La legislatura, bloqueada

Sánchez traslada a Iglesias el dilema de acordar una solución intermedia o cargar con el fracaso de las negociaciones

Pedro Sánchez saluda a los asistentes al acto político en el que hizo pública su oferta de acuerdo a Unidas Podemos.

Quedan pocos días para saber si es posible un entendimiento entre el PSOE y Unidas Podemos que evite la repetición de las elecciones. Así que la preocupación de los estados mayores de ambas fuerzas es máxima, sobre todo si se impone el desacuerdo, porque ninguno de los líderes de los que depende la negociación, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, quiere aparecer ante la opinión pública como el intransigente que en última instancia es responsable de la ruptura.

El movimiento de Sánchez de este martes busca precisamente eso: explorar una última posibilidad de acuerdo de manera tal que, si no fructifica, siente las bases de un escenario que señale a Iglesias como el culpable principal del fracaso. Tomada definitivamente la decisión de no aceptar el gobierno de coalición que propone Unidas Podemos —al menos eso aseguran fuentes de su entorno más próximo—, el líder del PSOE renuncia al Gobierno monocolor y recupera con una nueva fórmula la propuesta que ya trasladó a UP el pasado mes de junio: puestos institucionales importantes pero no en el Consejo de Ministros.

Sánchez evitó precisar más su oferta con la excusa de que se reserva los detalles para la reunión con la formación morada, pero sí adelantó su intención de ofrecer a los de Iglesias “responsabilidades capitales al frente de instituciones muy relevantes y órganos no supeditados al Consejo de Ministros” desde los que UP pueda ejercer “altas responsabilidades”. “La gobernanza del país no se limita al Consejo de Ministros”, explicó, “sino que incluye relevantes instituciones que tienen encomendadas funciones muy destacadas en ámbitos que van desde lo social a lo fiscal, de lo jurídico a lo energético”.

Unidas Podemos estudia ya el documento de propuestas y confirmó inmediatamente su disposición a acudir a la reunión del jueves, si bien en ella insistirán en pedir un Gobierno de coalición.

¿De qué está hablando Sánchez? En diferentes ocasiones fuentes de Moncloa y del PSOE especularon después de las elecciones con la posibilidad de ofrecer a Unidas Podemos puestos de segundo o tercer nivel en los ministerios —secretarías de Estado o direcciones generales con peso presupuestario—, altos comisionados de gran relevancia pública —memoria histórica por ejemplo— e incluso el mando de determinadas empresas públicas, todo en aplicación de un deseo compartido de buscar “fórmulas imaginativas”.

La expresión utilizada este martes por Sánchez —instituciones en “ámbitos que van desde lo social a lo fiscal, de lo jurídico a lo energético”, parece apuntar a órganos reguladores y de control como el Consejo Económico y Social o la Comisión Nacional de la Competencia.

En eso consiste la “tercera vía” que propone el presidente en funciones. El PSOE cedería en su apuesta por un Gobierno monocolor; UP haría lo propio en su demanda de un Gobierno de coalición. Son “posiciones diferentes, pero absolutamente respetables”. Así que “las dos fuerzas deberíamos aceptar lo obvio: de poco sirve insistir en un argumento cuando la otra parte lo rechaza de plano”, aseguró en la presentación de su propuesta en un centro de convenciones en Madrid y con una escenografía y formato propios de un acto preelectoral.

“No compartimos tanto como para gobernar juntos; pero sí los suficientes propósitos sociales como para no darnos la espalda. No hay condiciones hoy para convertirnos en socios de gobierno, pero eso no tiene por qué transformarnos en adversarios”, defendió. Hay que “encontrar fórmulas de entendimiento que, sin satisfacernos plenamente ni a unos ni a otros, posibiliten materializar la principal meta que nos une: poner en marcha un Gobierno progresista”.

Remover los argumentos de UP

La estrategia de los socialistas busca remover los argumentos que plantea Unidas Podemos para exigir su presencia en el Ejecutivo. Primero ofreciendo un punto intermedio entre el Gobierno monocolor y el de coalición. Y, segundo, ofertando una batería de mecanismos de supervisión y control para que la formación morada pueda asegurarse de que los acuerdos se van a cumplir y, en caso contrario, disponer de órganos para denunciarlo.

Un “riguroso sistema de garantías”, explicó Sánchez este martes. “Con evaluación y control del grado de cumplimiento dentro del Gobierno a través de la creación de una Oficina de Cumplimiento del Acuerdo, dependiente del Ministerio de Hacienda”. A la que se sumarían, en el Congreso y el Senado, sendas Comisiones de Seguimiento y Actualización. Y, “como máxima garantía, un mecanismo de verificación reforzado, en el que participe la sociedad civil,”.

“Hemos tratado de atender a las tres preocupaciones expresadas por UP” con “un programa acordado”, con “garantías absolutas de cumplimiento” y aceptando que tengan “acceso al ejercicio del poder o, como lo expresan ellos, negativa a ‘votos gratis”. “No recogemos ni la fórmula de coalición gubernamental reclamada por UP ni la preferida por el PSOE”, destacó, “pero atendemos las razones de ambos. Es un camino intermedio. Esta es nuestra propuesta del camino del entendimiento”: un acuerdo programático “exhaustivo, calendarizado, del que quedarían excluidas las políticas de Estado en las que existen discrepancias”; un “riguroso sistema de control del cumplimiento del mismo” y una “activa e importante participación de UP en la gobernanza del país a través de las instituciones que completan el ejercicio del poder ejecutivo”, enumeró.

Unidas Podemos insiste en un Gobierno de coalición para que "haya garantía" de cumplimiento del programa

Unidas Podemos insiste en un Gobierno de coalición para que "haya garantía" de cumplimiento del programa

Los negociadores del PSOE expondrán las tres propuestas a sus homólogos de Unidas Podemos en la reunión del próximo jueves. Con la intención, subrayó Sánchez, de definir “qué queremos conseguir juntos, de forma tan amplia y detallada como seamos capaces de hacer”. Pensando no sólo en la investidura sino en “un programa de Gobierno común para una legislatura”.

“Si el problema que desde el inicio señaló Unidas Podemos es la desconfianza, construyamos confianza. Si para UP son precisas garantías, avancemos en ese camino, y establezcamos las máximas garantías de cumplimiento”, propuso. “Nuestra disposición al acuerdo es sincera y total” remarcó el presidente en funciones. “Si ha fallado la confianza, trabajemos en reconstruir la confianza. No hay ni una sola razón objetiva para que el 10 de noviembre haya otras elecciones”.

Fuentes de la dirección de Unidas Podemos avanzaron a infoLibre que estudiarán la propuesta programática de forma "exhaustiva, no como el PSOE hizo con el documento que nosotros presentamos"documento, y confirmaron su disposición a acudir "como siempre" a las reuniones que se convoquen con el fin de intentar un acuerdo.

Más sobre este tema
stats