El futuro de la izquierda

Podemos y Sumar, cercanos en las ideas pero distanciados en la estrategia

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, junto a la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra.

En este año electoral el futuro de la izquierda del PSOE sigue repleto de incógnitas. El espacio, ocupado por Unidas Podemos, todavía no ha decidido quién liderará la candidatura, con qué aliados contará y bajo qué fórmula jurídica se presentará. Tras dos años de espera y en plena pugna con la formación que la designó candidata, Yolanda Díaz anunció finalmente  que daba "un paso adelante" para concurrir a las elecciones generales. En el camino, Díaz deberá responder a algunas de las dudas –la principal, si acabará confluyendo con Podemos– para dar certezas a todas las formaciones que aspira a representar.

En los últimos meses Podemos –la formación mayoritaria del espacio– ha ido modulando su discurso sobre Díaz. La vicepresidenta segunda del Gobierno ha pasado de ser "su" candidata, sin ambages ni medias tintas, a entrar en el difuso terreno del "ya se verá". Los —cada vez más frecuentes— choques entre la cúpula de Podemos y la titular del Trabajo han dejado heridas que todavía no han cicatrizado. Tanto es así que los portavoces de la formación morada ya señalan públicamente que Díaz y Podemos representan espacios políticos distintos que, por el bien de la unidad y dado las particularidades del sistema electoral español, deben confluir. 

Lo cierto es que las diferencias entre Díaz y las dos ministras de Podemos, Irene Montero y Ione Belarra, son más de forma que de fondo. La vicepresidenta segunda difiere en el tono y en la forma de negociar respecto a sus compañeras morados en el Gobierno, pero no hay grandes distancias a nivel ideológico. La dirigente gallega no ha presentado el programa electoral, pero sí ha ido desgranando propuestas de Sumar en los diferentes actos por todo el territorio y coinciden con las de Unidas Podemos. 

Sin embargo, hay materias en las que la vicepresidenta segunda sí ha evitado pronunciarse de manera premeditada para no generar "ruido", en sus palabras. Esto le ha llevado a mantener una posición ambivalente en cuestiones como la monarquía, la OTAN, el envío de armas a Ucrania, el referéndum catalán, la reforma de la ley del sí es sí, la prostitución, la relación con los medios de comunicación o, incluso, el conflicto con el Sáhara y Marruecos, que Díaz sí ha criticado pero manteniendo un perfil más bajo que Podemos

Lo que sí les une

Fiscalidad

Díaz siempre incide en que la fiscalidad es uno de los aspectos clave de su proyecto político. La vicepresidenta es una firme defensora de la “progresividad fiscal” y aboga por medidas como el impuesto de solidaridad a las fortunas de más de tres millones de euros. Díaz también ha defendido en los actos de Sumar los impuestos a la banca, a las eléctricas, a las tecnológicas y a las socimis y ha reclamado acabar con la "deserción fiscal" de los "hiperricos". La gallega apuesta por una "reforma ambiciosa" del sistema fiscal para acabar con la "anomalía española", que recauda seis puntos menos que la media europea.

Por su parte, Podemos también ha hecho de la reforma fiscal una de sus principales banderas y así lo demostró durante la última negociación para los Presupuestos Generales del Estado (PGE). En el programa electoral de 2019 los morados abogaban por la creación de un impuesto para las grandes fortunas y un impuesto a la banca —que se aprobó hace escasos días en el Congreso— y también proponían eliminar los privilegios fiscales de las grandes corporaciones en el impuesto sobre sociedades y bajárselo a las pymes.

Ecologismo

Otra de las reivindicaciones presente en los actos de Sumar es la crisis ambiental y energética. Díaz apuesta por dar continuidad a políticas expansivas que protejan a personas y trabajadores pero también a un modelo productivo respetuoso con el territorio y el medio ambiente. Durante este último año, la vicepresidenta ha tratado de reforzar sus alianzas en Europa con socios verdes que ya desarrollan en distintos gobiernos una agenda social y ecologista. En ese sentido, reclama la creación de "un pacto verde ambicioso" que permita pasar de la "retórica" a la "acción", bajo el compromiso de acelerar la descarbonización de la economía por un modelo "sostenible".

Podemos también apuesta por "implementar una estrategia de reindustrialización verde y economía circular" y así consta en su último programa. Los morados defienden crear empleo en industrias "con un impacto positivo sobre el entorno y actividades de gestión de la contaminación, los recursos y la biodiversidad, con prioridad en las zonas con más problemas de empleo". El principal representante de la formación en esta materia es el coordinador de Alianza Verde, Juantxo López de Uralde, que a su vez también mantiene buena relación con Díaz y estuvo presente en la foto de Magariños.

Vivienda

Para Díaz el derecho a la vivienda es "fundamental", tanto para aquellos que viven de alquiler como los que tienen una hipoteca. "La banca se está forrando y ahora les toca colaborar a ellos. Les decimos claramente desde Sumar que no aceptamos esas propuestas, solo aceptaremos que digan que van a congelar las hipotecas", aseguró en un acto de Sumar en Sabadell. Recientemente la vicepresidenta ha defendido la aprobación de la ley de vivienda con el mensaje de que es urgente limitar el precio del alquiler”. 

Podemos también ha batallado por sacar adelante una ley de vivienda, tanto desde dentro del Ejecutivo como a través de la acción parlamentaria. La formación defiende "blindar" este derecho "a través de la Constitución" y "desarrollar legalmente las garantías de su efectividad, conforme al derecho internacional". Para la formación dirigida por Belarra la vivienda ha sido una de sus prioridades esta legislatura, y ella misma ha sido la principal negociadora del espacio, llegando a condicionar la aprobación de los Presupuestos Generales de 2022.

Sanidad

Para Díaz la sanidad es "la joya de la corona del Estado del bienestar". Una joya que el Partido Popular quiere "desmantelar y convertir en un negocio" en beneficio de unos pocos. "El modelo del PP se llama sálvese quien pueda", afirmó el pasado mes de febrero en un acto de Sumar con profesionales del sector. En ese foro también defendió “recolocar la salud mental de manera integral” en la red sanitaria pública, poner la atención primaria en “el centro del sistema” e incorporar la salud bucodental y óptica al catálogo universal de prestaciones. Lo que la vicepresidenta segunda propuso desde Sumar fue alcanzar un “gran contrato democrático por la sanidad pública”.

En el programa para las elecciones de 2019, Podemos ya llevaba su propuesta de incluir la atención bucodental en el Sistema Nacional de Salud al considerar que es una "necesidad básica", que además ayuda a prevenir otras enfermedades "más graves" que sí son asumidas por la sanidad pública. Además, también abogaba por aumentar la inversión en sanidad, educación y el conjunto de los servicios públicos y poner freno a la mercantilización y a la privatización de la sanidad. Asimismo, los morados han batallado para tratar de modificar la ley de equidad, conocida como ley Darias, y han presentado su propia ley de salud mental, atascada en el trámite parlamentario.

Lo que les separa

Monarquía

Uno de los asuntos en los que Díaz ha evitado mojarse es sobre la monarquía. En una entrevista en Salvados aseguró que ahora "no es el momento para hacer un referéndum sobre la corona", al entender que no es un tema que cope la centralidad del país. Díaz subraya asimismo que el actual monarca, Felipe VI, no tiene que dar explicaciones por las presuntas irregularidades de su padre, el rey emérito, y recalca que esa exigencia le corresponde al propio Juan Carlos I. Es más, la vicepresidenta segunda tampoco ha querido participar en el debate sobre si el emérito tiene o no que regresar a España.

Por su parte, Podemos saltó a la arena política en enero de 2014 y, con sólo pocos meses de experiencia, se encontró con su primer gran reto político: gestionar su postura ante la abdicación del ahora rey emérito Juan Carlos I el 2 de junio de ese año, pocos días después de conseguir cinco eurodiputados en las Europeas, su primera cita ante las urnas. Su entonces líder, Pablo Iglesias, ya aseguraba que la monarquía estaba "vinculada al pasado" y pedía la convocatoria de un referéndum sobre la forma de Estado, pero después se impuso la tesis de la "transversalidad" y la formación empezó a mostrarse más ambigua. En los últimos años los morados sí han defendido de manera explícita la república como modelo del Estado y han intentado en muchas ocasiones que Juan Carlos I comparezca en una comisión de investigación en el Congreso. 

Referéndum catalán

La celebración de un referéndum en Cataluña ha pasado a un segundo plano por la estrategia emprendida por su principal partido de referencia, Esquerra Republicana, que hace unos meses lo volvió a poner sobre la mesa. La vicepresidenta segunda ha mantenido un calculado silencio sobre esta cuestión. Las ocasiones en las que se le pregunta por ello, ha evitado valorar la propuesta de referéndum y defendido que "nunca se debería haber llegado" a la situación de conflicto en Cataluña que se dio en el pasado, reivindicando la estrategia de "diálogo" y "desjudicialización" mantenida por el Ejecutivo central en la mesa de diálogo, de la que ella forma parte.

Por su parte, en Podemos creen que es "legítimo" que los republicanos catalanes reclamen el referéndum y que dicha petición se estudie en la mesa de negociación entre el Gobierno central y la Generalitat y así lo aseguró la secretaria general del partido, Ione Belarra. En su programa electoral los morados han defendido la vía del referéndum. “La gestión viable del conflicto en Cataluña pasa por construir un proceso de reconciliación que permita el diálogo y llegar a acuerdos. Apostamos por un referéndum pactado en el que Podemos defenderá un nuevo encaje para Cataluña en España”.

La OTAN

El aniversario de la entrada de España en la OTAN y la celebración de la cumbre el pasado mes de junio tensionaron a la coalición y dejaron entrever las diferentes posturas dentro del espacio. Las ministras de Podemos ya anunciaron desde el primer momento que no acudirían al aniversario, mientras que Díaz mantuvo una posición más ambivalente y señaló que tenía que consultar su agenda. Finalmente tampoco acudió por problemas médicos. La dirigente gallega también se desmarcó de las acusaciones de Podemos sobre que el contrato para organizar la Cumbre de la OTAN se había realizado a dedo y defendió la "legalidad" de ese contrato.

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Por su parte, los morados están utilizando su oposición a la Alianza Atlántica de cara a la campaña electoral. En un video realizado para promocionar su Fiesta de la Primavera, Podemos asegura que su partido es “el militante de toda la puñetera vida que alucina y se indigna cuando ve que sus ministros se ponen de perfil con la OTAN y la guerra de Ucrania”. Un reproche dirigido a Díaz y a la postura de otros ministros como el de Universidades, Joan Subirats, de los comunes.

Medios de comunicación

La relación con los medios de comunicación es otra de las cuestiones que separan a Díaz de la cúpula de Podemos. La vicepresidenta segunda evita dirigir los reproches contra los periodistas y si tiene que desmentir algunas cuestiones lo hace sin acusar a nadie. Esa postura también le ha hecho tardar en reaccionar a según qué polémicas como la de las grabaciones del excomisario José Manuel Villarejo sobre Podemos, justo un día después de la publicación de varios audios del antiguo policía de una reunión que mantuvo con el director de la Sexta, Antonio García Ferreras, y el directivo de Atresmedia Mauricio Casals. Podemos reprochó a Díaz su respuesta ante un incidente de ese calado y lo achacó a que la vicepresidenta quiere seguir manteniendo buenas relaciones con La Sexta.

La crítica al papel de los medios también ha formado parte del ADN de Podemos. Los actuales dirigentes del partido aseguran que parte de la responsabilidad de su caída a nivel electoral se debe a las manipulaciones que los medios han vertido en su contra. Unas críticas que cada vez hacen más explícitas, poniendo nombres y apellidos como el de la presentadora de Telecinco, Ana Rosa Quintana, o el propio García Ferreras. Iglesias defiende que los “actores mediáticos” son también “actores políticos” y por ese motivo ha iniciado su propio proyecto audiovisual, Canal Red. 

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