EL FUTURO DE LA IZQUIERDA

Alberto Rodríguez lanza Drago, su plataforma para los comicios de 2023

El exsecretario de Organización de Podemos Alberto Rodríguez, en la presentación de Proyecto Drago

Un año después de que Alberto Rodríguez perdiera su escaño en el Congreso, el exnúmero tres de Podemos ha presentado la herramienta con la que quiere presentarse a los comicios de mayo de 2023: Proyecto Drago, en referencia al árbol milenario que se encuentra en Icod de los Vinos (Tenerife). En una rueda de prensa celebrada este lunes, Rodríguez ha explicado que se trata de un partido "de obediencia canaria" pero que aún está en fase de formación. "Veremos cómo se va desarrollando el camino, veremos de qué forma y en qué formato, cómo llegamos a mayo y más adelante de mayo", han sido sus palabras recogidas por Atlántico Hoy.

A Rodríguez le acompañaban Mar Domínguez, Sara Hernández y Héctor Morán. Este último forma parte del equipo de asesores de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Es, concretamente, su mano derecha en el Congreso. En esa línea, Rodríguez ha dejado la puerta abierta a hablar con otras formaciones e incluso formar parte de Sumar. "La aspiración es que este proyecto tenga gran incidencia social y política y eso incluye hablar con cualquiera siempre que haya respeto mutuo, se respete la obediencia canaria, siempre que el diálogo sea mantenido con personas que tengan capacidad de tomar decisiones en el archipiélago y que se respete el carácter diverso y diferenciado de las ocho islas del archipiélago", ha señalado.

El canario ha asegurado que percibía "una cierta urgencia" por parte de "colectivos y gente de calle" para anunciar el proyecto ya. El pasado mes de junio Rodríguez hizo pública su intención de presentarse a los comicios municipales y autonómicos del próximo año y criticó a su antigua formación por olvidarse de la "plurinacionalidad" y el "respeto a los territorios" que forman parte del ADN del partido desde sus inicios.

El exsecretario de organización con Pablo Iglesias sigue así la senda de otros antiguos dirigentes de la formación morada como el madrileño Íñigo Errejón o la andaluza Teresa Rodríguez que también crearon sus propias escisiones tras salir de Podemos. Rodríguez ha recalcado que su proyecto aspira a consolidarse en Canarias. "Esto no es una carrera hacia mayo de 2023, tenemos vocación de futuro", ha zanjado.

La dirección de Podemos ignoraba que este lunes se fuera a producir el anuncio, mientras que el bloque liderado por Compromís, Más País y la Chunta Aragonesista, que acaba de ratificar una alianza de nueve fuerzas progresistas con arraigo territorial, ve un "potencial aliado" en Drago, tal y como confirman fuentes del espacio a infoLibre.

Decepción con Podemos tras perder su escaño: "Se pudo haber hecho más"

El 24 de octubre de 2021, la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, comunicó a Rodríguez que perdía su escaño en el Congreso con efecto inmediato. Sobre él pesaba la condena del Tribunal Supremo que comportaba su inhabilitación —para el ejercicio del sufragio pasivo— durante un mes y una pena de prisión de un mes y quince días —sustituible por una multa de 540 euros— por un delito de atentado contra un agente de la autoridad. El canario acató, pero prometió dar una batalla —política, comunicativa y judicial— que continúa un año después.

Rodríguez quiso dejar su escaño vacío a modo de protesta simbólica. La comprensión inicial que mostró entonces la dirección de Podemos y que más adelante dio paso al nerviosismo tras la ajustada votación de la reforma laboral (que salió adelante por la equivocación de un parlamentario del Partido Popular), se ha convertido ahora en resignación por parte de la formación morada. Esto molesta especialmente al PSOE, que presiona a los morados para recuperar ese escaño, aunque la batalla parece perdida. La sustituta de Rodríguez y amiga personal del exdiputado, Patricia Mesa, no acepta el acta pero tampoco renuncia a ella.

Los morados se han dirigido en varias ocasiones a la Junta Electoral Central (JEC) para conocer la evolución del caso e informarse sobre si Mesa tiene algún límite temporal para tomar la decisión de aceptar o rechazar el acta. No lo hay, según ha podido saber este periódico. Por su parte, la coordinadora general de Podemos Canarias, Laura Fuentes, ha abogado en diversas ocasiones por dejar vacío el escaño hasta que se resuelvan los recursos de amparo al Tribunal Constitucional, aunque eso signifique quedarse sin ese diputado adicional lo que resta de legislatura. Es la misma tesis que sostiene el exdiputado canario.

A juicio de Rodríguez, la formación morada pudo "haber hecho más" por él y por los 60.000 canarios que votaron por la lista que él encabezó en 2019. "Si yo no hubiera sido un diputado canario y obrero industrial ahora mismo yo seguiría en el Congreso. Si yo hubiera tenido un apellido compuesto o fuera diputado por la comunidad de Madrid o tuviera amistades más poderosas, esto no hubiera ocurrido", lamentó.

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En un directo de Twitch, el canal que utiliza ahora para dar a conocer sus opiniones, el exnúmero tres de Podemos no dudó en criticar las presiones recibidas por sus excompañeros de partido. “Atacan y presionan a la víctima de la infamia en vez de a los verdugos”, dijo, en referencia a las declaraciones de Enrique Santiago, portavoz adjunto de Unidas Podemos, en las que apremiaba a ocupar ese escaño. Por ello, se mostró "más convencido que nunca" de haber abandonado la militancia en la formación.

La inspiración de Drago: Unión del Pueblo Canario

Para explicar la idea de proyecto que tiene en mente, Rodríguez ha puesto ejemplo en alguna ocasión a la extinta Unión del Pueblo Canario (UPC), una coalición de ámbito autonómico que existió entre finales de los años 70 y principios de los 80. En UPC cohabitaron personas de distintas tradiciones políticas, desde comunistas a cristianas, socialistas y defensores de la autonomía canaria que en el año 1979 logró un diputado en el Congreso, Fernando Sagaseta, y la Alcaldía del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria con Manuel Bermejo y 10 concejales.

Sin embargo, las disputas internas fueron uno de los motivos de la desaparición de esta coalición, tal y como explica el periodista Enrique Bethencourt en su libro La Unión del Pueblo Canario. Luces y sombras del nacionalismo autodeterminista de los 70-80. "La UPC fue un factor movilizador y generador de conciencia en aquella etapa. Tuvo mucho que ver, pese a que se había disuelto poco antes, con el resultado del referéndum OTAN en Canarias en 1986: el NO a la alianza atlántica se impuso en las Islas, al igual que sucedió en País Vasco, Navarra y Cataluña. Y abrió puertas a nacionalismos posteriores", explica el autor.

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