ERC ensaya su distanciamiento con el Gobierno rechazando el acuerdo de las pensiones

Una semana después del cara a cara en la Moncloa entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès, ERC se desmarca del Gobierno en un asunto clave como la reforma de las pensiones. Durante la comparecencia de este miércoles del ministro de Seguridad Social en el Congreso, José Luis Escrivá, el portavoz republicano, Jordi Salvador, lo dejó muy claro: “Si se presenta tal y como está, vamos a votar que no”. Los republicanos consideran inasumible el documento pactado en la mesa de diálogo social entre sindicatos, patronal y Gobierno porque, a su juicio, supone “un recorte encubierto” de las pensiones. Y también critican que nadie les haya llamado para negociar. En el Ejecutivo central se toman este desmarque como parte de “los equilibrios” que tiene que hacer ERC para “ser socio de Sánchez sin parecerlo”, ante la presión de sus socios de Junts.

Lo cierto es que desde ERC ya llevan semanas avisando de que no cumplirían el guión escrito por aquellos que les dibujan “arrodillados” ante el Gobierno por los indultos a los líderes independentistas. Tras las críticas del partido de Puigdemont a la puesta en marcha de la mesa de diálogo acordada entre Sánchez y Aragonès a partir del mes de septiembre, los republicanos tienen intención de endurecer su postura como socios parlamentarios de la coalición. Y lo harán principalmente en temas de “calado social”, como es el caso de las pensiones. “Ahora esperan que digamos a todo que sí y vamos a demostrar que no”, explican.

Desencuentros "pactados"

Todas las partes entienden que para que el diálogo iniciado entre la Generalitat y Moncloa sea sostenible en el tiempo, cada uno de los actores implicados tiene que desempeñar su papel “y darle de comer a los suyos”. Sánchez, con constantes alusiones a la legalidad y a la Constitución. Aragonès, trasladando un mensaje de autonomía política frente a Madrid y pidiendo amnistía y autodeterminación. Esos papeles forman parte de la hoja de ruta puesta en marcha, que también contempla que se puedan producir desencuentros políticos en el camino.

Pero lo cierto es que, más allá de las estrategias políticas, al Gobierno ya no le valen otras cuentas en el Congreso que no pasen por los socios que hicieron posible su investidura y la aprobación de los presupuestos. Así que ese no de ERC a la reforma de las pensiones obliga a los de Pedro Sánchez a remangarse para negociar, algo que de momento no se ha producido pero que todas las fuentes consultadas coinciden en que acabará ocurriendo. No se confía en la puerta que ha dejado entreabierta Ciudadanos, que se ha mostrado “dispuesto a negociar” a lo largo de la tramitación parlamentaria.

Durante su turno de palabra, el portavoz republicano en la comisión del Pacto de Toledo criticó a José Luis Escrivá por “recurrir a lo siempre, a la sostenibilidad. Eso es ir a lo fácil”, le dijo. En un tono muy duro, Salvador cuestionó a Escrivá por los incentivos para el retraso de la jubilación: “Pero ustedes, ¿en qué mundo viven? ¿Creen que un obrero de la construcción o una camarera de piso se quieren prejubilar por capricho? No es por capricho, es porque no pueden más”. El diputado de ERC también afirmó que es incongruente “intentar retrasar la jubilación en el país con más paro juvenil de la UE” y recordó que muchas personas mayores de 50 piden la prejubilación porque les resulta imposible encontrar trabajo: “Si no tienen empleo y no pueden prejubilarse solo les queda la beneficencia del Estado”, concluyó.

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Críticas de los socios

José Luis Escrivá llegaba al Congreso con el acuerdo para la reforma de las pensiones bajo el brazo después de haber sido refrendado por sindicatos, patronal y el propio Gobierno. Aún así, su comparecencia no fue ningún paseo triunfal. Las críticas al ministro de Seguridad Social le llovieron desde su propio socio de Gobierno, Unidas Podemos, el resto de socios parlamentarios y, por supuesto, la oposición en bloque. Algunas de ellas tan encendidas que la presidenta de la comisión, Magdalena Valerio, tuvo que interrumpir la sesión en varias ocasiones para llamar al orden.

Si de algo sirvió la comparecencia de Escrivá es para demostrar que el Gobierno se tendrá que trabajar mucho esta vez los apoyos de sus socios en el Congreso. Desde el PNV avisaron de que para sacar adelante la reforma “tendrá que negociar más con nosotros”, mientras que Bildu dejó en el aire su postura a la espera de encontrar “más sustancia y menos escenificación” en la reforma. La portavoz de Unidas Podemos, Aina Vidal, también lanzó un aviso al ministro: “No aceptaremos recortes, no se nos desvíe”.