Agencia Tributaria
El PP pidió explicaciones a Monedero y no criticó la filtración de sus datos fiscales
La información, desvelada este jueves por infoLibre, de que en 2013 recibió 369.000 euros de ingresos por su trabajo como cazatalentos no sentó bien a la presidenta del PP de Madrid y candidata al Ayuntamiento de la capital. A pesar de que se declara una firme partidaria de la transparencia, horas después de que fueran publicados estos datos, Esperanza Aguirre informó a los periodistas de que había decidido reclamar a la Fiscalía General del Estado que investigara su "filtración". Hacienda anunció a medio día la apertura de una investigación.
Además, Aguirre sostuvo que la publicación de su renta "tiene unas consecuencias gravísimas". No para ella, porque lo que figura en sus documentos es sólo fruto de su trabajo en la empresa privada, sino para quien la haya filtrado. Poco después, en declaraciones a El País, dijo que esta filtración impide que se den “las condiciones fundamentales para que España pueda salir adelante en la recuperación económica”. E insitió en que “es un atentado a la seguridad jurídica española”. Cargos del PP también pusieron el foco en la “ilegalidad” de la “filtración” del caso Aguirre.
Esta respuesta contrasta con la reacción que tuvo la propia Aguirre cuando el periódico digital elplural.com, el pasado 18 de enero, publicó que el exnúmero tres de Podemos, Juan Carlos Monedero, había facturado a través de una sociedad –y como IRPF– los 425.150 euros que había ingresado por asesorar a Gobiernos latinoamericanos. En declaraciones a los medios, Aguirre conminó al entonces dirigiente de Podemos a "explicar esta exclusiva". Una reacción similar tuvo el partido de Mariano Rajoy cuando, el pasado 6 de febrero, el diario El Mundo informó de que Monedero había presentado una declaración complementaria para regularizar su situación con Hacienda y tributar por esos ingresos a través del IRPF y no en el Impuesto de Sociedades.
Como hizo este jueves Aguirre, Monedero pidió entonces a la Fiscalía y a la Agencia de Protección de Datos que investigaran un posible delito de revelación de secretos del que responsabilizó al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Pero el portavoz adjunto en el Congreso del PP, Antonio Gallego, consideró "ridícula", "infantil" y "hasta de chiste" esta petición. Y añadió que "un evasor fiscal" –así se refirió a Monedero– no estaba "en disposición de dar lecciones nadie" y que lo que tenía que hacer es "aclarar sus chanchullos".
Santamaría y Montoro
La realidad es que esta fue la tónica que siguieron los cargos del PP. Al contrario de lo ocurrido con Aguirre, no criticaron la filtración de los datos fiscales del fundador de Podemos y, es más, los utilizaron para lanzar críticas contra él. El mismo día de esa publicación por El Mundo, el portavoz de los conservadores en el Congreso, Rafael Hernando, dijo que le parecía "increíble" que Monedero pudiese asesorar a nadie cuando "apenas sabe hacer la 'o' con un canuto en cuestiones económicas".
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También se refirió a esta filtración la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Pese a que primero sostuvo que al Ejecutivo no es quien para opinar sobre "procedimientos de la Administración Tributaria", la mano derecha de Mariano Rajoy en el Gobierno acabó no desaprovechando la ocasión de sacudir al entonces dirigente de Podemos. “Si todos los españoles hicieran lo que hace el señor Monedero, a ver cómo pagamos los servicios públicos, la educación y la sanidad", aseveró.
Tres días después, el 9 de febrero, El Mundo publicó que Monedero tenía un patrimonio de más de 700.000 euros en sus cuentas bancarias. Esta información también sirvió al PP como munición para sus críticas a la formación de Pablo Iglesias. El PP les acusó de '"cinismo e hipocresía" por erigirse en "inquisidores" de los demás. Y preguntó a Monedero de dónde había sacado los "200.000 euros a tocateja" para pagar a Hacienda.
También se refirió a este asunto el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que instó a Pablo Iglesias a que "baje la voz" y le animó a "presentar las liquidaciones [tributarias] de todos los dirigentes" de su partido. Sin embargo, a lo que se negó el departamento que él dirige –al contrario de lo que ha hecho en el caso de Aguirre– es a abrir una investigación sobre la filtración porque dio "por hecho" que los datos del fundador de Podemos que se filtraron a la prensa "no habían salido de la Agencia Tributaria".