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Elecciones autonómicas y municipales

Podemos e IU se dan hasta enero para cerrar su alianza y no repetir el fiasco andaluz

La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, y el coordinador federal de IU, Alberto Garzón

El 30 de enero. Esa es la fecha tope que se marcan desde la dirección de Izquierda Unida para cerrar las alianzas con Podemos de cara a los comicios autonómicos y municipales del próximo año. La formación dirigida por Alberto Garzón quiere tener finalizados todos sus procesos de primarias antes de que acabe el mes y así poder negociar la configuración de las listas, en las que IU quiere hacer valer su poder municipal.

A la cúpula de Podemos le gustaría que esta negociación culminara, incluso, antes de que acabe el año, ya que sus primarias ya han finalizado. Ambas formaciones aseguran que su objetivo es evitar que se produzca un nuevo acuerdo in extremis, como sucedió durante el registro de la coalición Por Andalucía, de la que Podemos quedó excluido al agotarse el plazo tras una negociación al límite. Finalmente la formación morada sí participó en la coalición, pero ni su nombre ni su logo fueron en la papeleta.

En la dirección del partido que dirige Ione Belarra trasladan que se trata de un error que no debería repetirse en los comicios de mayo, ya que consideran que su marca es la más fuerte de todo el espacio y, por lo tanto, debe ser identificada claramente para dar certezas a los votantes. En este sentido hay territorios que utilizarán la marca Unidas Podemos y otros en los que el logo de los partidos aparecerán por separado.

Podemos apuesta por preservar sus alianzas con IU allí donde ya gobiernan atendiendo al mismo esquema que en la negociación de los comicios de 2019, en la que los morados tuvieron una clara preponderancia sobre los de Garzón en cuanto a cabezas de lista. La dirección del partido también quiere encarar estas negociaciones con encuestas, internas y externas, sobre la mesa para dilucidar qué candidatos tienen mayor grado de conocimiento y encajan mejor en los diversos territorios.

Pero en IU consideran que el contexto actual no es el mismo que el de hace cuatro años y quieren utilizar su fuerza a nivel local para llegar a acuerdos que le beneficien electoralmente. En cambio, los de Belarra creen que la negociación de las municipales debería hacerse conjuntamente con la de las autonómicas y siempre basadas en el "equilibrio" entre ambas fuerzas. Para los morados, es Podemos el que sigue teniendo la marca predominante.

Actualmente solo se han cerrado acuerdos en Navarra y Cataluña, aunque la confluencia también parece cercana en Extremadura, La Rioja, Galicia o Euskadi. Pero en lugares como Asturias, Aragón o Castilla-La Mancha las relaciones entre Podemos e IU no son precisamente fluidas y parece complicado que en los dos próximos meses puedan reconducirse para alcanzar una lista conjunta.

En Zamora, municipio en el que IU gobierna por mayoría absoluta, el alcalde, Francisco Guarido, ya ha dejado claro que no confluirá junto a la formación morada. Es más, Guarido se mostró en contra de que su formación se aliara con Podemos en las elecciones autonómicas de febrero, donde solo obtuvieron un escaño, el de Pablo Fernández.

La difícil alianza con otras formaciones progresistas

Podemos asegura que la papeleta con su nombre estará en todas las capitales de provincia y comunidades autónomas, haya o no acuerdo con otras fuerzas progresistas, como Más Madrid o Compromís. En el primer caso está prácticamente descartado, mientras que en el segundo es IU quien está tratando de liderar esas negociaciones, que en Podemos ven poco probable que fructifiquen por la negativa de la coalición valencianista.

Para los morados es imprescindible cerrar, en primer lugar, las negociaciones con IU para después abordar otras posibles alianzas. Sin embargo, admiten que el escenario se complica allí donde hay otras fuerzas territoriales asentadas, como la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana.

Tampoco será fácil en Canarias, donde su exsecretario de organización, Alberto Rodríguez, acaba de presentar un nuevo proyecto bajo el nombre de Drago. Mientras que IU considera que Rodríguez debería ser el candidato ya que tiene entidad por sí mismo, en Podemos no lo tienen tan claro y defienden la idoneidad de su propia candidata, Noemí Santana.

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Por lo que respecta a Andalucía, podría haber municipios con tres candidaturas a la izquierda del PSOE: la de Adelante Andalucía, la formación de Teresa Rodríguez, la de Podemos y la de Izquierda Unida. Los primeros están decididos a consolidar el paso que ya dieron en las autonómicas, donde obtuvieron dos diputados. La intención con la que trabajan es presentarse en Cádiz (donde ya gobierna José María Kichi) y en Sevilla, sin descartar hacerlo en el resto de capitales de provincia.

Discrepancias sobre el papel de Díaz en campaña

La vicepresidenta Yolanda Díaz —la líder de Unidas Podemos en el Gobierno— ya ha anunciado que Sumar, la herramienta que ha escogido para articular su “proceso de escucha”, no participará en esos comicios. Los morados no han consultado a la política gallega sobre sus primarias, pero sí que quieren contar con ella en campaña. En ese sentido voces del partido recuerdan que Díaz representa a "todo un espacio confederal" y no entenderían que la gallega apoyara a otros candidatos como Mónica García o Joan Baldoví frente a los de Podemos e IU.

Por su parte, la formación de Garzón cree que Díaz acierta al mantenerse al margen de los comicios de mayo y creen que la titular de Trabajo no debería participar las campañas electorales en las que haya varias fuerzas progresistas a la izquierda del PSOE. En IU entienden que si Díaz quiere construir un espacio amplio de cara a las generales, este tipo de decisiones no ayudarían a crear un clima de unidad.

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