Madrid, capital europea de la crisis universitaria en plena ola de recortes públicos

Las universidades públicas madrileñas atraviesan una crisis que les ha obligado a parar. Tanto alumnos como estudiantes han realizado una huelga los días 26 y 27 de noviembre bajo el lema "no habrá paz para quien nos asfixia". Las protestas ponen sobre la mesa no solo la infrafinanciación crónica de la universidad pública en la Comunidad de Madrid (CAM), sino también el rechazo frontal a la futura Ley de Estudios Superiores y Universidades (LESUC).

En mitad de las movilizaciones, el consejero de Universidades, Emilio Viciana, ha subrayado que las protestas "no tienen ninguna justificación" y que lo que merece una protesta es "el cupo independentista por el que las universidades madrileñas dejarán de ingresar 170 millones de euros cada año". Además, ha defendido el proyecto de presupuestos para 2026 como una "apuesta muy decidida por la universidad pública" con 1.239,7 millones de euros. La cifra, según asegura el consejero, estaría "entre las más altas de la Unión Europea".

Sin embargo, el discurso del Gobierno de Ayuso contrasta con la realidad. La Comunidad de Madrid, con el nuevo presupuesto, invertirá un 0,46% de su Producto Interior Bruto (PIB) en el sistema universitario público, muy lejos del 1% que establece la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU). Una inversión aún más alejada de la media europea, que se sitúa en un 1,2%. Esto se suma a que Madrid es la comunidad autónoma que menos invierte por estudiante, con 6.929 euros por alumno, mientras España está un 19,5% por debajo de la media de gasto de los países de la OCDE (19.800 euros).

La crisis universitaria en Europa

La crisis madrileña, pese a que se viene gestando desde los recortes de 2010, se inscribe en un contexto europeo de recortes y tensión presupuestaria creciente en la educación superior. Desde 2020, universidades de capitales como París, Berlín, Roma o Ámsterdam han sufrido recortes o restricciones de gasto ante la pérdida de financiación pública. Una de las capitales donde se han vivido protestas similares a las de Madrid es la alemana. El Gobierno regional, tras anunciar un aumento en la inversión universitaria para 2025, impuso recortes de 250 millones en financiación para investigación y educación superior.

Esto ha provocado que la mayor universidad del país, la Freie Universität, haya tenido que realizar un ajuste de 41 millones solo en 2025, lo que supone un recorte del 5,8% de su presupuesto, que ronda los 700 millones de euros. El resto de universidades de la capital también tendrán que realizar ajustes presupuestarios para evitar entrar en déficit: la Universidad Técnica de Berlín tendrá 32 millones menos, la Humboldt 27 y la Universidad de Ciencias Aplicadas (BHT) 8,8.

En Francia, los efectos de su inestabilidad político-económica también han impulsado la austeridad. La Ley de Finanzas de 2025 prevé 1.000 millones de euros menos que el año anterior para enseñanza superior e investigación. Además, los presupuestos de 2024 ya contaron con una reducción de 320 millones de euros sobre un total de 31.300 millones. Como resultado, 60 de 75 universidades públicas en Francia cerraron en 2024 con déficit (frente a 30 en 2023). En la capital, la Université Paris 1 Panthéon-Sorbonne, con más de 40.000 alumnos, prevé un recorte del 20% del total. Por ejemplo, la biblioteca interuniversitaria de la Sorbonne vio su presupuesto caer un 40%.

La presión sobre las universidades también se ha intensificado en Países Bajos a raíz del recorte estatal y la caída de los ingresos vinculados a estudiantes internacionales, una de las principales fuentes de financiación del sistema neerlandés. La Vrije Universiteit Amsterdam calcula que tendrá que ajustar 60 millones de euros en apenas tres años. Una decisión que ya ha tomado la Universidad de Amsterdam, que opera desde hace meses con recortes anuales de entre 30 y 50 millones, pese a partir de una situación financiera inicialmente sólida.

En Roma, centros como Sapienza, Tor Vergata o Roma Tre trabajan ya en planes de contención pese a presentar buenos resultados económicos en sus últimas memorias. Esto se debe a que el Fondo de Financiación Ordinaria afronta una reducción de 173 millones, lo que supone en realidad una falta de 500 millones al sumarse los incrementos obligatorios de costes, según la Conferencia de Rectores de las Universidades Italianas (CRUI). Unas universidades italianas que habían conseguido afrontar parte de sus problemas económicos con un aumento de las tasas de sus estudiantes.

El exrector de la UNED y exsecretario de Estado, Alejandro Tiana, subraya que la distancia entre España y Europa es clara. "Las universidades de los países europeos que aparecen en los rankings manejan cifras por estudiante muy superiores a las españolas, lo que muestra el nivel de financiación que necesita una institución para aspirar a la excelencia".

La Complutense con un 35% de recortes y una deuda que se dispara

Aun así, ninguna gran universidad de las capitales europeas combina déficits tan abultados con un porcentaje de recortes tan alto como en Madrid. La Complutense concentra el mayor porcentaje de recorte financiero entre las universidades de las principales capitales analizadas. La Universidad Complutense (UCM) va a mantener durante tres años un recorte del 35% en sus gastos, que ya realizó al 30% en 2024 con el objetivo de contener el gasto ordinario. En este caso, el porcentaje ha aumentado debido a que tiene que devolver a la Comunidad de Madrid el préstamo de 34,5 millones de euros para poder pagar las nóminas de diciembre y las pagas extraordinarias de Navidad.

La falta de financiación por parte del Gobierno de Ayuso ha provocado que la UCM acumule en los dos últimos ejercicios un déficit de 142,3 millones de euros —64,5 millones en 2023 y 77,8 en 2024—. No obstante, los datos del informe anual de cuentas de la URJC reflejan también un saldo negativo de 47 millones, frente a los 43,6 del año anterior. Para Montse Rius, portavoz de UCM por la Pública e investigadora académica, la situación evidencia el fracaso del modelo autonómico. "En bruto parece que se invierte mucho, pero Madrid destina solo el 0,42% de su PIB a la universidad. No se cumple ni la LOSU ni la media europea y así es imposible sostener universidades del tamaño de la Complutense", detalla.

Rius subraya además que la infrafinanciación madrileña no responde a un contexto de crisis económica, sino a una decisión política. "En 2010 hubo un argumento macroeconómico para recortar, pero hoy no hay ninguno. España crece más que la mayoría de la UE y Madrid recorta. Por tanto, no se compensa lo perdido y seguimos pagando las consecuencias quince años después", denuncia.

Un modelo agotado, sin negociación y sin horizonte

Pese a los problemas de infrafinanciación que sufre el sistema universitario público en Madrid, la negociación con el Gobierno autonómico está completamente bloqueada. Rectores, decanos y representantes sindicales denuncian que la Comunidad de Madrid ha cerrado filas en torno a su modelo, sin abrir ninguna vía para actualizar el sistema de financiación. Una postura que, por ejemplo, contrasta con la del Gobierno Regional de Berlín, que, tras imponer los recortes en 2025, ha acordado con las universidades que no habrá austeridad en 2026 y que recibirán 31 millones de euros más ese año, 62 millones extra en 2027 y 93 millones en 2028.

"No hay voluntad de negociar. Ni siquiera se nos incluye como parte de la mesa que diseña la ley autonómica que va a regir nuestro futuro. Estamos reclamando un presupuesto mínimo y el cumplimiento de la ley, pero el Gobierno de Ayuso ha decidido seguir hacia delante con su modelo privatizador", subraya Rius.

La comunidad universitaria reclama, además, que el Gobierno abandone el relato del aumento de los presupuestos y asuma la urgencia del problema. Tiana señala que "si no se alcanza el 1% del PIB y se sostiene esa inversión en el tiempo, es imposible tener un sistema universitario competitivo con el resto de Europa". "La excelencia no es compatible con la austeridad permanente", incide.

Las universidades públicas madrileñas atraviesan una crisis que les ha obligado a parar. Tanto alumnos como estudiantes han realizado una huelga los días 26 y 27 de noviembre bajo el lema "no habrá paz para quien nos asfixia". Las protestas ponen sobre la mesa no solo la infrafinanciación crónica de la universidad pública en la Comunidad de Madrid (CAM), sino también el rechazo frontal a la futura Ley de Estudios Superiores y Universidades (LESUC).

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