La exhibición de fuerza de Vox enciende las alarmas en sectores del PP mientras Casado huye de la confrontación

Pablo Casado se presentó a liderar la formación conservadora tras la marcha de Mariano Rajoy con el objetivo de que aquellos antiguos votantes que habían acabado buscando refugio en Vox y en Ciudadanos volviesen a encontrarse cómodos apostando por el Partido Popular. Ubicaba, pues, al partido fundado por Santiago Abascal como un claro rival político. No ha sido, no obstante, hasta este domingo, cuando Vox logró abarrotar la plaza de toros madrileña de Vistalegre cuando se han encendido algunas alarmas en sectores del PP. Una exhibición de fuerza sobre la que descansa un significativo ascenso en las últimas encuestas publicadas, en las que llega a obtener representación parlamentaria.

En público, la consigna de los conservadores la marcó el propio Casado, con declaraciones muy medidas, exhibiendo respeto por los militantes de Vox y destacando la importancia de que no se fragmente más el voto del centroderecha. La clave es, según los colaboradores del líder del PP, que la división del electorado que propicia que ellos, Ciudadanos y Vox compitan en algunas de sus propuestas conduce a un escenario endiablado: que la suma no dé para echar a Pedro Sánchez de la Moncloa. En privado, la preocupación era mayor en algunos cargos de la formación: "No hay que minusvalorar a quienes compiten contigo con algunos puntos del programa coincidentes", resume uno de los dirigentes consultados.

"Cuatro años más de Sánchez"

"Cualquier voto a Vox" significa "tener a Pedro Sánchez cuatro años más en la Moncloa", porque "dividir el voto de centro derecha es perpetuar el actual Gobierno de izquierdas". Así lo verbalizó el vicesecretario de Organización, Javier Maroto, en una entrevista en Antena 3.

En la dirección del PP confían en que las opciones de Vox se evaporen a medida que se acerquen elecciones y los electores se decanten por el "voto útil". En este sentido, Casado, desde Barcelona, advirtió de que, por la ley d'Hondt, los votos que no alcancen escaños pueden terminar beneficiando a Podemos. Es un discurso que los conservadores ya pusieron en práctica en las anteriores generales, alertando de que votar a Ciudadanos era una especie de lotería.

"El voto caerá por su peso. Dividir el voto de centroderecha es un pasaporte a que siga el PSOE. No nos preocupa tanto como la izquierda dice que nos preocupa", señala un dirigente autonómico en conversación con infoLibre.

Aznar entra en escena

El expresidente del Gobierno, José María Aznar, vino este lunes a dar alas a aquellos sectores del PP que apuntan a que a la hora de buscar culpables de que Vox esté ahora "de moda" hay que hacerlo dentro del propio partido. En una entrevista concedida a la cadena Cope, sacó pecho de haber dejado a Mariano Rajoy un espacio electoral "unido". Pero lamentó que ahora Casado lo haya heredado dividido en tres: PP, Cs y Vox.

"Los medios se han fijado en Vox, salen en las encuestas, sus actos tienen reflejo en los telediarios... es para tenerlos en cuenta, porque eso también va a despertar la curiosidad en los electores", relata un líder local. Pero también hay en el partido quienes recuerdan que fue un PP "muy concreto", "el de Esperanza Aguirre", el que dio cobijo a Santiago Abascal, ubicándole al frente de instituciones de la Comunidad de Madrid cuando dejó el PP de Euskadi al no compartir el rumbo que emprendió el partido tras la marcha de María San Gil. 

Tras pasar por la Agencia de Protección de Datos, donde aterrizó en febrero de 2010, una reestructuración anunciada por Aguirre en noviembre de 2011 se llevó por delante este organismo. Y, en abril de 2013, según reconoció él mismo en la Asamblea de Madrid, se le encomendó la dirección de laFundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social de la Comunidad. Estuvo en este último cargo hasta los primeros días de 2014. La presentación oficial de Vox fue en enero de 2014.

¿Va hacer el éxito de Vistalegre de Vox que el PP vire en algo su discurso? ¿Planea nuevos giros a la derecha? "No creo que desde que llegó Casado a la presidencia del PP hayan ganado un solo voto", considera un miembro del nuevo equipo del líder del PP.

Entrando en materia, la misma fuente destaca que al PP no le van a encontrar pidiendo "echar a los inmigrantes", la "supresión de las autonomías" o "meter los tanques en Cataluña".

Sí hay fuentes que creen que Casado ha "endurecido" en los últimos días su discurso en Cataluña, precisamente para que no se lo arrebaten Ciudadanos y Vox. El líder del PP ha demandado a Sánchez que aplique el 155 en Cataluña asegurando que puede contar para ello con el apoyo de su mayoría absoluta en el Senado. Y, este domingo, de forma paralela al acto de Vox, lanzaba una "propuesta de futuro" que pasa por una aplicación del artículo 155 que se haga "inmediatamente y con la duración necesaria". Todo ello, "sin esperar" a tener el respaldo de PSOE y Cs. 

¿Y cómo lo ha recibido Ciudadanos?

"A mí me sigue preocupando más Ciudadanos que Vox. Porque Vox puede pescar en mares de votos muy concretos", valora un dirigente regional poniendo el foco en el partido de Albert Rivera, formación que ha optado por no dar especial relevancia al acto de Vistalegre.

El presidente de la formación naranja no quiso opinar sobre el acto de Vox porque, a su juicio, ese es un error "de los viejos partidos". Sí quiso destacar que el ascenso o no de lo que esta formación representa dependerá "de lo bien" que lo haga el resto.

"Si PP y PSOE hubieran ofrecido respuestas del siglo XXI probablemente estaríamos en un mapa de dos partidos y no de cuatro", mantuvo en un desayuno informativo de Europa Press.

Mientras, el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, evitó poner "etiquetas" a la ideología de Vox y señaló que serán los españoles los que decidan en las urnas el apoyo que dan a cada uno de los partidos que se presenten a las elecciones.

"Nosotros estamos centrados no en mirar al resto de partidos, sino en ver qué necesitan los españoles y España para los próximos años", dijo en rueda de prensa tras la reunión de la Ejecutiva permanente de Cs.

Encuestas

Vistalegre ha supuesto mucho oxígeno para una formación que ya había recibido las buenas noticias de los sondeos. La primera encuesta que dio a Vox representación en el Parlamento fue una del diario Público.es de junio de 2018: dos escaños y más de 600.000 votos. El sondeo había sido realizado después de la moción de censura que desalojó a Mariano Rajoy de la Moncloa.

El resto de sondeos son ya del mes de septiembre. Un estudio de GAD3 para el diario Abc atribuía a esta formación el 1,5 % de los votos, lo que se traduciría en un diputado. "La agitación de la memoria histórica por parte del PSOE ha dado alas a esta formación, situada más a la derecha que el PP", consideraba el citado diario.

Una encuesta de El Confidencial, por su parte, reflejaba también la irrupción de Vox en el Congreso superando la barrera del 3%. Según los cálculos de ese diario, el partido de Abascal había logrado arañar unos 500.000 votos al PP, su antiguo partido.

La última entrega de la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) otorgó a Vox el 1,4% de los votos. 

En un contexto político como el actual, sin grandes mayorías, los pequeños partidos pueden ser claves a la hora de articular gobiernos o aprobar iniciativas. Para que Mariano Rajoy sacara adelante sus últimos presupuestos fue clave, por ejemplo, el apoyo de los cinco diputados del PNV y del diputado de Nueva Canarias Pedro Quevedo.

En Vox consideran que podrían obtener diputados, como poco, por Madrid. Y dicen que no renuncian a obtener grupo parlamentario propio.

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Vox aspira a mejorar los resultados que le atribuyen las encuestas y a estar en todas aquellas circunscripciones en las que puedan presentar listas. Como ya contó este diario, en esta tarea contarán con la colaboración de Steve Bannon, ex mano derecha de Donald Trump y nuevo gurú de la extrema derecha europea. Su implicación será, explican en el partido, a nivel de "estrategia electoral".

Prudencia en los expertos

Mientras, los expertos son prudentes. Achacan el protagonismo de los últimos meses a las encuestas, a la mayor presencia mediática, a su también mayor implantación territorial y a su posicionamiento en cuestiones como el desafío soberanista o la crisis migratoria. Sobre su evolución futura ya hay más dudas. Hasta la fecha, los populismos de extrema derecha no han encontrado respaldo social en España, a diferencia de lo que ocurre en otros países de nuestro entorno europeo.