La crisis del coronavirus

Casado rompe puentes con Sánchez y desoye la oferta de unos nuevos Pactos de la Moncloa

El líder del PP, Pablo Casado, durante el debate de la segunda prórroga del estado de alarma.

El propio Pablo Casado, líder del Partido Popular, definió este jueves en sede parlamentaria la forma en la que su formación se ha ido distanciando del Gobierno desde que estalló la crisis del coronavirus. "En la primera votación del estado de alarma le dije que no estaba solo, en la segunda que esto no iba bien, y hoy le debo decir: así no". "Los españoles han cumplido con todo lo que les ha pedido, pero usted no ha cumplido con ellos", llegó a decir a Pedro Sánchez en su primera intervención en el Pleno que prorrogó por segunda vez el estado de alarma.

El principal partido de la oposición ha ido endureciendo su discurso a medida que han ido pasando los días. Y, este jueves, la tensión fue máxima. Casado acusó a Sánchez y a su portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, de intentar volar todos los puentes de colaboración con el Partido Popular. Pero en realidad, los puentes llegaban a esta sesión parlamentaria ya muy frágiles. Porque por mucho que el presidente del principal partido de la oposición acusara, sobre todo a Lastra, de haber dado "portazo" a la oferta de Sánchez de abrir el diálogo para intentar reeditar unos nuevos Pactos de la Moncloa, el PP ya llegaba al Pleno con esa puerta cerrada.

Casi de forma paralela al discurso de la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, destacados dirigentes conservadores recurrían a sus perfiles de Twitter para culparla de que esos nuevos pactos no vayan a llegar a buen puerto. "Adriana Lastra boicotea los Pactos de la Moncloa de Pedro Sánchez", escribía Cayetana Álvarez de Toledo.

La socialista había indignado al PP acusando a Casado de "dividir y generar desconfianza" en un momento tan delicado como el actual. De no pensar en las víctimas de la pandemia ni en los enfermos.

Sánchez había puesto fecha al inicio de las conversaciones para esos nuevos Pactos de la Moncloa "la semana que viene". Pese al poco entusiasmo que supone la oferta para los conservadores, Casado siempre acude a las llamadas del presidente. Pero ahora el PP no tiene claro que vaya a mantener la costumbre. Las relaciones parecen muy tocadas, casi rotas. Y sólo una rectificación de Sánchez y de su portavoz pueden hacer que haya un acercamiento, explican en el partido. "En política todo es posible, pero hoy se ha visto que estamos muy alejados y que van de farol cuando dicen que quieren nuestro apoyo", reflexiona un veterano dirigente conservador en conversación con infoLibre.

Fuentes del PP consultadas lamentan que el PSOE no se haya "retractado" y "disculpado" por decir que el partido "usa a las víctimas" y no defiende a los sanitarios. 

"No nos han pedido apoyo para la prórroga al estado de alarma, pero aún así se la vamos a aprobar por lealtad institucional y a pesar de sus insultos. Toda España ha visto que han querido volar todos los puentes con el partido que lidera la oposición. La responsabilidad es exclusivamente suya", añaden las citadas fuentes.

Con esto, si Sánchez había dejado en el tejado de PP la pelota con la invitación a acudir a esas reuniones, los conservadores intentan ahora devolvérsela agarrándose, sobre todo a la intervención de Lastra y al hecho de que el presidente del Gobierno no la desautorizara.

Dos 'culpables' para el PP: de Iglesias a Lastra

En este contexto, el PP justifica en la actitud de la portavoz socialista su distanciamiento del Gobierno. Hasta este Pleno, el principal partido de la oposición ubicada a Unidas Podemos y a su líder, Pablo Iglesias, como el principal obstáculo para firmar con Sánchez unos nuevos pactos de la Moncloa. Se negaban a caer en la "trampa" de prestar su apoyo para que a final se acabara imponiendo la agenda del partido morado. Esta idea también la dejó escrita el secretario general del PP, Teodoro García Egea, en Twitter antes de que Lastra subiera a la tribuna de oradores. "Sánchez los llama pactos de la Moncloa, pero en realidad son los pactos de Galapagar", puede leerse. Galapagar es el municipio madrileño en el que está ubicado el chalet en el que reside Iglesias junto a su familia.

El PP había competido en dureza con la extrema derecha de Vox. No obstante, en el PP niegan que su discurso haya ido siendo adaptado en los últimos días por su rivalidad con la extrema derecha. Fue Santiago Abascal, líder de Vox, quien subió a la tribuna para justificar su voto en contra de la prórroga del estado de alarma. Después, en declaraciones de los medios de comunicación, su portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, no aclaró si su partido participará en la reunión de la próxima semana.

El dirigente de Vox rechazó hacer "elucubraciones", alegando que es difícil anticipar una posición cuando ni siquiera saben en qué consisten los pactos que plantea el presidente. "Si pedimos su dimisión, es realmente difícil que podamos estar en unos Pactos de la Moncloa", añadió no obstante.

Quien de momento se borra de la famosa foto de las tres derechas de Colón es Ciudadanos. De momento, mantiene su postura de "mano tendida" al Gobierno. 

Recientemente, este diario ha buceado en la hemeroteca de los grandes pactos. Cinco de los siete pactos de Estado desde 1977 se alcanzaron con la izquierda en la oposición y la derecha en el gobierno. PSOE y PP sólo han llegado a acuerdos sobre materias de especial trascendencia en seis ocasiones desde la aprobación de los Pactos de la Moncloa de 1977. Terrorismo, desarrollo autonómico, violencia de género y pensiones son las únicas materias sobre las que se han puesto de acuerdo.

Los apoyos de Sánchez en la investidura marcan distancias

La desconfianza hacia unos nuevos Pactos de la Moncloa no sólo le llegan a Sánchez de la derecha, su oposición natural. El bloque que le llevó a la Moncloa es cada vez menos sólido. Y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC, 13 escaños) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV, seis escaños) fueron muy claros a la hora de verbalizar que la idea no les atrae nada.

"No habrá Pactos de la Moncloa en España si no hay antes pactos de Bruselas y Estrasburgo. Es más, no habrá pactos en España, si no hay antes en Pactos de Ajuria Enea en Euskadi y en el Palau de la Generalitat", aseguró el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. El republicano pidió "menos Pactos por la Moncloa y más pactos por la vida". La postura de su grupo respecto a la prórroga del estado de alarma fue la abstención.

"Usted no tiene enfrente a Trudeau o a Merkel, tiene a Casado y a Abascal. Habría que cambiar de metáfora porque si no los Pactos de la Moncloa con esta gente serían los pactos con el diablo", añadió.

Por su parte, Aitor Esteban (PNV), consideró que el "símil" de los Pactos de la Moncloa "no está bien buscado" ya que "no estamos en 1977". En este sentido, instó a que los acuerdos "respeten a los distintos ámbitos e instituciones" y a un Estado autonómico que "no se puede obviar". En todo caso, avanzó que en aquellos asuntos en los que estén en juego los intereses de los ciudadanos su formación estará presente.

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Desde EH Bildu (cinco escaños), EH Bilduel diputado Óskar Matute defendió que su grupo no estarán en ningún pacto que se plantee como una reedición de los alcanzados en 1977 y cuyo objetivo sea "camuflar la aplicación de más centralización y políticas neoliberales de la derecha para ahogar a la gente y recortar sus derechos". Su intención es no acudir a la convocatoria de Sánchez.

El PNV apoyó en su día la investidura del presidente del Gobierno. ERC y EH Bildu, se abstuvieron.

Tras escuchar el poco entusiasmo de estas formaciones con la denominación "Pactos de la Moncloa", Sánchez cerró su intervención intentando tender la mano: "Llamémosle como queramos". Eso sí, a juicio del Gobierno tienen que "estar vinculados con la recuperación económica y social de este país".

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