Daniel Basteiro: “No hay nada más radical que la mentira, ante ella no cabe la equidistancia"
La campaña electoral ha terminado. Toca hacer balance. El director de infoLibre, Daniel Basteiro, ha capitaneado estas semanas una redacción que, con recursos modestos, ha luchado por ofrecer una información de calidad en momentos complicados para encontrar la verdad entre la continua extensión de bulos y falsedades. Los españoles, además, hemos podido ver lo que significa la llegada al gobierno de políticas reaccionarias de la mano de la coalición formada por PP y Vox en ayuntamientos y comunidades autónomas. Por último, la derecha, desde el anuncio del adelanto electoral, ha jugado a sembrar dudas sobre posibles irregularidades que, finalmente, han quedado superadas por la realidad. La magnífica gestión realizada por Correos es solo un ejemplo.
Intereses de los medios
“Los medios de comunicación responden ante sus dueños. Por eso en infoLibre defendemos un modelo que se base sobre todo en las contribuciones de los y las ciudadanas con una suscripción. Nosotros nos debemos a las socias y socios de infoLibre y creo que por eso practicamos un periodismo más libre. En otros medios de comunicación no es así. En esta campaña, se ha visto cómo la propiedad de los medios de comunicación y los intereses que hay en ellos han primado mucho, hasta el punto de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha tenido que ir a muchísimos platós y a muchísimos medios a desmentir bulos, a aclarar mentiras, porque calaban de tantas veces que se decían. No se puede ser equidistante entre la verdad y la mentira. Creo que como en la política, hay medios de comunicación dispuestos a ser altavoz de intereses muy concretos y a dejarse los principios y la deontología en favor del partidismo y del sectarismo”.
El negocio de polarizar
“No hay democracia, no hay política libre, no hay un debate público sano sin que los medios de comunicación hagamos nuestro trabajo. La polarización es un fenómeno creciente desde hace años, no sólo en España, también en otros países de nuestro entorno y en Estados Unidos. El panorama se está volviendo sombrío, cuando no peligroso, y eso está llevando a muchos periodistas a tirar la toalla. La polarización política es un hecho. Eso se traslada también a los medios de comunicación. La polarización es un negocio y hay medios de comunicación que están encantados de excitar las pasiones más bajas que hacen que los lectores hagan clic en tu noticia, que tengas más visitas y por tanto más publicidad. La polarización en los medios de comunicación no es solo un paralelismo de lo que pasa en la política sino un negocio muy lucrativo para algunos”.
Pucherazo en Correos
“Quienes más han advertido o denunciado un supuesto pucherazo han sido los dirigentes del Partido Popular. Lo vimos antes del 28 de mayo, en el mitin de cierre de campaña, con un Feijóo que aplaudía a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuando alertó de que iba a haber un pucherazo. Ganó con mayoría absoluta. Claro, al día siguiente no habló de pucherazo. Y se convocaron otras elecciones. ¿Qué dijo Isabel Díaz Ayuso? Que Pedro Sánchez nos quería robar el verano, no quería que participáramos, como si sólo votaran por correo personas de derechas. Después, el supuesto líder moderado de la derecha española, Alberto Núñez Feijóo, que presidió Correos, esparció teorías de la conspiración sobre Correos, sobre los intereses de los directivos de la empresa en que no hubiera voto por correo. Todo eso era de nuevo falso y el voto por correo ha llegado. Hay pocas cosas más importantes en un sistema político que preservar la credibilidad de las instituciones. Cuando son los propios representantes públicos los que socavan esa credibilidad, iniciamos un camino muy peligroso”.
Encuestas
“Es un anacronismo que no se puedan publicar encuestas más allá del último lunes de la campaña electoral. Responde a una ley electoral caduca, que hay que actualizar. Pero también hay que dar una vuelta a las encuestas. Es decir, llevamos desde casi el principio de la legislatura con encuestas cada lunes, cuando faltaban años para las elecciones generales. Encuestas que a veces se hacen con unas muestras irrisorias, que reparten escaños con un puñado de entrevistas en algunas provincias. Eso no es serio, no es una labor sociológica creíble. Y eso tiene también un interés. Persigue conformar un estado de opinión, la idea de que todo está hecho, de que las elecciones son poco menos que un trámite que certifica lo que ya han dicho las encuestas y, por supuesto condicionar el debate político y el debate público".
Hay que ir a votar
“No me gusta la abstención y yo quiero que todo el mundo participe de su futuro, se trate de una persona de izquierdas o de derechas. Estamos en una coyuntura muy importante, saliendo de una pandemia y de las consecuencias de una guerra. Hay una emergencia climática, que ya vemos en sus bestiales efectos cómo nos está cambiando la vida. Es un momento crucial para implicarse. Hay que rebelarse contra las mentiras, contra los extremismos, contra los retrocesos en derechos. Todo esto no es ciencia ficción. Nadie al que le interese mínimamente su propia vida, su propio porvenir, la educación de sus hijos, la sanidad, la calidad de vida de nuestros mayores o el salario mínimo puede quedarse en casa”.
La mentira en campaña
“La mentira está presente en la política, como está presente en la vida. Hemos visto a un candidato del Partido Popular asesorado por Miguel Ángel Rodríguez, una persona muy capaz y muy hábil, llegar a un debate electoral y soltar diez o doce mentiras por minuto. Núñez Feijóo ha hecho de la denuncia de la mentira del sanchismo su leit motiv y lo que nos dice es: ‘no nos merecemos un presidente del Gobierno que nos mienta’. Y Feijóo denuncia eso empleando un récord de mentiras en sus intervenciones públicas. Nosotros le hemos pedido una entrevista, a él y a los principales dirigentes del Partido Popular y no nos la han concedido. Como generalmente solo va a medios amigos no tiene que hacer frente a cuestionarios periodísticos muy exigentes. Pero fue a la televisión pública y se vio que aquel que acusaba de mentir era el que más mentía”.
Razón y emociones
“Vivimos un momento en el que priman las tripas sobre la cabeza, la emoción sobre la razón. Informarse lleva más tiempo que la reacción epidérmica. Un insulto en una red social, desde mi punto de vista, es una tragedia para el debate público. Cuando el lema del principal partido de la oposición es ‘O Sánchez o España’, no parece que se esté muy interesado en hablar de propuestas o de modelo de país. Lo único que se quiere es derribar al presidente del Gobierno. La situación ha sido muy difícil con la pandemia, la caída del turismo en uno de los países que más turismo tiene, una guerra en Ucrania y sus consecuencias sobre la inflación. Y podemos ver si estamos mejor que hace cinco años. No sabemos realmente cuál es la alternativa de una derecha que además tiene dos cabezas. Hay un interés en no hablar al detalle de la alternativa. Es mucho más fácil tomar un atajo y bajarlo todo a las tripas”.
Pedro Sánchez
“Pedro Sánchez convocó las elecciones en un discurso sin preguntas, lo cual no me gusta como periodista. Su decisión de convocar elecciones fue muy audaz, políticamente muy inteligente, y lo que hizo después fue echarle arrestos a la campaña, ir a donde más lo han criticado. Y tiró de esa épica que le gusta, de poder con todo, de no tener miedo a nada. Tuvo un mal debate con Feijóo, quizás la sorpresa de esta campaña, que no empaña un interés claro por responsabilizarse de la gestión de su ejecutivo y de los resultados de los líderes de su partido en las municipales y autonómicas. No sólo ha ido a territorio hostil sino que ha explorado nuevos territorios, entre ellos La pija y la quinqui. Muchos no conocíamos el podcast hasta que acudió y es un programa que rompe los esquemas sobre ese presidente soberbio, del Falcon y conspirando contra España. Ha ganado en cercanía en esta campaña y se ha mostrado, creo, más como es, frente a estereotipos muy interesados que otros han fabricado sobre él”.
Alberto Núñez Feijóo
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“Alberto Núñez Feijóo tiene unas dotes de liderazgo y sobre todo una imagen mucho mejor que la de Pablo Casado. Es un líder que le viene mejor al Partido Popular. En Galicia lo tuvo más fácil. Estaba más protegido, podía controlar mejor el panorama político y mediático. Por fortuna hay muchísimos medios en España, plurales y que a veces lo ponen en un aprieto. Y creo que en esta campaña se ha visto cómo Feijóo tenía una imagen que no se correspondía con la realidad. Ha pasado de decir que Pedro Sánchez se forraba con los impuestos, como si se los quedara él (algo que pasaba más en el PP de la corrupción) a denunciar una conspiración de pucherazo a través de Correos. Eso casa muy mal con la imagen de moderación. Creo que se ha visto a un Feijóo que habla bajito, pero que también miente en voz bajita. Y eso es lo contrario de ser moderado. No hay nada más radical que la mentira”.
Yolanda Díaz
“Yolanda Díaz ha hecho una campaña muy meritoria. ¿Qué más se le puede pedir además de tener una gestión contrastada al frente del Ministerio de Trabajo? Ha sufrido, evidentemente, el ruido dentro de la coalición, dentro de su espacio político durante estos años y eso desgasta. Viene de una situación interna dentro del espacio de Sumar y Unidas Podemos absolutamente traumática. Lo lógico sería que sacase muchos menos escaños que los 35 que ahora tiene Unidas Podemos. Pero ha logrado un acuerdo entre todas las formaciones para que haya unidad a la izquierda del PSOE. También es la candidata que más propuestas ha hecho durante esa campaña y que más en positivo las ha hecho. Si tuviéramos más políticos Como Yolanda Díaz, el debate público sería mucho más sano y centrado en los problemas de la gente. Veremos hasta qué punto eso se refleja en los resultados”.
Vox
“El voto útil al PP que Feijóo está cultivando puede pasar factura Vox, pero Vox es una realidad innegable. Se inscribe en una ola de extrema derecha y reaccionaria que recorre otros países y que, en España, además, ha tenido la complicidad del Partido Popular en cuanto a los temas que se están debatiendo. Vox también ha renunciado a ser un partido grande, de masas, porque le tira demasiado la caverna. Su programa electoral propone derogar el aborto, la eutanasia, atentar contra la Unión Europea o acabar con las autonomías. Es un partido que ha decidido ser radical y más pequeño. Está en la radicalidad y eso le resta apoyo potencial, pero es una realidad innegable que está conquistando territorio en cuanto al discurso, en cuanto a las ideas que luego vemos en el Partido Popular. Me parece una tragedia la victoria de hacer normal lo que a cualquiera con dos dedos de frente incluso en la derecha tradicional, le hubiera parecido una locura hace tan solo un par de años”.