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ELECCCIONES 21A | ESCRIBIR NO ES NORMAL

¿A quién votarán los hermanos Williams?

Cuando Iñaki y Nico preguntaban de pequeños a su madre cómo había llegado desde Ghana a Bilbao, ella siempre respondía: “En avión”. Tuvieron que esperar muchos años para que ama les contara que en realidad ella, junto a su marido, atravesó el desierto del Sahel a pie, cruzó Marruecos, saltó embarazada la valla de Melilla y acabó durmiendo en un centro de internamiento. Un sacerdote de Cáritas les habló de un lugar que se llamaba Euskadi. Mmm… pensaron, ellos hubieran preferido Londres, pero tampoco estaban como para poder elegir dónde querían vivir. Este sábado, Iñaki y Nico Williams jugaron con los dorsales 9 y 11 en el equipo que acaba de ganar la Copa del Rey, el Athletic. Son ya dos leyendas del club.

José Ángel Iribar es uno de los mejores guardametas de la historia. Monopolizó la portería de la selección nacional desde 1962 a 1972. Era un ídolo en los estadios de toda España. El cromo preferido de los niños. Ganador de la Eurocopa del 64 junto a Amancio, Luis Suárez, Marcelino… le llamaban El Chopo porque paraba el balón sin apenas moverse, lejos de los porteros trapecistas que comenzaban a proliferar en la Liga. Una noche, no pudo parar un penalti envenenado. José María García le preguntó en directo después de jugar un partido si se sentía español. El guardameta del Athletic guardó silencio. “Como veis, el silencio demuestra que se siente español”, sentenció Butanito. Iribar dejó de ser un mito al sur del desfiladero de Pancorbo. Ya no le llamarían de la selección. Estaba viejo, ya saben.

La final de la Copa nos ha dado una pista sobre lo que pasará en la noche electoral: todo se resolverá en la tanda de penaltis

El Athletic es un equipo raro en el planeta fútbol, Unique in de World, porque tiene unas normas muy de Bilbao a la hora de fichar. Solo se abren las puertas de los vestuarios a jugadores o jugadoras de la cantera del club o a quienes se han formado en equipos de los siete territorios de Euskal Herria y, claro está, a todos los nacidos allí. La Real Sociedad intentó preservar como pudo este pedigrí, pero en 2002 tiró la toalla: fichó al defensa asturiano Sergio Boris, el primer español no vasco que vestía la camiseta txuriurdin después de 35 años. Ahora me temo que les voy a dar un dato: en 2023 se contabilizaron 8.500 vascos menos que el año anterior. Desde 2013 fallecen más de los que nacen. Que una pareja del riquísimo País Vasco tenga dos hijos se ha convertido en todo un lujo al alcance de unos pocos. ¿Habrá suficientes vascos para alinear en el Athletic dentro de cien años? ¿Tirarán la toalla como en la Real? Lo desconocemos. Pero esperemos que siga existiendo Ghana.

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