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Los presupuestos generales del Estado

El Gobierno amaga con cambiar la ley para impedir el veto del Senado si el PP bloquea el incremento del gasto para 2019

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, responde a las preguntas de los periodistas en el Congreso de los Diputados.

Fernando Varela

Si el Gobierno de Pedro Sánchez quiere aplicar la senda de estabilidad y el incremento de gasto para 2019 sólo tiene un camino: modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria que otorga al Senado capacidad de veto. El PP tiene mayoría absoluta en la Cámara alta y, a juzgar por la posición que han defendido estos días Pablo Casado y su equipo, su intención es frustrar el plan del Gobierno socialista de contar con 6.000 millones adicionales el año que viene para, entre otras cosas, mejorar la financiación de las Comunidades Autónomas y de la Seguridad Social.

Fuentes del Gobierno confirmaron a infoLibre que esta es “una de las posibilidades“ que están considerando, “aunque no es seguro” que Sánchez se decida a llevarla a cabo. No sería la primera vez: el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero incluyó una disposición adicional en el proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado de 2005 estableciendo que, en caso de rechazo por parte del Senado, la propuesta se remitiría nuevamente al Congreso, que podría ratificar o levantar el rechazo con mayoría simple. Esta norma fue modificada después por el PP y, aunque tras la reforma constitucional de 2011 (la que incluyó el compromiso de estabilidad presupuestaria en el artículo 135) la Cámara baja sólo podría levantar el veto del Senado por mayoría absoluta, una nueva modificación de la ley seguiría siendo posible.

Tanto es así que la vicepresidenta Carmen Calvo amagó con esa posibilidad este miércoles en declaraciones a los medios, a la vista de las dificultades que el Ejecutivo está teniendo para tejer alianzas con sus socios de la moción de censura, conscientes como son de que el veto del PP en el Senado hace inviable el incremento de gasto del Gobierno.

Hace apenas unos días, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, había dicho que el Ejecutivo no tenía plan B para el caso de que el PP acabe vetando la senda de estabilidad en el Senado. Pero ahora Calvo confirma que el Gobierno buscará “soluciones” si la Cámara alta vota en contra.

La vicepresidenta no se refirió explícitamente a la reforma de la ley de estabilidad pero sí recordó que la capacidad de veto del Senado tiene su origen en una reforma impulsada por el PP cuando tenía mayoría absoluta en el Congreso. Una excepción a la norma, porque lo habitual es que el rechazo del Senado pueda ser anulado por el Congreso. El Gobierno, subrayó Calvo, lo que quiere es “que se respete la posición constitucional que tiene el Congreso”. “Lo que no tiene mucho sentido”, argumentó, “es que el Senado vete al Congreso, que es donde se inviste al presidente del Gobierno y donde está la votación de los Presupuestos porque eso hace muy difícil respetar la posición del Congreso”.

La posibilidad de sortear el veto del PP en el Senado con la reforma legal ya había sido apuntada poco antes por el portavoz del PDeCAT, Carles Campuzano: “Quizá toca impulsar alguna modificación legislativa si el Gobierno quiere que sus objetivos de déficit terminen aprobándose”, declaró.

Negociación en el Congreso

De momento, la estrategia del Gobierno parece dirigirse más a convencer a sus socios potenciales en el Congreso —Podemos, PDeCAT, Compromís, PNV o Esquerra— de que está dispuesto a sacar adelante la nueva senda de estabilidad, sin la cual no habrá margen legal de incrementar el presupuesto el año que viene. Por eso Calvo pidió una vez más “a la derecha” que anteponga el interés de España a sus intereses de partido.

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Tanto su nuevo líder, Pablo Casado, como los alcaldes y presidentes autonómicos del PP, tendrán que explicar a los españoles “que les da completamente igual” que las comunidades autónomas puedan disponer el año que viene de 2.500 millones adicionales para sanidad, educación y servicios sociales, remarcó.

En cualquier caso, la vicepresidenta subrayó que “no va a haber adelanto electoral”, sino “Presupuestos Generales del Estado” y en ellos se demostrará que “no era necesario asfixiar constantemente a los hombres y mujeres de este país en sus derechos y en los servicios públicos”, informa Europa Press.

El anunciado veto del PP demuestra, razonó, que este partido mantenía esta situación “por razones exclusivamente ideológicas” y que, para cambiarlo, sólo ha hecho falta que una nueva ministra de Economía negocie con Bruselas un “margen de respiro” para “reequilibrar las desigualdades” y que una de Hacienda haya sido “capaz de establecer unas coordenadas de crecimiento razonables”. “Ha quedado claro”, concluyó, “el poco interés del anterior Gobierno en sacarnos del austericidio”.

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