Jorge Dioni: "El mundo no necesita conocer nuestra opinión de mierda sobre cualquier tema todos los días"

El escritor Jorge Dioni López.

Jorge Dioni López (Zamora, 1974), defiende que, si un intelectual es quien reflexiona sobre la realidad, entonces "es probable que necesite un espacio pequeño para que su voz pueda oírse de forma más clara". El ensayista zamorano es licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona y ha trabajado en medios diarios como Marca, medios radiofónicos como Cadena Ser y revistas como Vanity Fair o GQ. En la actualidad es profesor de lectura y escritura en la Escuela de Escritores, a la que se incorporó en 2006. En 2021 obtuvo el Premio Libro del Año con su ensayo sociopolítico La España de las piscinas, otorgado por el Gremio de Librerías de Madrid. Su última publicación, El malestar de las ciudades vio, la luz en primavera de 2023.

Para empezar, Dioni cree que la propia existencia de un debate público de índole intelectual es algo dudosa. Sin embargo, suponiendo que el debate existe y está presente en la actualidad, "requiere de una interacción entre las personas y, por ejemplo, la posibilidad de cambiar de opinión. El formato se parece más a una competición de ideas o visiones ideológicas", argumenta. De hecho, el periodista considera que la sociedad tiende a mitificar a los intelectuales del pasado como Unamuno o Machado: "Pensamos que la gente era más lista, más educada y más sensata, y es probable que sea al revés". Y leer las biografías de estos sabios es la mejor manera de saber si los tenemos mitificados, o no.

En el pasado, "el proceso de producción de un intelectual" estaba muy claro. El ensayista lo denomina como La ruta del Café Gijón. Un varón con estudios, que llegaba a la gran ciudad y se colocaba bajo la protección alguien reconocido. En conclusión, "era algo más reducido, cerrado y más homogéneo". Sin embargo, en la actualidad, el escenario público es muy amplio, está muy lleno, "eso es algo que crea mucho malestar en los que siguieron la ruta del Café Gijón o que confiaban en ella".

Dioni opina que, al haber tanta cantidad de gente en este "escenario", las polémicas a las que se enfrentan los intelectuales de hoy son rápidas y las considera como "duelos". Con la intervención de las redes sociales, el periodista cree que los conflictos hacen menos ruido cuando hay más gente, y necesitan captar el interés de la sociedad. "Si hay poca gente, un conflicto hace mucho ruido; pero, en un espacio tan lleno, cuesta captar la atención. De hecho, esa es la gran competición: captar el interés", sentencia.

Hay algo a lo que obligan las redes sociales y que, por ejemplo, puede recordar a la importancia de la oratoria en otros momentos. No basta con tener una buena idea. Hay que contarla bien y ser ingenioso

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Las redes sociales son un formato que obliga a los intelectuales a ser avispados y distinguidos. Jorge Dioni destaca algunos de estos sabios, como Fernando Broncano, Clara Ramas o Marina Garcés, que tienen buena presencia en las redes, pero, insiste sobre la importancia de la oratoria. "Hay algo a lo que obligan las redes sociales y que, por ejemplo, puede recordar a la importancia de la oratoria en otros momentos. No basta con tener una buena idea. Hay que contarla bien y ser ingenioso", manifiesta el ensayista.

Uno de los temas que más se llevan a debate, sorprendentemente, es el cine. Se trata de una cuestión que más controversia ideológica genera y condiciona nuestras vidas, por delante del modelo económico, según Jorge Dioni. Sin embargo, expone que se debería "prestar más atención a los movimientos migratorios, inevitables por ese modelo económico, y sacarlos del debate securitario. Incluso, por egoísmo", anteponiéndolo a ese típico debate cinematográfico. Para poder entenderse y tener esa capacidad de oratoria, de la que tanto habla Dioni, estima que es imprescindible "tener espacios de debate donde las personas no se interrumpan, donde no haya bandos claros y donde la idea no sea soltar monólogos y argumentarios". Es más, para el periodista sería interesante sentarse a "leer y escuchar" a gente con la que seguramente no estemos de acuerdo. Pero también considera que no tenemos que pronunciarnos sobre cualquier cosa, ya que "el mundo no necesita conocer nuestra opinión de mierda sobre cualquier tema todos los días".

Tomar una posición política en público por parte de un intelectual es algo que muchos tienen claro, y de hecho para Dioni, "hay un número significativo de intelectuales que sí tienen una posición política clara". En algunas ocasiones, no pronunciarse es ya tomar esa "posición política". Jorge Dioni defiende que el pensamiento y la política son "esferas distintas, ambas valiosas", ya que el pensamiento debería tender a situarse en un espacio cercano al análisis. La política trabaja con lo que tiene, y lo posible. Aun así, aunque sean dos universos diferentes, cree que "es importante defender la política porque la alternativa no tiene buena pinta".

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