La XIV Legislatura

Casado exige a Sánchez que renuncie al grueso de su programa para lograr pactos de Estado con el PP

El líder del PP, Pablo Casado, en rueda de prensa tras reunirse con Pedro Sánchez en la Moncloa.

Yolanda González

El líder del Partido Popular, Pablo Casado, se reunió este lunes con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE)(PSOE), en su primera cita desde que el socialista fue investido jefe del Ejecutivo a comienzos de enero. La reunión sirvió para medir la temperatura de la relación entre el Partido Socialista y el principal partido de la oposición. Para constatar que nada se ha movido desde una sesión de investidura en la que el líder de los conservadores fue muy crítico con Sánchez. Así, mientras desde la Moncloa se ponía el acento en que el PP seguía instalado en su "estrategia de bloqueo", desde el PP lo negaban rotundamente poniendo el foco en que su líder había ofrecido un compromiso por España que incluía pactar los Presupuestos Generales del Estado si rompía con los independentistas.

Casado puso un alto precio a que su partido vaya de la mano del Ejecutivo para llegar a pactos de Estado. En la práctica, el presidente del PP exigió a Sánchez que renuncie al grueso de su programa político, del pacto con Unidas Podemos y de su discurso de investidura para que ambas formaciones avancen.

Así, demandó que renuncie a la mesa de diálogo con la Generalitat, que Quim Torra sea inhabilitado y que Dolores Delgado no sea nombrada fiscal general del Estado.

En ese sentido, aseguró que el nombramiento de Delgado y las modificaciones del Código Penal "a la carta" anulan "cualquier dialogo sobre el reforzamiento institucional".

En el plano económico, sus exigencias pasan por el mantenimiento de la reforma laboral del Partido Popular, que renuncie a las subidas de impuestos y que preserve la caja única de la Seguridad Social.

Otro de los bloques en el que Casado quiere un cambio de actitud de Sánchez y su equipo es el de la política internacional. Tres puntos citó al respecto: el reconocimiento de Juan Guaidó, que el ministro José Luis Ábalos aclare lo sucedido en su polémico encuentro en Barajas con Delcy Rodríguez y que defienda a Ceuta y Melilla.

El líder del PP mantuvo que si se dan estas condiciones, su partido se sentará a hablar. Puso especial enfásis en los Presupuestos.

"El PP es un partido de Estado, no sólo de Estado. También, de Gobierno. Por eso no puede limitarse a la crítica y quedarse de brazos cruzados" el tiempo que dure la legislatura, sostuvo.

En este sentido, quiso destacar que su formación es "el partido de los moderados" y que, en base a ello, él acudió este lunes a la Moncloa "con la mano tendida para llegar a acuerdos de Estado para que no tenga que depender de los independentistas y batasunos".

"La pelota está en el tejado de Sánchez", dijo.

Hora y media de reunión

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La reunión se extendió durante hora y media y tras la comparecencia de Casado la Moncloa tenía previsto una rueda de prensa de la ministra María Jesús Montero. No obstante, antes incluso de que Casado compareciese ante los medios, Moncloa ya difundió un comunicado criticando con dureza a Casado.

Antes de producirse el encuentro, en el PP aseguraban que Casado acudía a la cita con la intención de que el Gobierno socialista "vuelva a las posiciones de moderación y centralidad de las que se ha alejado tras su pacto con Esquerra Republicana de Cataluña y Bildu".

Las ideas iniciales del jefe de los conservadores eran mostrar su "preocupación" por la "degradación institucional que se ha producido en este mes de Gobierno de coalición". Abordar "la cuestión de Cataluña" y trasladarle "la preocupación de los españoles por la actual situación de frenazo económico y deterioro del empleo que se vive en España".

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