LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
Especulación en el infierno: los intermediarios inflan los precios en medio del caos y la muerte de Gaza

Desde la casa roja

Esos cinco hombres

  1. Segundas elecciones generales en 2019. La imagen que se lanzó en el debate fue clara y homogénea: el alto poder debe seguir sujetándolo un hombre, mejor si ronda entre los 40 y los 50 años. Tal vez haya algo transversal y fundamental en todos ellos y sea algo que les une más que les distancie aunque jamás serían capaces de verlo. Ninguno ha dado el paso (aunque sea simbólico o estético) ¿hacia atrás?

 

  1. Me escribo unas líneas con un amigo que vive en Brasil. Me dice que le ha comprado a su hija aquel juego, ¿Quién es quién? Me dice que de las 24 fichas que tiene cada jugador, solo 5 son mujeres. Recuerden, para ganar, deben adivinar cuál es el perfil que le ha tocado al otro a través de preguntas: ¿es hombre? ¿lleva gafas? ¿usa sombrero? Le digo: que te toque una mujer es malo. Nos reímos del doble sentido. Sí (qué risa). Intento recordar si fui consciente de niña de la desproporcionada representación en aquel tablero. Pero no recuerdo nada: el mal azar se resume en esas cinco mujeres. Busco el juego en internet. En 2018, una familia polaca inventó una nueva versión, Who’s she? Ellas son: Frida Kahlo, Amelia Earhart, Valentina Tereshkova, Sor Juana Inés de la Cruz. Querida niña, aprende: para representarnos, tendrás que ser una heroína. Tendrás que ser excelente.

 

  1. A estas alturas, ninguno de los hombres candidatos me parece excelente. ¿Lo son? Supongamos.

 

  1. No es fácil hacer encajar a las mujeres en una estructura que, de entrada, está codificada como masculina. Cambiar la estructura significa que hay que ver el poder de forma distinta, separarlo del prestigio, pensar de forma colaborativa, creer en el poder de los grupos y no solo de los líderes. Lo explica Mary Beard en Mujeres y poder.

 

  1. Algunos de esos cinco hombres hablaron de igualdad en el debate, de forma leve y sin profundidad. Lo que allí se dijo fue que las mujeres somos hijas de esos hombres. Que las mujeres somos madres. Que las mujeres somos viudas. Que las mujeres necesitamos protección.

 

  1. Reviso en un libro de historia la que parece ser nuestra última heroicidad y a la que constantemente aludimos: la Transición de la dictadura a la democracia. Un relato escrito casi exclusivamente por ellos: un rey, Adolfo Suárez, Santiago Carrillo, todos aquellos solemnes padres de la Constitución. Desde entonces, y gracias a la Ley de Igualdad de 2007 y las cuotas de género en las listas, la última legislatura fue la más paritaria de nuestra historia, 166 mujeres frente a 184 hombres.

 

  1. Una librera me cuenta cómo los libros con personajes masculinos protagonistas son leídos por niños y niñas por igual, por hombres y mujeres por igual. Sin embargo, es difícil que un niño (construimos muy temprano las imágenes que representarán nuestro mundo) sea capaz de empatizar con los personajes protagonistas femeninos. “Ese libro es de niñas”, le dicen. Mientras escribo esto, mi hijo, sentado a mi lado, ve unos dibujos animados acerca de las aventuras de una patrulla de perros. El equipo lo componen un niño (varón), cinco perros y una perra. Cada uno de los perros tiene una cualidad y un defecto. Solo la perra, con su traje rosa, no tiene ningún defecto.

      La perra ya es perra.

 

  1. Lo vamos a ver: la noche del 10 de noviembre, habrá un hombre feliz (saltará, bailará o sonreirá) porque ha ganado unas elecciones que, tal vez, le lleven a investirse como Presidente del Gobierno y habrá una mujer, esposa, portavoz, segunda, a su lado, aplaudiéndolo.

 

  1. Solo 10 mujeres son jefas de Estado en todo el mundo. 10 de 153. ¿Qué significa esta desproporción?

      ¿Qué significa que una mujer represente a un hombre?

 

  1. ¿Por qué queremos mujeres en los parlamentos? Las queremos porque es injusto y es una discriminación flagrante que no estén. No las queremos para que toquen temas que supuestamente corresponde tocar a las mujeres. Las mujeres no tenemos temas. Pero queremos estar también en la cabeza de las listas porque nos incomoda, nos avergüenza volver a ver a esos cinco hombres sobre fondo gris en nuestra pantalla. Que sea la última vez.

       Sabes de sobra que vamos muy tarde.

Más sobre este tema
stats