La gestión de la dana
La derecha mediática retoma el 'manual Casado' y muestra a Mazón la puerta de salida: "Debe irse ya"

La derecha mediática se anticipa —una vez más— a la derecha política, a la que reclama que retire su apoyo al president valenciano, Carlos Mazón, por el "nivel de negligencia exhibido" tras la dana del pasado 29 de octubre acreditado en el último auto de la jueza que investiga el caso, Nuria Ruiz Tobarra. "Mazón es un presidente con respiración asistida, que juega los minutos de la basura del partido y al que sólo lo sostiene la incapacidad de los populares para pactar con Vox un sustituto" (...) "Quizá quitar a Mazón no arregle la situación en la Comunidad Valenciana, pero mantenerlo en el poder desde luego resulta un grave error y aboca a una profundización de la crisis con un líder débil".
Así de contundente se muestra el editorial publicado este miércoles por el diario ABC, que con un contundente titular en portada —Debe irse ya— concluye que la figura de Mazón ha quedado "hipotecada políticamente para siempre por este luctuoso episodio". Y añade: "La sola imputación por parte de la juez de la persona que él designó para la Consejería de Justicia e Interior, a la que luego destituyó para sustanciar inicialmente las responsabilidades políticas de este caso, lo sitúan en una posición política insostenible".
El periódico conservador complementa su editorial con un artículo del director del periódico, Julián Quirós, titulado Mazón y su conciencia. Quirós, que fue director del diario Las Provincias —también del grupo Vocento y afín al PP valenciano—admite que tiene "afecto personal" hacia el jefe del Consell pero tacha de "monstruoso" que, con 228 muertes, Mazón esté centrado en la "salvaguarda" de su cargo. Así, asegura que "todo el mundo en Valencia, empezando por Juan Roig y terminando en los votantes del PP" piensa que hubo una "responsabilidad directa" de la Generalitat. "¿Pudo hacer algo más, algo distinto, algo mejor? Si Mazón no se ha respondido con un sí rotundo, lo de menos es que pueda perder la poltrona", zanja.
La dureza del ABC, que también apunta a la responsabilidad del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, por minimizar la crisis derivada de la situación de Mazón, no es una rara avis en la prensa conservadora. Desde Ana Rosa Quintana hasta Federico Jiménez Losantos han reclamado la dimisión del president de la Generalitat, al que tildan de "cadáver político". "Alguien con 200 muertos se resiste a irse para protegerse judicialmente... ¿Y lo vas a tomar por una persona decente?", señalaba este miércoles el locutor de esRadio desde su programa, en el que se mostraba convencido que la presión mediática no va a surtir efecto. "Da igual lo que diga la prensa, Feijóo va a hacer lo que le de la gana, que consiste en no hacer nada", decía.
Una estrategia que, según Losantos, puede llevar al líder del PP a "perder las generales": "El caciquismo autonómico no vale. Lo que funcionaba en Galicia no funciona en la oposición en Madrid con esta fiera que tenemos en el poder", completaba, en referencia al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El periodista, uno de los principales referentes mediáticos entre los votantes de la derecha radical, zanjaba: "El cáncer no se quita con tiritas. Se opera, se extirpa y si hay suerte... sobrevives".
Otro editorial, en este caso de el periódico El Mundo publicado el martes, no reclamaba directamente la dimisión del president valenciano pero sí tildaba de "demoledor" el auto de la jueza Nuria Ruiz y anticipaba que su futuro "empeorará". "El problema político para el PP es grande. En efecto, la alternativa a mantener al menos temporalmente a Mazón, que ha ligado su futuro político a la reconstrucción, es muy complicada: dejaría a la Generalitat en manos de Vox y probablemente abocaría a una convocatoria electoral inoportuna mientras Valencia intenta superar el trauma. Con todo, convendría que el PP no ignorara la realidad de que, con este proceso judicial en marcha, el horizonte para Mazón solo puede empeorar".
El 'manual Casado': presión de los barones, protestas en la calle y contundentes editoriales
Las reclamaciones de dimisión por parte de la derecha mediática recuerdan a lo sucedido en el PP hace ahora tres años con su entonces líder, Pablo Casado, en plena guerra interna con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. La negativa de Génova a cederle el aparato madrileño, históricamente el más influyente de España y entonces en manos de una gestora afín a Casado, fue el origen de la pelea. Y ella quien la ganó.
Mientras que públicamente los dirigentes del PP medían sus palabras, medios como El Mundo y El Confidencial se encargaron de hacer de avanzadilla. En el lapso de unos pocos minutos, ambos periódicos publicaron informaciones en las que sacaban a la luz la posible corrupción de Ayuso por un trato de favor a su hermano. Ese, sin embargo, era sólo el elemento secundario y no explorado. El titular era el espionaje, con la intención de presentarla a ella como víctima y a Casado como verdugo. Ese fue el relato que se impuso en la misma derecha mediática que días antes pronosticaba el ascenso del entonces líder del PP a la Moncloa.
Tras una semana en plena crisis interna, Casado se quedó absolutamente solo. A ello contribuyeron las presiones de los barones, las movilizaciones de parte de su electorado en la sede de Génova y la contundencia de medios cercanos a la derecha, como El Mundo y ABC, con editoriales pidiendo su salida. El diario de Joaquín Manso sentenciaba que el "único paso adelante posible" para el entonces líder del PP era su "inmediata dimisión" y "la convocatoria de un congreso extraordinario del que salga un nuevo liderazgo que corte una hemorragia que amenaza gangrena fatal". La segunda cabecera fue, si cabe más tajante: "El tiempo de este equipo que sucedió al de Mariano Rajoy se ha agotado. No hay solución de continuidad. Casado debe marcharse hoy mismo", rezaba el editorial tras la manifestación a las puertas de la sede del PP.
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La respuesta oficial de la dirección del PP ante la situación que atraviesa el presidente de la Generalitat Valenciana no ha cambiado, según expuso el lugarteniente de Alberto Núñez Feijóo en el Congreso, Miguel Tellado, el martes y confirmó la vicesecretaria de sanidad y educación, Ester Muñoz, este miércoles no ha cambiado. Sin embargo, en privado desde la dirección del PP sí reconocen que el último auto de la jueza Nuria Ruiz complica, todavía más, el futuro del jefe del Consell, al que nadie se quiere acercar demasiado. Tampoco Feijóo, que no está previsto que acuda a ningún acto por las Fallas —a diferencia del pasado año— y es que el propio Mazón no ha acudido, de momento, a ninguno de los grandes actos falleros y sigue evitando visitar ninguna de las poblaciones afectadas por la dana o a los familiares de las numerosas víctimas mortales.
Al margen de la investigación judicial, la cronología de los hechos y las mentiras y excusas posteriores —fácilmente desmontadas— muestran fallos en la cadena de Emergencias del Gobierno valenciano y su presidente, que el mismo día de la dana encadenó tres actos ajenos al temporal —en ningún momento anuló su agenda— y después se ausentó para comer con Vilaplana en un restaurante cercano al Palau de la Generalitat, El Ventorro, donde se le ofreció la presidencia de la radio televisión pública valenciana, À Punt.
En estos meses el PP no ha acabado de encontrar su estrategia con Mazón. El jefe del Consell descartó dimitir desde el primer momento, y aunque realizó algunos cambios en su equipo—pese a que inicialmente no reconoció errores en público amparándose en un fallo global del "sistema"— fijó su futuro en la Generalitat y también dentro del PP a la reconstrucción de la provincia de Valencia. Fue Génova la que forzó ese compromiso y según recalcó el propio Feijóo, la "decisión final" sobre si continúa o no como candidato la tendrá la dirección nacional del PP, que también sostuvo que el presiden de la Generalitat no se podía permitir más "errores". Unos errores que, a la vista de lo ocurrido, se siguen produciendo con el aval de Génova.