La cumbre de la OTAN en La Haya (Países Bajos) ha abierto más la brecha entre la Casa Blanca y La Moncloa. Dos administraciones ideológicamente en las antípodas, pero que ahora se alejan más por el gasto en defensa. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insiste en que puede cumplir los objetivos de la Alianza con un gasto del 2,1% del PIB en defensa y el líder de EEUU, Donald Trump, ha subido de manera exponencial el tono contra España amenazando con una guerra comercial para hacerle pagar el “doble”.
El cónclave de la Alianza Atlántica acabó con un acuerdo en el que los socios se comprometieron a un gasto del 5% (un 3,5% en asuntos “puros” de defensa y un 1,5% en financiación relacionada con la seguridad). Pero la interpretación que hace España es que debe cumplir con los “objetivos de capacidad” acordados, sin vinculación directa al PIB, y que los puede llevar a cabo con una inyección del 2,1%.
España, que ha estado negociando con Mark Rutte durante los últimos días, se unió a la declaración final, pero entiende que se habla de los aliados y no de una obligación para todos o cada uno de los integrantes de la organización. El secretario general de la Alianza indicó al finalizar la reunión sobre España: “Hay un acuerdo sobre no estar de acuerdo en que ellos piensan que pueden alcanzar los objetivos de capacidades con un 2,1% del PIB; la OTAN dice que tiene que ser el 3,5% como para todos los otros aliados”.
"Van a pagar el doble"
Sánchez y Trump ni se saludaron en el centro de congresos de La Haya. El presidente de Estados Unidos había calentado horas antes desde el Air Force One la situación calificando a España de "problema". En la rueda de prensa tras la cumbre, se lanzó directamente contra el Gobierno y concretó la amenaza de que negociará “directamente” con Madrid un acuerdo comercial y hará “pagar el doble” para compensar el rechazo al 5%.
Sus palabras pasaron por estos términos: "Voy a negociar directamente con España. Lo haré yo mismo. Van a pagar. Así pagarán más. Vamos a negociar un acuerdo comercial con España. Les vamos a hacer pagar el doble. Y lo digo en serio. Vamos a lograrlo".
A lo que añadió: “Es un lugar fantástico y son gente estupenda, pero España es el único país, de todos los países, que se niega a pagar y, saben, quieren que les salga gratis, pero tendrán que devolvernos el dinero a través del comercio, porque no voy a permitir que eso ocurra. Es injusto". Para EEUU, España ha sido la nación “más hostil”: “Simplemente no le veo sentido”. El mandatario republicano hilvanó: “Quieren quedarse en el 2%. Creo que es terrible. Y, como saben, les va muy bien. La economía va muy bien. Y esa economía podría hundirse por completo si algo malo ocurre".
La cifra del 5% se ha puesto sobre la mesa por exigencia de Donald Trump, quien ni siquiera cumple en estos momentos con ese porcentaje en gasto en defensa. Un monto que supondrá ingentes beneficios para las empresas armamentísticas de Estados Unidos, ya que la industria europea no tiene capacidad para asumir todos esos encargos. Estas compañías fueron grandes donantes de la campaña del republicano. Asimismo, en esta partida, Rutte, según reveló el propio norteamericano en redes sociales, jugó a favor de Washington y en tono servil le prometió que Europa iba a pagar a lo “GRANDE”.
España se planta
El Gobierno español insiste en que cumplirá con lo acordado en “objetivos” con la OTAN en la reunión del pasado 5 de junio de los ministros de Defensa y que puede hacerlo sin llegar al 5%. Para el líder del PSOE, el 2,1% es “suficiente, realista y compatible” con el modelo social español. Una cifra, según Sánchez, estipulada por las propias Fuerzas Armadas.
En La Moncloa llevan días subrayando que subir al 5% el gasto en defensa supondría para el país un desembolso de 350.000 millones de euros, lo que conllevaría drásticas medidas como elevar los impuestos en 3.000 euros anuales a los trabajadores y hacer millonarios recortes en sanidad, educación, pensiones y prestaciones por desempleo y maternidad.
Asimismo, en el Gobierno sostienen que no se entendería socialmente ese incremento y supondría, de facto, una ruptura con los socios del Ejecutivo, que ya han tenido que admitir una subida hasta el 2% este mismo año con un desembolso adicional de 10.000 millones de euros. Hasta el momento, en cambio, la guerra comercial abierta por EEUU contra el resto del mundo tenía a la UE como elemento global donde entraba España, pero las palabras del norteamericano pasan a otra dimensión (directamente contra el país o pensando en sectores muy expuestos de la economía española en los mercados allende el Atlántico).
La cumbre de la OTAN se produjo también en un momento en el que España vive entre espasmos políticos por la irrupción del caso Cerdán, que ha puesto en jaque al Gobierno de coalición. Sánchez quiso también remarcar en La Haya que otro presidente en su lugar hubiera firmado el 5%, lo que habría sido un “error”. Desde el Gobierno se busca retratar a un PP que no se ha posicionado claramente sobre lo que haría.
La indefinición del PP
Sánchez insiste en que el 2,1% del PIB es suficiente para cumplir con el acuerdo de la OTAN
Tras la cumbre, el PP hizo la siguiente valoración: “Pedro Sánchez se ha comprometido con la filosofía de rearme de la OTAN y con el 5% del PIB a gasto en Defensa en un máximo de diez años pero calma a sus socios diciendo que ha engañado a la Alianza Atlántica y que solo pagará el 2,1%. Sus cómplices parlamentarios consienten sus mentiras, pero el Partido Popular, no".
“Sin embargo, el Partido Popular tampoco consiente las amenazas a España del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Y menos si pretende utilizar a los productores de nuestro país para vengarse de la insolidaridad del presidente del Gobierno. Por tanto, ni con el presidente que miente ni con el presidente que amenaza. Nuestro país volverá a ser un país respetado, fiable y solidario. Y lo será muy pronto”, añadieron fuentes de Génova 13.
Del bloque de investidura, las principales críticas llegaron por parte de Podemos, que acusó al líder socialista de traicionar y mentir a los españoles: "Es un ataque frontal y una traición sin precedentes a la clase trabajadora". "Puede decir el presidente del Gobierno misa, pero la declaración compromete a España", proclamó la líder de los morados, Ione Belarra, que habló de “día trágico” para el país.
La cumbre de la OTAN en La Haya (Países Bajos) ha abierto más la brecha entre la Casa Blanca y La Moncloa. Dos administraciones ideológicamente en las antípodas, pero que ahora se alejan más por el gasto en defensa. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insiste en que puede cumplir los objetivos de la Alianza con un gasto del 2,1% del PIB en defensa y el líder de EEUU, Donald Trump, ha subido de manera exponencial el tono contra España amenazando con una guerra comercial para hacerle pagar el “doble”.