Crisis en el PSOE

Susana Díaz y la gestora consideran que el 'estreno' de Sánchez no altera sus planes para el Congreso

Pedro Sánchez, el pasado sábado, en un acto en Valencia.

Ibon Uría

"Si eso es todo lo que consigue después de diez días publicitando el acto, no tiene nada que hacer". La frase, de un colaborador cercano a la presidenta de Andalucía Susana Díaz, resume el sentir del sector mayoritario del PSOE con respecto al acto de este sábado donde el ex secretario general, Pedro Sánchez, reapareció ante la militancia: las fuentes próximas a Díaz o a la gestora consultadas por infoLibre coinciden en señalar que el número de asistentes no fue muy elevado, que la ausencia de dirigentes destacados fue total y que Sánchez no supo hilar un discurso con contenido.

Los partidarios del que fuera secretario general socialista hasta el pasado 1 de octubre, en cambio, dicen que su reaparición "superó con mucho las expectativas", que el acto estuvo "cargado de emoción" y que son "muchos" quienes quieren que la militancia, "cada vez más enfadada" con la gestora, pueda votar "cuanto antes". Además, restan importancia a la falta de apoyos orgánicos de Sánchez y recuerdan que en las primarias a la Secretaría General pueden votar "todos los militantes". "Y cuando haya primarias, el voto de Susana [Díaz] no va a valer más que el del último militante", dice una diputada.

El diagnóstico de lo sucedido el sábado, por tanto, es completamente distinto según a quién se pregunte: los partidarios de la gestora y de Susana Díaz lo definen más como un adiós de Sánchez que como un pistoletazo de salida para luchar de nuevo por el liderazgo de partido. No se sienten amenazados por el exlíder, y mantienen sus planes inalterados: congreso no antes de que acabe la primavera –junio se perfila como fecha probable, aseguran–. Los afines a Sánchez, en cambio, advierten a la gestora de que no puede "eternizarse" y confían en que la presión de la militancia precipite los acontecimientos.

"Sin preocupación"

En palabras de un dirigente próximo a la andaluza Susana Díaz, la reaparición de Sánchez se vivió en su círculo más cercano "sin preocupación" y con "absoluta normalidad". "No se puede decir que el acto fuera multitudinario –prosigue este cargo–. El mismo día y a la misma hora, Mario Jiménez tuvo un acto con unas 600 personas, y sin autobuses gratis de por medio. En el de Sánchez habría 500 o 600 personas. No ha sido una cosa llamativa". "Habían generado muchísima expectación la semana anterior, y al final se quedó en 800 personas, muchas de las cuales fueron en autobuses que pusieron algunas federaciones", dice otro cargo regional.

Los dirigentes socialistas de este sector preguntados por este diario dicen que Sánchez no acaparó "ni una sola portada" y también coinciden al señalar la "irrelevancia", en palabras de uno de ellos, de los acompañantes de Sánchez. Acudieron, entre otros, el diputado socialista y exalcalde de Donostia-San Sebastián Odón Elorza, el dirigente de la corriente Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias, la independiente Zaida Cantera, la socialista balear Sofía Hernanz o la palentina Luz Martínez Seijo. Todos ellos –salvo Pérez Tapias, que no es diputado– se cuentan entre los 15 parlamentarios díscolos que votaron no en la investidura de Rajoy.

"Si el futuro del PSOE es Zaida Cantera levantando el puño derecho, u Odón, Tapias...", cuestiona un cargo de una de las federaciones que precipitaron la caída de Sánchez, que subraya que "no había ni un solo secretario general" y que acudieron "muy pocos diputados del no". "Sánchez no tiene apoyos: su gran bastión era el PSC, pero los catalanes ya han dicho que van a ser neutrales –comenta un cargo del círculo de Susana Díaz–. A Sánchez le quedan trozos de agrupaciones, y encima de las más pequeñas: el PSE, Navarra...". Además, le afea que su discurso fuera "vacío": "No contó nada que no lleve mes y medio diciendo", zanja.

Se mantiene el calendario

De modo que, para el sector mayoritario del partido, ningún elemento justifica alterar la hoja de ruta prevista. "El Congreso va para largo", comenta un dirigente cercano a la andaluza Susana Díaz. "El Congreso va a ser en junio, más o menos, y eso no va a cambiar. Otra cosa distinta sería que Pedro creara un clima de campaña permanente, con tres actos semanales congregando multitudes, pero no es el caso", apunta un cargo de una federación afín a la gestora, que señala que el partido está en la fase de "antibiótico" para atajar la "infección" de los últimos tiempos, y que sólo planeará las primarias y el congreso acabada esa fase de "pacificación".

En los planes de Susana Díaz –que en las últimas semanas se ha prodigado en actos públicos y medios más de lo que en los últimos tiempos había sido habitual– hay previsto además un gran acto público en Jaén junto al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, según anunció este lunes el secretario de Organización de los socialistas andaluces, Juan Cornejo. El motivo oficial de lo que previsiblemente será una demostración de fuerza de Díaz es el cumplimiento de los diez años de la Ley de Dependencia. Aparte del acto, habrá una campaña por toda Andalucía para conmemorar la primera década de la norma.

Por lo pronto, el presidente de la comisión gestora del PSOE, Javier Fernández, anunció este lunes que el Comité Federal en el que se debatirá la fecha del próximo congreso del partido "probablemente" tendrá que celebrarse en enero y no en diciembre, como inicialmente se barajó –sonaba el día 17–. No queda otro remedio habida cuenta de "la presión de las fechas", según el sector mayoritario en el PSOE. Fernández agregó que ese calendario no se va a "dirimir" por ahora porque el partido está "muy centrado en la actividad parlamentaria" y que el mandato de la comisión gestora no concluirá "hasta que haya un Congreso".

Los críticos presionan

En el sector crítico, afín a Sánchez, en cambio, se considera que el acto fue "espectacular" y que "superó las expectativas", en palabras de una de las diputadas del no, que pronostica que Sánchez "se encontrará con lo mismo allá a donde vaya: con ilusión y gente con muchas ganas de recuperar el partido". Esta parlamentaria asegura que el del ex secretario general no es un proyecto "personalista" –como le reprochó este domingo el diputado vasco Eduardo Madina–, sino que son "muchos" quienes quieren "estar con la militancia": "Esto no lo lleva Pedro solo", avisa a la gestora.

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Además, los próximos a Sánchez advierten a la cúpula de Ferraz de que "puede retrasar el congreso, pero habrá congreso finalmente" y de que "cada día que pase" las bases "estarán más enfadadas" porque "no se les deja votar". "Susana Díaz tiene secuestrado el partido de una forma caciquil y trata a los militantes como niños pequeños. Cuando se abran las urnas y se vote, la gente no va a olvidar eso", reta un diputado cercano al exlíder del PSOE, que advierte al sector mayoritario: "Si tan claro tienen que ganan las primarias, que las convoquen ya mismo. Si no lo hacen, por algo será".

Estas fuentes restan importancia a la falta de apoyos orgánicos de este sector porque "los tiempos han cambiado" y "todos los votos valen igual": "Los de la gestora viven en tiempo feudales y aristocráticos, de baronías... pero la cosa ya no va de eso", dice un parlamentario del círculo de Sánchez, que confía en que cuando se conozca la fecha del Congreso Federal la "presión se incremente" y la gestora se vea "forzada" a convocar el congreso. Finalmente, pronostica que el sector mayoritario se resquebrajará: "Ahora Susana Díaz tiene a Javier Fernández, Ximo Puig o García-Page trabajando para ella, pero cuando se den cuenta de que tienen que ganar los congresos de sus federaciones y de que la militancia no los quiere, seguramente irán cambiando de opinión. Esas federaciones está muy divididas: el divorcio de bases y cargos medios con las élites es brutal".

Lo que sí admiten algunos críticos es que están "muy desorganizados".  "Para la gestora es muy fácil hacer que la gente se aburra, y nosotros no podemos ir de forma desorganizada, porque nos cansamos, y sólo con un acto no se consigue nada", dice una diputada. Los colaboradores de Sánchez tienen intención de celebrar otro acto en diciembre, en Asturias. En opinión de algunos cargos que hasta ahora han apoyado al ex secretario general, es un "error" dejar que la gente se "adormezca" y no ejercer más presión. Además, algunas fuentes dicen que Sánchez "tiene que decidir si da el paso al frente" y anunciar si se presenta o no al congreso cuanto antes. "Si no, habrá que trabajar en una tercera vía", dice un dirigente, que por ahora no aventura nombres alternativos.

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