26M | 'Superdomingo' electoral

¿Amplió o no Más Madrid la base electoral de la izquierda en la Comunidad de Madrid?

El candidato de Más Madrid a la Comunidad de Madrid, Íñigo Errejón, junto a la candidata del partido a la alcaldía, Manuela Carmena.

La derecha recuperó este domingo la mayoría electoral en la Comunidad de Madrid. Y es que, a pesar de llevar gobernando la autonomía desde noviembre de 2003, lo cierto es que el bloque de la derecha hace cuatro años perdió en votos. No en escaños puesto que obtuvo 65, uno más que la izquierda, pero sí en votos. En el año 2015, 1.436.092 madrileños votaron al PP y Ciudadanos, pero 1.531.289 —95.197 más— optaron por la papeleta del PSOE, la de Podemos o la de IU que, a pesar de no obtener representación en la Asamblea por no llegar al 5% de los votos, consiguió 132.207 apoyos. Antes del 26M, Iñigo Errejón y sus partidarios aseguraron que la presentación de Más Madrid, lejos de ser contraproducente, "ensancharía" la base electoral de la izquierda ya que muchos más electores tendrían una candidatura en la que sentirse representados. A la vista del resultado, ¿ocurrió realmente así?

La suma entre Podemos e IU en 2015 cosechó 723.904 votos; la de Más Madrid y Unidas Podemos-IU en 2019, 650. 584. Son 73.320 votos que se quedan por el camino. Una pérdida de un 10% de apoyos. En una primera lectura, por tanto, cabe concluir que la apuesta de Errejón no sirvió para "ensanchar" el electorado de la izquierda a la izquierda del PSOE.

Pero también es cierto que el contexto ha sido de fuerte retroceso del espacio Unidas Podemos e IU este 26M. De hecho, el apoyo a ambas formaciones –que en siete comunidades se presentaron por separado y en otras cinco juntas– retrocedió de media un 50,52% en las otras once comunidades donde se votó este 26M (sin contar Madrid). Así que también es legítimo concluir que, aunque no para ensanchar espacio, Más Madrid ayudó a retener voto de electores situados en ese espectro ideológico y que no se fueron a otras formaciones o a la abstención.

Una pérdida trasladada al PSOE

La izquierda en la Comunidad de Madrid obtuvo prácticamente el mismo número de votos en 2019 que en 2015: sólo perdió 669 papeletas (1.530.620 frente a 1.531.289). Estas cifras son las mejores de las dos últimas décadas. Pero hubo un significativo movimiento interno dentro de ese bloque de izquierdas: con respecto a 2015, los socialistas ganaron un total de 72.651 votos (880.036 frente a los 807.385), que sin embargo no les valieron para sentar a ningún diputado más en la Asamblea de Madrid. El partido mantendrá en esta legislatura los 37 que ya tenía en la anterior. Por su parte, a la izquierda del PSOE se produjo una bajada casi idéntica: de 73.320 sufragios (los 544.858 votos que perdió Unidas Podemos-IU fueron más que los 471.538 que reunió Más Madrid). 

En todo caso, el factor esencial que explica el resultado electoral es que el bloque de la derecha consiguió claramente más apoyo que en 2015. PP, Ciudadanos y Vox sumaron 1.624.856 votos (el 50%), 188.764 más que en 2015. Es, de hecho, el segundo mejor resultado que este bloque ideológico obtuvo en las últimas cinco elecciones autonómicas de Madrid (el mejor lo consiguió en 2011 con 1.737.361 votos que se tradujeron en 80 escaños). Un resultado, a la vez, superior a la media de estas dos décadas, que se sitúa en 1.527.825. 

La derecha, por tanto, consiguió este domingo 189.433 apoyos y 4 diputados autonómicos más que la izquierda. Los 68 escaños que suman PP (con 30), Ciudadanos (con 26) y Vox (con 12) constituyen, de este modo, una mayoría absoluta, que previsiblemente se traducirá en la investidura de la candidata conservadora, Isabel Díaz Ayuso, como presidenta de la Comunidad de Madrid. Y esto ocurrirá a pesar de que los de Pablo Casado se han dejado por el camino 335.538 votos y 18 escaños. Una pérdida paliada por el ascenso de Ciudadanos (que obtiene 239.203 apoyos y 9 diputados más) y de Vox (que irrumpe en la Comunidad ganando 285.099 votos y 12 escaños). 

2011, el año de la mayor brecha

La derecha obtuvo sus mejores resultados en la Comunidad de Madrid en 2011, precisamente el año en el que la izquierda se desplomó por completo. El PP de Aguirre y UPyD sumaron entonces 1.737.361 apoyos que les valieron para sentar a 80 diputados en la Asamblea de Madrid. Los otros 49 hasta completar los 129 huecos que había entonces (este domingo se elegía a 132 diputados) fueron a parar a los candidatos presentados entonces por el PSOE de Tomás Gómez y por la lista de IU que encabezó Gregorio Gordo. Estos dos partidos sumaron entonces 1.074.004 apoyos, 663.357 menos que la derecha. 

Pero ese fue un año, además, en el que la participación en los comicios fue muy baja. De hecho, en 2011 se registró el segundo peor dato de movilización de los últimos cinco comicios: 2.921.777 personas acudieron a las urnas, un 66% del electorado.

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La cifra, no obstante, fue peor en las elecciones celebradas en octubre de 2003: en ese momento, la participación se situó en el 62,5%. Votaron 2.729.189 personas. La explicación es que se trató de una repetición electoral en circunstancias extraordinarias. Meses antes, en junio, dos diputados socialistas se ausentaron el día de la investidura y Rafael Simancas no se convirtió en presidente a pesar de que PSOE e IU tenían mayoría absoluta. Es lo que se conoce como tamayazotamayazo, que provocó la convocatoria de las nuevas elecciones en el mes de octubre. 

Este domingo, la participación fue mucho mayor. Fue, de hecho, la mejor en las últimas cinco elecciones. El 26M acudieron a las urnas 3.231.677 personas, un 68% del censo

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