La estrategia de la derecha
La política exterior de Feijóo: arremeter contra Sánchez pero callar con la OTAN, Israel o Marruecos
Para Alberto Núñez Feijóo la política exterior es un arma de guerra interna. Pero poco más. El líder del Partido Popular no ha tenido un perfil internacional —tampoco domina el inglés— pese a su larga trayectoria política. Y, tras aterrizar en la sede de Génova hace más de tres años, ha limitado sus contactos al ámbito del Partido Popular Europeo y de los aliados de esta formación en América, pero nunca se ha mostrado particularmente interesado por la política exterior a diferencia de su homólogo en Vox, Santiago Abascal. Su principal asesor en la dirección del partido para esta materia sigue siendo Esteban González Pons, actual portavoz del PP en Bruselas, cuya experiencia se centra sobre todo en la política europea.
La ambigüedad mostrada por Feijóo en todo lo que respecta a la cumbre de la OTAN celebrada esta semana evidencia esa debilidad exterior. El conservador evitó criticar al presidente estadounidense, Donald Trump —en la línea de la estrategia que ha seguido desde que el magnate llegó a la Casa Blanca— y, en su intento de desacreditar por todos los medios al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, incurrió en algunas contradicciones e incoherencias en sus declaraciones del jueves desde Bruselas. Le acusó de aceptar el 5% pero también de oponerse y, por tanto, generar un cisma en la organización atlántica y provocar la ira de Trump, que amenazó directamente a España con una “doble” imposición.
Tampoco acabó de dejar clara su postura sobre el aumento del gasto en defensa hasta el 5% del PIB. Desde Génova siempre han defendido que “invertir en seguridad y defensa es una prioridad" y que, de estar el PP en la Moncloa, se "cumpliría" con el gasto militar que se asuma dentro de la OTAN, sea cual sea. Sin embargo, el propio Feijóo admitió que si él gobernara tendría que "echar bien las cuentas" sobre el gasto militar y que, en caso de necesitar "algún año más de flexibilidad" para cumplir el acuerdo, "lo pediría”.
Oriente Próximo
Feijóo tampoco acaba de encontrar su sitio en lo que respecta a Oriente Próximo, donde también ha tratado de mantener una posición equidistante aunque situándose de manera clara en el bando de Israel. Ahí es, de nuevo, Sánchez quien acapara la crítica del Gobierno de Benjamin Netanyahu, que esta misma semana ha acusado al presidente del Gobierno, a través de su embajada en España, de estar encabezando una “cruzada antiisraelí” por pedir en el Consejo Europeo que se suspenda el acuerdo de asociación de la UE con Israel.
El líder del PP, por su parte, ha justificado las acciones de Israel en nombre de su derecho a defenderse, ha pasado de puntillas por los bombardeos dirigidos por el país hebreo o por EEUU contra los gazaties y los iraníes con recurrentes apelaciones a la desescalada y, sobre todo, ha utilizado todas las oportunidades para criticar al Gobierno central, acusando falsamente a Sumar y a Podemos de apoyar al terrorismo y a Sánchez de provocar día sí y día también crisis diplomáticas con el país. “Siempre hubo un acuerdo y siempre hubo consenso en la política española. Lo ha roto unilateralmente el señor Sánchez”, afirmó recientemente.
Hace apenas un mes, también aseguró que el Gobierno español estaba participando en una operación “de acoso y derribo” contra “el pueblo de Israel” después de que éste fuera “atacado por una organización terrorista”. El conservador también ha tratado de extender la idea de que Sánchez simpatiza con Hamás y otros grupos terroristas, relacionándola además con la decisión del PSOE de normalizar las negociaciones políticas con EH Bildu.
Magreb
En el caso del Magreb, una de las áreas de mayor interés internacional de España, tampoco se conocen muchos detalles sobre la política que Feijóo se propone llevar a cabo en el caso de alcanzar La Moncloa. El líder del PP, sin embargo, sí especuló con la idea de que, en sus relaciones con Marruecos, Sánchez estaba siendo chantajeado por los servicios secretos de Rabat bajo amenaza de divulgar supuesta información sensible presuntamente robada de su teléfono móvil cuando fue atacado con el software de espionaje Pegasus.
En las relaciones con Marruecos, el principal partido de la oposición defiende una política de guante blanco en línea con lo que siempre ha formado parte del consenso de los sucesivos ejecutivos españoles. La prioridad es favorecer los intercambios comerciales e intensificar la cooperación en materia antiterrorista, lucha contra el narcotráfico y control de la migración. Para muestra, lo que sucedió en el año 2021, durante el conflicto desatado por Rabat al facilitar la llegada masiva de migrantes a Ceuta. El PP se alineó con el gobierno de Mohamed VI al mostrarse comprensivo con su malestar porque España decidiese, a petición de Argelia, ofrecer asistencia hospitalaria al líder del Frente Polisario.
Por lo que respecta al Sáhara, en los últimos años la formación de Feijóo ha pedido de manera incesante que Sánchez revierta la decisión tomada en 2022 e incluso ha llegado a sacar adelante mociones para instar al Ejecutivo a ello, pero lo cierto es que el PP eliminó de sus documentos electorales las referencias al Sáhara Occidental que durante años vincularon a este partido a la defensa del referéndum mandatado por Naciones Unidas.
Latinoamérica
Feijóo y Abascal evitan criticar a Trump pese a sus amenazas a España por el 'no' de Sánchez en la OTAN
Ver más
Los pronunciamientos de Feijóo en materia de política internacional casi siempre están vinculados al debate interno, especialmente en relación con América Latina. El líder del PP los utiliza sobre todo para acusar al Gobierno de Sánchez de complicidad con Cuba y Venezuela. En la dirección del PP consideran que la situación de estos países, a los que también se ha sumado México, es más preocupante que lo que sucede en Oriente Medio.
A lo largo de la legislatura el PP ha participado en multitud de manifestaciones y actos junto a la oposición venezolana. También impulsaron una resolución para reconocer al rival de Nicolás Maduro, Edmundo González, como presidente electo del país, que salió adelante pero sin el voto del PSOE ni de la izquierda parlamentaria. Los conservadores, junto con Vox, sostienen que Sánchez actúa como aliado de Nicolás Maduro, mientras el propio presidente de Venezuela llegó a acusar al Gobierno español de intentar asesinarlo
La contundencia del PP desaparece, sin embargo, cuando se trata de otros países del centro o del sur de América. Algunos como El Salvador, de Nayib Bukele, no han recibido ninguna crítica por parte de la formación de Feijóo pese a las denuncias de organismos como Human Rights Watch (HRW). El organismo ha alertado de la situación de menores encarcelados durante el régimen de excepción y la vulneración a los derechos humanos de los presos. A Génova también le incomoda hablar del presidente argentino, Javier Milei, que sin embargo sí ha encontrado apoyo en la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que lo ha recibido en varias ocasiones en la capital con honores.