Comunidad de Madrid

Del "golf y clases de español" a la "reunión sobre el Descubrimiento": la extraña agenda de Cantó en sus 135 días con Ayuso

El director de la Oficina del Español, Toni Cantó.

Cuando Toni Cantó anunció a bombo y platillo su salida de Ciudadanos, no quería ni oír hablar de otros partidos. "Lo único que me planteo es llamar a mi representante para ver si puedo volver a trabajar de lo mío", decía cada vez que se le preguntaba por su futuro. Pero sus antecedentes y los rumores alrededor de las intenciones del PP invitaban a pensar que su destino seguiría ligado a la política. Finalmente, así fue. Se le colocó como número cinco de las listas de la formación conservadora en la Comunidad de Madrid. Y cuando la justicia le sacó de la candidatura, Isabel Díaz Ayuso le buscó un hueco en su nuevo Ejecutivo como director de la Oficina del Español, un cargo con una remuneración anual de 65.993,40 euros. Han pasado ya algo más de cuatro meses de aquello. Y el actor mantiene una agenda repleta de encuentros. El problema es que algunos de ellos se desarrollan con entidades alejadas del ámbito de trabajo del departamento y, de otros, apenas se facilita información. "Golf y clases de español", "Proyecto hipódromo de la Zarzuela" o "Reunión sobre el Descubrimiento" son algunos ejemplos.

La primera reunión que Cantó celebra de forma oficial en su nuevo puesto, que depende de la Consejería de Cultura, se produce el 14 de julio, un par de semanas después de su nombramiento. Es un encuentro en la Universidad de Alcalá de Henares. Sin embargo, poco más se puede decir del mismo. En la agenda oficial no se detallan ni los participantes ni el objeto. El resto del mes, lo dedica a presentar su oficina en diferentes embajadas: Guatemala, Chile, El Salvador, República Dominicana o Costa Rica, la única que le sienta directamente con la embajadora –en el resto de casos su interlocutor es el agregado cultural–. Y, obviamente, deja constancia de ellas en redes sociales, su principal canal de comunicación: "Seguimos estableciendo alianzas para colaborar con la difusión de la cultura hispana". En total, durante su primer mes en el cargo mantiene siete reuniones. De ellas, solo una es con entidades: la que de Fedele, una federación que integran un centenar de escuelas de español.

Tras el verano, la actividad se intensifica. Y lo privado comienza a desplazar a lo público. Mantiene un encuentro en la escuela de negocios IE Business School. "Explorar vías de cooperación para promover la creación de riqueza y empleo a través del español", se especifica en la agenda, exactamente el mismo objeto que figura en la cita que un par de días antes había tenido en el Colegio Universitario María Cristina. También se sienta con la Universidad a Distancia de Madrid (Udima) y Esade Business School, otros dos centros privados, para hablar sobre la "internacionalización de la oferta educativa" de la Comunidad de Madrid. Y, entre medias, citas con entidades de todo tipo. Como, por ejemplo, con Sociedad Civil Catalana. ¿Para qué? Lo único que se especifica es que es para hablar del "uso del español". Así, en general. ¿Dónde? En Madrid –no se concreta más–. ¿Con quién? No se aporta esa información.

No es, ni mucho menos, una ausencia de datos puntual. Al menos, en el anterior encuentro se recogía el nombre de la entidad con la que iba a sentarse en una mesa. Una información que, en muchos casos, ni siquiera se aporta. De tres citas que tiene el lunes 27 de septiembre, dos las despacha en su agenda oficial con un simple "reunión", que acompaña de objetos realmente amplios: "internacionalización educativa en la Comunidad de Madrid" y "proyecto de perfiles hispanos para la Oficina del Español". ¿Quién participa? No se sabe. Lo mismo sucede al día siguiente. Y el 29 de septiembre. Ese día, a primera y última hora de la mañana, mantiene un par de ellas. La primera, centrada en una "propuesta de congreso" en la capital. La segunda, en la "presentación de un proyecto teatral". Ambas, en la Dirección de Área de la Oficina del Español. ¿Con quién? ¿Quién es la contraparte? ¿La hubo? De nuevo, no se aporta esa información.

El problema persiste en octubre. Primera semana. Se sabe que mantiene una reunión con un "compositor musical", un "músico" y un "promotor musical". En ninguno de ellas se dice para qué. Y solo en una se especifica el nombre del interlocutor: es el caso del compositor Manuel Pacho, el que se encargó de dar vida al himno del PP. Algo que se repite a lo largo del mes. En algunos casos no tiene problema en dejar constancia de que se ha sentado a hablar con la soprano Aída Rioja, la pintora Cristina de Diego o el académico Manuel Seco. En otros, sin embargo, se esconde el nombre del interlocutor y se despacha el encuentro con un "traductora", "profesor" o "gestor de proyectos", un término al que recurre para zanjar una reunión centrada, por ejemplo, en la "presentación" de una "propuesta artística" para el "festival de la Hispanidad".

A través de sus agendas, según se explica en el Portal de Transparencia de la Comunidad de Madrid, los altos cargos especifican "las reuniones de trabajo" que se producen "en el desempeño de las competencias administrativas ejercidas o atribuidas". "De este modo, todos quienes acceden a este contenido podrán conocer las reuniones que los altos cargos de la administración regional celebren con agentes externos a la Comunidad de Madrid y su administración institucional", completan. Los responsables públicos, no obstante, podrán no informar sobre los encuentros u omitir datos de los mismos solo cuando esto pueda suponer un perjuicio para la seguridad nacional, defensa, relaciones exteriores, seguridad pública, intereses económicos y comerciales, el secreto profesional y la propiedad intelectual e industrial o la garantía de confidencialidad o el secreto requerido en procesos de toma de decisión, entre otros supuestos recogidos en la Ley de Transparencia.

En sus primeros 135 días al frente de la Oficina del Español, el actor ha mantenido más de setenta reuniones. La inmensa mayoría estaban orientadas a la búsqueda de posibles colaboraciones con entidades –Universidad Nebrija, Fundación Cátedra Vargas Llosa o la Asociación EduEspaña, entre otras– o a la internacionalización en materia educativa. Pero hay encuentros de todo tipo. Por ejemplo, uno con el diplomático Eduardo Garrigues: "Reunión sobre el descubrimiento". Y algún otro que, a priori, poco tiene que ver con el ámbito de actuación de Cantó. Miércoles, 21 de octubre, reunión a primera hora con un comercial de Madrive-In con un objeto poco concreto: "Proyecto hipódromo de la Zarzuela". Ocho días después, se sienta en una mesa con el gerente de la Asociación de Campos de Golf de Madrid. El encargado de convertir a la comunidad en el epicentro del idioma en el mundo. De nuevo, el objeto es cuanto menos curioso: "Golf y clases de español". Es lo único que especifican.

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