El expresidente de la Generalitat reafirma su compromiso con el partido, pese al abandono de líderes independentistas como Carles Puigdemont o Jordi Turull.
Con esta decisión, todos los presos del 1-O tienen suspendido el tercer grado excepto la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y la exconsellera Dolors Bassa.
El Ministerio Público reclama que se ponga fin al régimen de semilibertad de los tres exconsellers y regresen al segundo grado penitenciario.
Jordi Cuixart ha decalarado que el tercer grado no significa nada porque lo que quieren es "salir de la represión de una vez por todas".
La Conselleria de Justicia ha autorizado la comparecencia en la Comisión de Investigación del 155.
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