El Gobierno busca limar asperezas con Junts, pero le avisa de que la alternativa es dar paso a PP y Vox

“Se debería hablar menos de cambios horarios y empezar a hablar de la hora del cambio”. La frase que le dijo la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la pasada sesión de control en el Congreso sigue retumbando con fuerza en el tablero político nacional. Un nuevo aviso, con el interrogante de hasta qué punto es una amenaza real.

El próximo lunes el líder de Junts, Carles Puigdemont, ha convocado una reunión con la cúpula de su partido para afrontar la situación actual y no se descarta ningún tipo de decisión. La cúpula baraja convocar a sus militantes a una consulta interna sobre su apoyo a Pedro Sánchez. Los posconvergentes se encuentran en una especie de callejón sin salida, presionados por el trasvase permanente de votantes, según las encuestas, a Aliança Catalana y por el embotellamiento judicial que hace que el expresidente no pueda acogerse a la ley de amnistía.

Asimismo, en Junts no han logrado sacar adelante el traspaso de competencias en materia de migración, pactado con el PSOE (fue tumbado por PP, Vox y Podemos). Y presionan estos días a los socialistas para conseguir algún triunfo, que podría pasar por sus peticiones respecto a normas relativas a la multirreincidencia y a las ocupaciones, aspectos que consideran clave para su electorado. Otra de sus frustraciones es que la UE no ha aprobado aún la petición de que el catalán sea lengua oficial en las instituciones comunitarias.

Sánchez: “Estamos cumpliendo”

El Gobierno en estos momentos trata de actuar en dos sentidos. Por un lado, quiere restablecer los puentes de manera discreta, como suele hacerse a través de las reuniones en Suiza entre el PSOE y Junts, pero también está lanzando un aviso muy directo a los posconvergentes: la alternativa solamente pasa por un Ejecutivo del Partido Popular y de Vox.

Este mensaje lo hizo el propio presidente del Gobierno en una intervención por la mañana el jueves ante los periodistas en Bruselas, a donde se trasladó para participar en la reunión del Consejo Europeo. Sánchez remarcó: “Sabe Junts que estamos cumpliendo con todos esos acuerdos, aunque evidentemente hay algunos que no dependen en exclusiva del Gobierno o de los grupos parlamentarios que lo sustentan”.

Para, acto seguido, hacer esta reflexión dedicada a Puigdemont: “Hay una cuestión, hablando de cambio, indiscutible. Puede haber cambios para avanzar o cambios para involucionar. Para regresar, no una hora como decía la portavoz de Junts, sino cincuenta años atrás. Hoy es indiscutible que a Cataluña y a España les sienta bien este Gobierno de coalición, que ha propiciado un cambio para bien desde 2018, de avance y no de involución, como plantean PP y Vox”.

El recado del presidente va en la línea de que un Gobierno del PP y de Vox supondría una afrenta directa para Cataluña. Y, además, como señalan varias fuentes socialistas, Junts tendría también un problema muy grave entre el electorado catalán si se alinea con la derecha y la ultraderecha para dejar paso a Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal al frente del Palacio de la Moncloa. Dentro del Gobierno se habla de que Junts ha tratado de hacer “un juego de palabras” y una “teatralización”, por lo que rebajan la situación y sostienen que no se trata de un ultimátum.

Por la noche, tras revelarse la idea de una posible consulta entre los militantes de Junts, Sánchez se volvió a pronunciar con la idea de que el Ejecutivo está cumpliendo todos los compromisos que están en su mano y de que tendrá una reunión con Puigdemont "cuando toque".

"La metodología discreta"

Fuentes socialistas al tanto de los contactos con los posconvergentes hacen este análisis: “Siempre, en nuestra relación con Junts, lo que mejor ha funcionado es la discreción en las conversaciones y la claridad y transparencia en los acuerdos. Creemos que esta metodología ha traído importantes acercamientos y acuerdos, y vamos a seguir así. Somos conscientes de la complejidad de este Congreso, pero en estos dos años han salido adelante importantes leyes que benefician a todos”.

Nogueras respondió a Sánchez en una entrevista en Al rojo vivo, donde dijo que “llega un momento en el que la paciencia deja de ser una virtud”. “Es el momento de tomar decisiones. Se ha convocado para el lunes una reunión de la dirección ejecutiva en Perpiñán, que será quien tome las decisiones que tenga que tomar”, añadió.

Asimismo, la líder posconvergente en la Cámara Baja aseveró: “Hace meses ya le dijimos a Sánchez que la prórroga no duraría toda la legislatura. Está claro que el momento de ultimátums ha terminado y que el PSOE no ha sabido aprovecharlo”. Sobre la posibilidad de que su partido se abra a una moción de censura, contestó: “Esta decisión la va a tomar la dirección ejecutiva”.

En esta situación de cuerda tensionada se mira también a Sumar, que ha tenido choques bruscos con Junts a raíz de la negativa de los independentistas a apoyar el proyecto de reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, afirmó que lo que quiere ahora el partido de Puigdemont es “mostrar una posición de fuerza” y remarcó que el Ejecutivo va a dialogar de manera permanente para aguantar la legislatura. 

"Aquí estamos"

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Los populares miran de nuevo con incredulidad de nuevo el movimiento de Junts y creen que a Puigdemont le interesa seguir “chantajeando” a Sánchez. Pero, no obstante, fuentes populares trasladaron al hilo de las palabras de Nogueras: “Si quieren moción de censura, aquí estamos, podemos hablar”.

Este choque entre Junts y el PSOE llega en un momento clave de la legislatura, cuando el Ministerio de Hacienda trata de armar una nueva mayoría de cara a los presupuestos generales. El Ejecutivo todavía no ha presentado ni la senda de déficit, pero no tira la toalla para sacar las cuentas públicas. No obstante, el mensaje que sale de la Moncloa y de Ferraz es que aguantará hasta 2027, aunque la Cámara Baja tumbe esas cuentas.

Pero esta fotografía no es creíble para el PNV, uno de los socios clave para sostener a la coalición. El presidente de los nacionalistas vascos, Aitor Esteban, advirtió de que le parece “muy difícil” que la legislatura llegue a 2027 si no hay presupuestos y no descartó “nada”, incluyendo que haya elecciones generales ya el año que viene.

“Se debería hablar menos de cambios horarios y empezar a hablar de la hora del cambio”. La frase que le dijo la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la pasada sesión de control en el Congreso sigue retumbando con fuerza en el tablero político nacional. Un nuevo aviso, con el interrogante de hasta qué punto es una amenaza real.

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