Si ocurre algo importante, pongo TVE

Ha vuelto a ocurrir una vez más. Tiene lugar una noticia relevante en el mundo, en la ocasión de este domingo el asalto a sedes institucionales en la capital de Brasil, y se produce una gran demanda de información que supere a la sincopada de las redes sociales, ahí está TVE. La 1 adelanta la entrada del informativo de las nueve de la noche para llegar al gran público y completar los datos que ya está adelantando el canal 24 Horas. Son las horas postreras que ponen término al puente de Reyes y las redacciones de todos los medios tan solo cuentan con los reducidos equipos habituales en tales ocasiones, pero TVE dispone de la gran ventaja de contar con profesionales que conocen la realidad del país y pueden, por tanto, aportar conocimientos, marcos, y contextos a la información principal, ausentes en otros medios; así intervienen en plató antiguos corresponsales en el propio país y en otros cercanos, y se conecta con delegaciones tan importantes como las de Estados Unidos y México y con el delegado en Brasilia de agencia EFE. 

Durante más de una hora se cuenta minuto a minuto lo que pasa, con los escasos datos que se dispone y las imágenes que van suministrando servicios internacionales –otra vez, como tantas anteriores, con la cadena CNN a la cabeza–; es un telediario casi monográfico, salvo el relleno de informaciones preparadas antes de la gran noticia, y que sirven para recapitular los hechos que se conocen. Y las novedades, hasta la comparecencia del presidente Lula da Silva, al que traduce sobre la marcha Marcos López, el citado excorresponsal de TVE en Brasil. 

Cuando, pasadas las diez de la noche, la presentadora Lara Siscar despide el programa, el telediario ha dado una muestra más del gran músculo informativo que atesora en la sección de internacional, y de la cintura de sus mandos que no dudan en romper la programación establecida cuando la actualidad lo demanda y creo de justicia destacar esa realidad, puesta de manifiesto en muchas ocasiones, quizás con la guerra en Ucrania como ejemplo más evidente, pero desde luego no el único.

¿Quiere esto decir que los informativos de TVE son perfectos? No, desde luego que no. Desde las páginas de infoLibre se han señalado errores, ausencias y tratamientos poco proporcionados en muchas ocasiones durante los últimos años, pero no es menos cierto que en la misma etapa han sido escasas, casi inaudibles, las voces que los defienden. Poco se ha destacado que la información cultural, casi inexistente en los noticiarios de la competencia, goza de tiempo y empaque; que la económica respeta y cita las fuentes de los datos que ofrece, o que en el bloque deportivo se de una cobertura amplia y relevante al practicado por mujeres. 

¿Quiere esto decir que los informativos de TVE son perfectos? No, desde luego que no.

Frente a estas virtudes silenciadas, en redes sociales y medios escritos y digitales se producen aluviones de críticas centradas en la información política que ofrece TVE. Desde dentro y desde fuera son continuos los reproches por la no continuidad del periodista Jesús Cintora ¡ocurrida hace año y medio! Desde dentro y desde fuera se tacha a TVE de estar al servicio del actual gobierno y ningunear al principal partido de la oposición, y lo hacen profesionales denunciados por manipulación durante el anterior gobierno y portavoces políticos del mismo signo político. Algo se debe no estar haciendo mal cuando los reproches proceden de fuerzas y profesionales tan dispares. En cualquier caso, para unos y otros los minutos dedicados a esta información específica sirven para descalificar globalmente los telediarios.   

Ya al margen de aplausos y censuras, y sin perder nunca una mirada crítica, si ocurre algo importante yo sintonizo TVE.  

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