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La legislatura, bloqueada

Sánchez sigue sin poner fecha a la negociación con Podemos mientras los sindicatos le apremian a hacerlo

Los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, y de CCOO, Unai Sordo, después de su reunión con Pedro Sánchez en la Moncloa.

Fernando Varela

Pedro Sánchez ya ha dejado pasar dos semanas sin llamar a Pablo Iglesias para intentar salvar la investidura. El tiempo sigue pasando desde el fracaso de julio, el líder del PSOE continúa sin poner una fecha al reinicio de una negociación clave para evitar la repetición de las elecciones y la izquierda empieza a impacientarse.

Los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras, Pepe Álvarez y Unai Sordo, no pudieron ser más expresivos este jueves al término de la reunión que mantuvieron con Sánchez en la Moncloa. El líder del PSOE tiene que reiniciar “ya” el diálogo político y las negociaciones con Unidas Podemos. “Cuanto antes”, insistieron los líderes sindicales, porque hay una “necesidad imperiosa” de derogar la reforma laboral y garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones.

La cita era una más de las que Sánchez ha programado en un intento de buscar el respaldo de organizaciones sociales de diferentes ámbitos —desde el feminismo al ecologismo, pasando por la ciencia, la industria, la agricultura o la educación— a una estrategia que busca presionar a Unidas Podemos con la idea de que hace falta un gobierno progresista cuanto antes. Los líderes de UGT y CCOO, como los representantes de las organizaciones con las que se reunió en los últimos días, evitaron respaldar o rechazar la apuesta de Sánchez por un gobierno monocolor con el apoyo de UP.

La “cuestión prioritaria” es el programa de Gobierno, subrayaron, algo que no “va a ser fácil” acordar pero que les parece más sencillo que hablar del reparto de puestos en el Ejecutivo. Sordo, sin embargo, restó importancia a la desconfianza mutua entre Sánchez e Iglesias, que han manifestado en “numerosas ocasiones”, y la relacionó con la negociación fallida, que dejó “jirones en la piel”. A pesar de ello, los líderes de PSOE y Unidas Podemos están obligados a afrontar la negociación y evitar una “mala gestión de tiempos” como ocurrió en la legislatura fallida, en la que apenas hubo días para hablar.

“Parece que queda mucho hasta 23 el de septiembre, pero no es así, cuanto antes se inicie la negociación mejor”, advirtió. “La desconfianza no es óbice para abordar la negociación”, pero “para rebajar el tono, recomendaría a todo el mundo dejar un poco en paz el Twitter mientras duren las negociaciones“.

Los sindicatos son frontalmente contrarios a una repetición electoral. Llevamos cuatro años de “interinidad política que impide abordar los problemas fundamentales” y “no se puede permitir la repetición de elecciones porque nos haría perder el año a efectos de reformas” y medidas estratégicas en materias como la desigualdad o el paro, enfatizó Sordo.

Las prioridades de la patronal

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en cambio, tiene otras prioridades. Después de reunirse con Sánchez, también en la Moncloa, acompañado por su homólogo de Cepyme, Gerardo Cuerva, apostó por una opción “clarísima” sumando a los dos partidos de centro izquierda “moderados” —en referencia al PSOE y a Ciudadanos— o, en su defecto, un Gobierno socialista en solitario con la abstención de otros partidos. Y si ninguna de las dos opciones es posible, señaló, la Constitución marca “claramente” que se pueden repetir elecciones.

Cualquier cosa antes que un gobierno con Unidas Podemos. Y si al final es inevitable un ejecutivo a la portuguesa, del PSOE pero con un acuerdo con los de Pablo Iglesias, defendió que se aplicasen las medidas implementadas en Portugal, en alusión al mantenimiento de la legislación laboral impulsada durante la crisis y que sigue siendo el principal objetivo a batir por parte de los sindicatos.

Mientras Sánchez continúa su ronda de reuniones con organizaciones sociales, de las cuales no está trascendiendo ningún acuerdo concreto, entre otras cosas porque todas ellas ya habían expuesto sus demandas al PSOE antes de las elecciones, Unidas Podemos sigue a la espera de que se decida a convocarles a una reunión.

Será, en todo caso, después de las citas que ha anunciado con dos de los partidos con los que espera contar en un hipotético segundo intento de investidura, el PNV y los regionalistas cántabros de Miguel Ángel Revilla. Estos últimos fueron los únicos que le apoyaron en el primer intento.

A los mensajes que subrayan la necesidad de poner en marcha medidas que permitan desarrollar políticas de izquierdas, se une que en los últimos días los ministros de Sánchez están remarcando los riesgos económicos que se producirán en caso de repetición electoral. Lo hizo el viernes la titular de Economía, Nadia Calviño, y lo repitieron este jueves las ministras de Hacienda, María Jesús Montero, y de Trabajo, Magdalena Valerio.

De momento no hay signos de distensión. Después de que Sánchez exteriorizase su desconfianza hacia Unidas Podemos, este jueves fue la vicepresidenta Carmen Calvo la que visibilizó el malestar con el que la dirección del PSOE está percibiendo el planteamiento de los líderes de Unidas Podemos. Los tuits del jefe negociador de Unidas Podemos, Pablo Echenique, “no son”, según ella, “constructivos. No ayudan nada” e incluso “muchos de ellos son prácticamente exabruptos al PSOE y al Gobierno”, se quejó.

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“Esa es la realidad que ellos están construyendo: de nuestra parte no lo habrán visto”, subrayó ante los periodistas tras una reunión con los ayuntamientos sobre violencia de género.

La respuesta de Unidas Podemos no llegó, esta vez, de la mano de Echenique. Fue la cuenta oficial de la formación morada en Twitter la que, aprovechando unas declaraciones de la diputada Yolanda Díaz en La Sexta, emplazó al PSOE a sentarse a negociar: “Lo que conviene es retomar las negociaciones en el punto que se han dejado. Creo que esto es lo que debemos hacer y, con sensatez, formalizar un acuerdo de Gobierno que aborde los grandes retos de nuestro país”.

De momento, ni el PSOE ni Unidas Podemos se mueven.

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