El debate de investidura

El PSOE aprovecha la crisis de Ciudadanos para incrementar la presión en busca de la abstención de Rivera

El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, durante la rueda de prensa ofrecida tras la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal.

Con las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez sin avances con Unidas Podemos (42 escaños) y con la vista puesta en que el pleno tiene que convocarse "pronto", el Partido Socialista (123) dirigió este lunes la mirada al Partido Popular (66) y Ciudadanos (57). "El bloqueo no es una opción", advertía en rueda de prensa en Ferraz el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. A los conservadores, horas después de que Pablo Casado reiterara a Pedro Sánchez en la Moncloa que no podía contar con los apoyos de sus diputados para la investidura, el dirigente socialista les reclamó no jugar a ser "un partido antisistema". Más duro fue con la formación naranja, que este lunes vivió una de sus jornadas más amargas con bajas significativas motivadas por los pactos con la ultraderecha de Albert Rivera y su negativa a permitir que Sánchez sea investido presidente.

Los socialistas han visto en la fuerte crisis interna que atraviesa Ciudadanos una buena excusa para incrementar la presión en busca de su abstención en la investidura. Esto quedó claro en la comparecencia de Ábalos ante la prensa.

A ojos de los socialistas, el "veto al PSOE" por parte de Cs es "incomprensible". Por ello, Ábalos demandó a Rivera "que escuche a su partido". "Se lo han dicho fundadores de su partido, algunos de sus grandes fichajes y sus correligionarios liberales en el extranjero. ¿Cuántos Valls, Roldán y Nart y cuántos desmentidos de Macron hacen falta para que recapacite?", hurgó en la herida del partido naranja.

Pero no se quedó ahí. Y sin abandonar el hilo argumental del malestar interno en la formación de Rivera, el socialista afeó al partido en el que buscan apoyo para la investidura del presidente en funciones que haya "prescindido de los órganos territoriales" en la negociación de los pactos posteriores a las autonómicas y municipales.

"Han sacrificado la credibilidad de muchos de sus dirigentes territoriales para no defraudar al PP", disparó el secretario de Organización de los socialistas.

La postura de Cs respecto a la investidura ya no es monolítica

Las palabras de Ábalos entroncaban con la forma en la que Toni Roldán anunciaba horas antes su marcha de Cs. "¿Cómo vamos a superar la dinámica de rojos [color con el que se identifica al PSOE] y azules [color con el que se identifica al PP] si nos convertimos en azules?", había lamentado el ya exportavoz económico de la formación naranja desde el Congreso de los Diputados.

Para Roldán, el partido que él conoció no es el mismo que ahora lidera Rivera. "No me voy porque yo haya cambiado, sino porque Ciudadanos ha cambiado", dijo. Una queja que tuvo pronta respuesta por parte de Inés Arrimadas, portavoz de los naranjas en el Congreso, quien recordó a Roldán que la estrategia de Cs había contado con su voto a favor y que si en algo ha cambiado Ciudadanos es en que ha pasado de 32 a 57 escaños en unas elecciones generales.32 a 57 escaños

De momento, la presión del PSOE no ha logrado efecto alguno sobre Ciudadanos. Rivera dio plantón a Sánchez cuando éste le convocó la semana pasada para hablar de la investidura con el argumento de que en Moncloa ya tenían claro el 'no' de Cs. Y Arrimadas se ratificó en ese 'no' porque, justificó, así lo había decidido en su día la Ejecutiva del partido "por unanimidad". Y porque también lo habían decidido así los más de cuatro millones de españoles que les votaron en las generales. Lo que no contó la dirigente de Ciudadanos a los periodistas –la dirección del partido informó después– es que esa decisión está empezando a dejar de ser monolítica.

Este lunes, a petición de Luis Garicano y Javier Nart, se produjo una votación en la Ejecutiva para revisar la estrategia del partido en relación con la investidura. Esta vez, Cs no puede hablar de unanimidad: 24 votos a favor de mantener la estrategia del 'no' a Sánchez, cuatro en contra y tres abstenciones. Es decir, algo más del 22% de la dirección del partido no apoya la línea marcada por Rivera. Este contexto es clave para explicar que los socialistas sigan buscando un viraje de la postura de Rivera.

¿Dos plenos de investidura en julio?

Los estrategas de la Moncloa han llegado a barajar la posibilidad de dos plenos de investidura en el mes de julio para trasladar el mensaje de que si Sánchez no es elegido pronto, iremos a un adelanto electoral. Es una especie de ultimátum del estilo 'o hay presidente del Gobierno en julio o vamos a una nueva convocatoria electoral'. Sin dejar margen hasta septiembre para un nuevo intento de investidura.

Esta operación tiene sus incovenientes: el principal, que es el rey quien decide a quién le encomienda la labor de formar gobierno. De forma que, tras un primer fracaso, lo lógico es que Felipe de Borbón iniciase una nueva ronda de contactos con los líderes de los partidos, para ver si alguno estaría dispuesto a cambiar el sentido del voto. Y sólo en ese caso tendría sentido poner fecha a una segunda sesión de investidura.

Sin embargo, argumentan en Moncloa, "trasladaría una cierta imagen de irresponsabilidad" que tras una fracasada sesión de investidura, los políticos decidiesen irse de vacaciones en agosto, a la espera de ver qué ocurre a la vuelta del verano.

La Constitución establece que, transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura, si no hay presidente se convocan automáticamente elecciones. Fue lo que ocurrió en la primavera de 2016. Si esa primera votación se termina celebrando en la segunda semana de julio, el reloj se pondría en marcha con el horizonte de una convocatoria electoral antes del 15 de septiembre.

Al PSOE, dijo Ábalos, no le interesan otros comicios y el partido hará todo lo que esé en su mano para hacer valer y para que se respeten "los resultados de las elecciones" del pasado 28 de abril.

El dirigente socialista insistió en que para que haya un Gobierno "pronto" ha de haber una investidura "pronto". Pero no quiso mojarse sobre una fecha concreta.

Sin respuesta de Podemos

Los socialistas apretaron este lunes de forma especial a Ciudadanos, una estrategia que ya llevan desplegando varios días con Unidas Podemos. Si en el caso del partido naranja el PSOE ha encontrado un filón en su crisis interna, en el caso de la formación de Pablo Iglesias el foco está puesto en el convencimiento de que a los morados no les interesa nada ir a unas nuevas elecciones porque todas las encuestas coinciden en que bajarían aún más su representación en el Congreso de los Diputados. Y desde Moncloa se difundió en los últimos días la idea, a través de varios medios, de que es la ambición personal de Iglesias de estar en el Consejo de Ministros la que bloquea la negociación.

Si a PP y Cs el PSOE les ofrece la posibilidad de poner en marcha la legislatura para que ellos puedan empezar a ejercer ese papel de líderes de la oposición por el que se pelean, para Unidas Podemos la oferta sigue siendo la de erigirse en "socio programático prioritario". Y las condiciones son las mismas que la semana pasada: poder llegar a entendimiento en el plano parlamentario, en el plano programático y en el plano de la representación institucional. Una representación institucional que no pasa por que miembros de Unidas Podemos entren en el Consejo de Ministros, sino en segundos niveles de la Administración. Sobre este asunto, el socialista Ábalos subrayó que "más allá de las personas, lo que quedan son las políticas". Y recordó que el PSOE ha hecho una propuesta de "Gobierno de cooperación" a Iglesias y que ahora toca que este responda.

Por su parte, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, sigue exigiendo un Gobierno de coalición. En este sentido, reclamó a los socialistas que se sienten a hablar de programa y equipos para formar ese gobierno de coalición y deje atrás presiones y "dinámicas de ruido". "Toca proteger las negociaciones, no compartimos el estilo de mandar mensajes a través de medios de comunicación. Hemos aprendido la lección de 2016", sostuvo Iglesias en una entrevista en Radiocable, recogida por Europa Press. "No es sensato negociar así, como si fuera un partido de tenis", afeó al PSOE. Unidas Podemos, dijo, no va a entrar en "dinámicas de provocación".

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Horas más tarde, en una entrevista concedida al espacio Más Vale Tarde (laSexta), Iglesias quiso lanzar una advertencia a Sánchez y, de paso, exigirle que se siente a negociar con él: ir a una investidura sin apoyos sería una "irresponsabilidad". La frase, recordó, no es suya, sino del presidente del Gobierno en funciones cuando, en agosto de 2016, daba consejos a Mariano Rajoy.

 

 

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