrasos en los pagos del alquiler o la hipoteca y un 8% no consigue comer carne, pescado o su equivalente vegetariano cada dos días. 

"A los problemas de pobreza infantil en España se le unen problemáticas relacionadas con el coste de la vivienda, con la salud y con la desigualdad", lamenta Save the Children. De este modo, el 13,4% de los hogares españoles con menores a cargo tiene un sobrecoste de vivienda. ¿Qué significa esto? Según explica Del Moral, "el sobrecoste de vivienda se da cuando la familia destina más del 40% de su renta a pagar su casa". De este modo, el 60% restante se destinaría a cubrir el resto de los gastos. 

Una desigualdad hereditaria

No obstante, no todos los menores están en esta situación. Como ya advirtieron varios organismos en otras ocasiones, la recuperación económica de la crisis que comenzó en el año 2008 no ha llegado a todo el mundo, pero sí a algunas personas. Concretamente, a las que menos dificultades tenían. Lo denunció Oxfam Intermon el pasado mes de enero, cuando concluyó que la desigualdad que se acentuó durante la recesión no sólo no ha desaparecido, sino que ha condenado a miles de personas. Así pues, cada vez hay más pobres en términos numéricos. Pero también sufren más apuros económicos. En el polo opuesto, los ricos son cada vez más ricos.

Esto también ocurre en la infancia. La desigualdad —medida a través del índice de Gini— entre los menores españoles se sitúa muy por encima de la media europea y sólo superada por Bulgaria, Lituania y Letonia. Pero lo peor es que esa desigualdad es muy difícil de combatir porque, según Del Moral, quien nace en la pobreza está condenado a vivir en ella. La igualdad de oportunidades, por tanto, no existe. O no de la manera que debería. "La pobreza todavía se hereda. El 80% de los niños que nacen siendo pobres serán adultos pobres", lamenta. 

Lo dijo hasta la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su informe A Broken Social Elevator? How to promote Mobility. La institución concluyó que los españoles descendientes de familias con bajos ingresos pueden tardar hasta cuatro generaciones en alcanzar el nivel de ingresos medio. De este modo, añade Del Moral, hay niños "que tienen su presente y su desarrollo afectados y amenazados y que en el futuro mantendrán esa situación de pobreza". 

Menos prestaciones que en ningún otro lugar de Europa

Y esto ocurre y perdura porque en España no hay políticas destinadas a paliar la situación. De hecho, según los datos que publicó este lunes Save the Children, la prestación por hijo a cargo, que es la única prestación a nivel estatal orientada a la infancia, es la más baja de Europa. Es de 28,5 euros al mes para familias en situación de pobreza y de 49 euros para las que se encuentran en situación de pobreza severa. En Dinamarca, en cambio, la ayuda a familias en situación de pobreza se sitúa en 395,7 euros mensuales. 

"Además de tener la prestación por hijo a cargo más baja de Europa, somos el país donde menos sirve para sacar a la gente de la pobreza", critica Del Moral. Así, según las estadísticas, la tasa de reducción de la pobreza en España antes y después de las transferencias se sitúa en el 11,7%. La media de los Veintiocho, en cambio, es del 38,2%. 

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Al no funcionar, Del Moral establece que, para que lo haga, es necesaria "una visión transversal y más sistémica del apoyo a la infancia, además de a las familias". Y concreta: "ayudas a la conciliación, como escuelas gratuitas de 0 a 3 años, jornadas de trabajo más flexibles o permisos más amplios". "Que algo sea estructural no significa que sea natural. No estamos condenados a tener entre un 20% y un 30% de niños en situación de pobreza", sentencia.

Con esta situación, parece evidente que las tasas de natalidad en nuestro país sean de las más bajas de todo el continente. Si bien el número de hijos por mujer ha descendido en todos los países del entorno, en España es especialmente preocupante. Según los datos que hizo públicos Eurostat el pasado mes de marzo, España se ha convertido en el segundo país de la Unión Europea con la tasa de fertilidad más baja. Equivale, concretamente, a 1,31 hijos por mujer. Y es que las mujeres españolas son madres cada vez más tarde y, además, tienen a su primer hijo con bastante más edad que antes. De hecho, España es el país de Europa en el que hay más madres que tienen a su primer hijo con más de 40 años

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