La nueva legislatura
La segunda ronda para la investidura termina en un escenario de bloqueo total
La cita es a las 17.00 horas en el Palacio de la Zarzuela. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, cerrará la segunda ronda de contactos del rey con los representantes de los partidos que concurrieron a las elecciones generales del 20 de diciembre. Felipe VI afronta el último día de esta segunda fase de reuniones en un escenario de bloqueo total si se tiene en cuenta que los principales actores –PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos–PP, tienen muy complicado articular propuestas que, a tenor de lo declarado en las últimas horas por todos estos actores, conciten los apoyos suficientes para lograr una mayoría en el Congreso. "Es una especie de callejón sin salida", valora un miembro del Gobierno en funciones.
En este contexto, este lunes, los conservadores dieron una vuelta de tuerca más en una estrategia –que por momentos parece contradictoria– dirigiendo todavía más presión hacia PSOE y Ciudadanos al asegurar que los votos de sus 123 diputados sólo servirán para apoyar a Mariano Rajoy. En el resto de los casos, la respuesta será un "no", avanzaron desde la dirección nacional del PP al mismo tiempo que bautizaban a Pedro Sánchez como "el señor del no" y haciendo malabarismos para intentar explicar que están buscando una nueva convocatoria electoral. En esta estrategia hay mucho de proteger al líder en un momento en el que no es sólo cuestionado puertas afuera de la formación conservadora. El nombre de Rajoy es, de momento, innegociable.
Teniendo en cuenta cómo terminó la primera ronda de contactos con el rey, con Rajoy rechazando la oferta de someterse a una sesión de investidura, ninguna de las fuentes consultadas se atreve a hacer un pronóstico de cómo acabará este martes. En lo que todos coinciden es en que en los últimos días los partidos han ido destapando algunas de sus cartas y sus condiciones y las piezas del puzle parecen no encajar de momento. Y que, salvo giros de última hora, hoy estamos más cerca de unas nuevas elecciones generales que hace un par de semanas.
Los partidos, sobre todo el PP, estaban muy pendientes del Comité Federal que los socialistas celebraron este sábado. Y pese a las críticas internas puede decirse que Pedro Sánchez salvó de forma temporal los muebles al desactivar a los barones proponiendo, como había adelantado infoLibre días antes, que cualquier pacto de cara a la investidura fuera previamente votado por los militantes.
¿Tira el PP la toalla?
En Génova, cuartel general de los conservadores, confiaban en que los dirigentes territoriales socialistas pararan los pies a su jefe. Erraron. Y su enfado quedó al descubierto cuando un día después, el domingo, el vicesecretario de Sectorial, Javier Maroto, aseguró en rueda de prensa que Sánchez "ha conseguido ser el primer secretario general que enfrenta a la militancia con la dirección". Pero, además, dejó otro recado a los socialistas de cara a la investidura cuando señaló que si nada cambiaba lo más lógico iba a ser que Rajoy rechazase de nuevo la investidura en el caso de que el rey se lo volviese a proponer. Esta afirmación hay que entenderla en el contexto en el que el PP cree que en esta ocasión Felipe VI va a proponérselo a los socialistas. Pero incluso en círculos conservadores sonó a que Rajoy había tirado la toalla, algo que se apresuró a negar este lunes el vicesecretario de Organización y Electoral, Fernando Martínez Maíllo.
Descartada por el PSOE la coalición PP-PSOE-CiudadanosPSOE que quiere Rajoy, todas las miradas se han dirigido a Sánchez como responsable de la segunda lista más votada (90 escaños). Pero este lunes Pablo Iglesias (69 escaños sumando a los de Podemos los de sus alianzas) puso una línea roja al señalar que una alianza del PSOE con Ciudadanos (40 escaños) no contaría con su respaldo.
"Si el PSOE y Pedro Sánchez por desgracia apostaran por la vía del inmovilismo que quiere PP, Ciudadanos y que parece que quiere el 'Comando Corcuera', evidentemente no contará con nuestro apoyo", dijo en declaraciones a los medios en los pasillos del Congreso de los Diputados pocas horas antes de reunirse con el rey.
Las "dos alternativas" de Iglesias
A la vuelta de su cita con el monarca, insistió en lo mismo. “Yo solo veo dos alternativas: o un acuerdo a tres entre PP, PSOE y Ciudadanos […], o un gobierno de progreso en el que estuviera el PSOE, estuviera Podemos y estuviera IU”, recalcó. “Es el secretario general del PSOE quien tendrá que elegir”. “Lo que no se puede hacer es ponerte al tiempo de acuerdo con Ciudadanos y con Podemos, eso lo dicen ellos, lo decimos nosotros y lo entiende cualquiera”, zanjó. Las cuentas, de todos modos, no salen. Para salir investido, Sánchez necesitaría en primera ronda la mayoría absoluta del Congreso (176 diputados). En segunda bastaría con los votos de la mayoría de los diputados, pero seguiría precisando del respaldo de las fuerzas nacionalistas y el derecho a decidir sí parece en este caso una verdadera línea roja.
Precisamente, el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, descartó la abstención para facilitar un Gobierno de izquierdas que no reconozca "el derecho a decidir de los catalanes y su plena soberanía", informa Europa Press.
Y para cerrar el círculo del todo, lo mismo que había sostenido Iglesias sobre Ciudadanos lo sostuvo Albert Rivera sobre Podemos. Refiriéndose a la reforma de la Constitución señaló que en ese aspecto no veía "incompatibilidad" con el PSOE. "Donde no veo compatibilidad es con las plataformas independentistas de Podemos [...] que defienden la autodeterminación para Galicia, País Vasco y Cataluña", señaló en una rueda de prensa celebrada en el Congreso tras reunirse durante 70 minutos con Felipe VI.
Operación 'salvar a Rajoy'
El PP sostiene que Rajoy no ha “tirado la toalla” y cree "posible" formar Gobierno
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En medio de este contexto, el PP intenta que su jefe de filas salga lo mejor parado posible de esta tormenta. El PSOE ya ha asegurado que da igual quién sea el candidato, que no apoyarán ningún Gobierno del Partido Popular, por lo que, a priori, eso quita el foco del presidente. Pero en la dirección nacional de los conservadores se han conjurado para defender a su presidente: él es el candidato del PP, él lo será si quiere en el supuesto de que haya elecciones y no habrá congreso nacional del partido hasta que haya un nuevo Gobierno en España.
Todo esto ocurre en un momento en el que la corrupción vuelve a estar en primer plano y voces internas dentro del PP abogan por un proceso de regeneración que pasaría, en otras cosas, por que Rajoy cediese el testigo.
Los conservadores, cada vez con menos esperanzas, se lo juegan todo ahora a que Sánchez sea propuesto por el rey y éste acepte someterse a un debate de investidura. Lo tiene tan complicado, señalan las fuentes del PP consultadas por infoLibre, que podría no superar la investidura y que, tras una nueva ronda de contactos con el rey, el PSOE acabase por aceptar abstenerse en una investidura de Rajoy.