Tras un verano marcado por las protestas en La Vuelta a España, el inicio del curso académico ha vuelto a poner sobre la mesa el genocidio de Gaza en los campus universitarios. La Red Universitaria por Palestina ha reactivado su movilización en todo el país con el objetivo de poner fin a todas las relaciones, directas o indirectas, que mantengan sus centros con entidades israelíes.
Una de las primeras protestas se vivió durante el acto inaugural del curso en la Universidad del País Vasco (UPV), celebrado el pasado 10 de septiembre en el campus de Ibaieta (Donostia) con la asistencia del lehendakari Imanol Pradales. Los estudiantes fueron desalojados por la Ertzaintza al corear consignas en favor de Palestina y contra los representantes institucionales. La presión llevó a la universidad a anunciar este miércoles una revisión de sus convenios con empresas que colaboran con Israel, como la vasca Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF).
Bajo la consigna "No podemos empezar el curso con normalidad", la red ha impulsado acciones de protesta en 46 universidades públicas de todo el país. Ante la inacción de las instituciones, la organización denuncia que los compromisos adoptados por las universidades españolas en 2024 "han sido insuficientes" y que "se han seguido firmando convenios con organismos israelíes".
La movilizaciones hacen efecto
En València, la campaña ha dado sus primeros frutos. Varios profesores, investigadores y técnicos de la Xarxa Universitària per Palestina iniciaron el pasado 10 de septiembre un encierro "indefinido" en el histórico edificio de La Nau, sede de la Universitat de València (UV).
El clima social generado por la protesta llevó al rectorado a firmar este lunes un acuerdo con la red en el que la UV se comprometió, entre otros puntos, a condenar el genocidio en Gaza, romper todas sus relaciones con empresas o instituciones vinculadas a él y reforzar los lazos con universidades palestinas.
No obstante, Núria Garro, profesora e integrante de la Xarxa Universitària per Palestina en la UV, señala a infoLibre que la universidad "no ha estado a la altura y ha reaccionado tarde" desde las acampadas iniciadas en 2024. "Nuestra última reunión con ellos para llegar a un acuerdo fue en diciembre de 2024, y llevábamos nueve meses esperando respuesta. Así que decidimos que teníamos que hacer una acción más contundente y optamos por el encierro", relata.
Garro subraya que lo conseguido en València supone un paso relevante, pero lo califica de "documento de mínimos" que cumple con el dictamen de la Corte Internacional de Justicia de julio de 2024. Una opinión consultiva que considera "ilegal" la ocupación israelí y exige a la comunidad internacional que tome medidas inequívocas para garantizar que Israel le pone fin".
"El tribunal señala que, una vez se ha declarado la ocupación como ilegal, hay que tomar medidas. Así que la colaboración científica con organismos israelíes constituye una clara complicidad", añade Garro.
"Molesta más una pancarta que 60.000 palestinos muertos"
Pese a los avances en València, otras universidades siguen sin condenar lo que ocurre en Gaza mientras mantienen convenios con empresas israelíes. Según un informe de la Red Universitaria por Palestina, la Universidad Politécnica de Madrid participa en al menos 13 proyectos internacionales junto a empresas o instituciones de Israel. Entre ellos destaca el proyecto HERA, centrado en la aviación ecológica, en el que colabora con Israel Aerospace Industries LTD, vinculada al desarrollo de armamento.
Aunque la Junta Rectora de la Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas (CRUE) se comprometió en mayo de 2024 a suspender los acuerdos con entidades israelíes no comprometidas con la paz, integrantes de la red en Madrid lamentan que "todos los compromisos adquiridos se han quedado a medias".
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"Se avanzó un poco por la presión de las acampadas, pero todo ha quedado en nada: las universidades en Madrid siguen firmando proyectos con Israel, no han modificado las condiciones de los pliegos de contratación y las mesas de trabajo conjuntas no avanzan", denuncia una portavoz en Madrid, que prefiere mantener el anonimato por miedo a represalias.
Otro de los casos denunciados en las últimas semanas es el de la Universidad de Zaragoza (UZ). La red ha señalado la participación del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud en un proyecto europeo iniciado en junio de 2025 junto al Ministerio de Sanidad de Israel. Daniel Jiménez, portavoz de la organización en la UZ, explica a infoLibre que "se siguen manteniendo vínculos", sobre todo en el marco de proyectos europeos con universidades israelíes.
Jiménez incide en que el problema radica en la "lentitud" y la "falta de contundencia" de las instituciones académicas. "Molesta más una pancarta que 60.000 palestinos muertos. Lo que comprobamos es que el gobierno de cualquier institución está más preocupado por su día a día que por cumplir el derecho internacional", concluye.
Tras un verano marcado por las protestas en La Vuelta a España, el inicio del curso académico ha vuelto a poner sobre la mesa el genocidio de Gaza en los campus universitarios. La Red Universitaria por Palestina ha reactivado su movilización en todo el país con el objetivo de poner fin a todas las relaciones, directas o indirectas, que mantengan sus centros con entidades israelíes.