Pensiones justas como principio de igualdad

Las pensiones constituyen uno de los principales postulados del proyecto de futuro de cualquier país que aspire a una sociedad sostenible y justa. En León, mi tierra, un tercio de la población está compuesta por pensionistas, concretamente 153.000 personas, lo que no constituye un hecho aislado. En España, cerca de 10 millones de pensionistas se han beneficiado de la subida de sus retribuciones durante los últimos años gracias al Gobierno de Pedro Sánchez y al compromiso que tiene el Ejecutivo con la revalorización de las pensiones con el IPC, que no ha dejado de pelear y que hoy ya es una realidad. Porque el PSOE ha defendido siempre la mejora del sistema público de pensiones, desde una concepción del Estado del Bienestar que está muy alejada de quienes promulgan sistemas privados, inseguros y desiguales.

En este sentido es necesario reconocer también la importante subida de las pensiones mínimas y no contributivas y del mismo modo el incremento del salario mínimo interprofesional, que ha permitido crear tejido y salarios más dignos. Ya que no habrá pensiones dignas sin empleos dignos. Por fin estamos dejando a un lado la precarización del empleo como resultado de la reforma laboral del PP y sus nefastos efectos en la vida de los trabajadores y de las trabajadoras, y gracias a las políticas socialistas estamos recuperando estabilidad, oportunidades y desarrollo.

Por eso, una vez más, demostrando estar centrados en las personas, en no dejar a nadie atrás y en brindar toda la ayuda para seguir adelante, el 26 de enero de este año el Gobierno aprobó el Real Decreto 46/2021, que acordaba una subida de las pensiones contributivas del 0,9% y de las no contributivas un 1,8% para 2021.

Un hito que se instauró hace unas pocas semanas, a finales de agosto, cuando el Consejo de Ministros aprobó a través un Proyecto de Ley la revalorización de las pensiones, que se hará desde 2022 en función del IPC, cambio diseñado por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones José Luis Escrivá. Pasos de gigantes que garantizan una revisión cada 1 de enero, cuando las pensiones se aumentarán en función de la inflación media anual registrada en el ejercicio anterior.

Además, se trata de un Proyecto de Ley fundamentado en dos pilares esenciales como lo son el Pacto de Toledo y el acuerdo de la Mesa de Diálogo Social, y a nadie se le escapa que, históricamente, las leyes promulgadas en el ámbito de la seguridad social han tenido futuro si vienen respaldadas por estos ejes centrales. Como ejemplo tenemos la Ley de 2013 del PP, que incumplió estos principios y que fue aprobada utilizando una mayoría absoluta, pero cuya aplicación tuvo que suspender el propio PP en 2018 por el rechazo social generado y para poder sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. Una situación que se asemeja peligrosamente a la enmienda a la totalidad que esta semana presentó el mismo Partido Popular en el pleno del Congreso, reivindicando de nuevo la reforma que ellos mismos tuvieron que paralizar.

Por eso considero que la revalorización de las pensiones es una buena noticia para aquellos a quienes debemos gran parte de nuestros logros, de nuestro avance, pero que el PP no acaba de contemplar. Será que no entiende dónde está la ventaja, el rédito que ellos siempre tratan de cobrar y que se encuentra precisamente en las personas, que lo merecen sin trampa ni cartón.

El PSOE se comprometió con la necesidad de erradicar la pobreza, en hacer realidad un plan de rescate juvenil y resolver el déficit en el sistema de seguridad social que respetara la revalorización de las pensiones en función del IPC. Pues bien, hoy podemos sostener que son responsabilidades que centran las políticas de nuestro país, y que poco a poco verán sus máximas cumplidas y así lo identifica mayoritariamente también la ciudadanía.

Porque han sido los gobiernos socialistas los que han alcanzado logros en la educación y la sanidad públicas, así como está ocurriendo con el sistema público de pensiones, sin perder de vista las mejoras en servicios sociales, incluida la atención a la dependencia, con la ley aprobada durante el Gobierno del presidente Zapatero.

Beneficios para toda la sociedad que incomprensiblemente escuecen a la derecha más retrógrada de nuestro país, y a la que presume de no serlo tanto puesto que, ¿cuál ha sido la respuesta del PP? La del bloqueo, la de la negación. Nuestro portavoz en el Grupo Parlamentario Socialista, Héctor Gómez, ya tachó el otro día la actitud contradictoria del PP que, “mientras el Gobierno gobierna, intenta bloquear absolutamente todos los pasos que damos para avanzar en España”.

Esta explicación viene a colación de la estrategia de los populares en el Congreso de los Diputados, oponiéndose a todo, siendo una fuerza desleal y nada constructiva. Aunque lejos de asumir esa manera oscura y anticuada de hacer política, el Gobierno seguirá tomando decisiones para seguir adelante, con la subida del SMI, las pensiones, sin olvidar la reducción de la brecha de género en las mismas, y con otras iniciativas legislativas de impacto positivo y de protección social.

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A pesar de ello, estamos a tiempo del diálogo transparente, del consenso, de cambiar el ‘no’ popular al incremento del SMI y de las pensiones por un ‘sí’ a la mejora de la calidad de vida de las personas. Al fin y al cabo, los políticos estamos para servir a nuestros pueblos, y siempre es bueno reconocer los errores: si en los tres últimos años el incremento ha sido de un 30% frente al escaso 14% de los siete de gobiernos populares, del 2011 al 2018, la solución para quienes de verdad apuestan por el progreso y por las personas está clara. Los números nunca fallan.

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Javier Alfonso Cendón es diputado por León y portavoz de Ciencia del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados.