Universidades, colegios, escuelas, academias...
Ya, que al parecer hemos terminado y salido del laberinto de tantos exámenes, podemos hablar de algunas cuestiones y situaciones académicas, con tranquilidad y sin acaloramientos, aunque el calor nos caiga con todo el rigor que siempre define a este tiempo del sobrevenido verano.
Podemos hablar de las Universidades que son aquellas instituciones del saber humano que abrazan todos los saberes, de ahí esa dimensión de universalidad que las caracteriza.
Bastante tiempo después, a pesar del embrutecimiento cultural que supuso el golpe de Estado fallido y su consecuente guerra civil y la subsiguiente dictadura que comenzó cerrando escuelas y, a la vez, convirtiendo sargentos chusqueros de la guerra, de la tan traída y llevada victoria, en vez de venganza, en maestros del Régimen Nacionalista, podemos recordar que había pocas Universidades en España, pues eran pocas las capitales de provincias que podían contar con ellas.
Por otro lado, podemos afirmar que siempre se consideraban Escuelas los centros primarios educativos públicos nacionales y muy nacionales. Esto en el mejor de los casos, cuando, todavía en los años setenta del siglo pasado, persistían las Agrupaciones escolares, con aulas por aquí y por allá en pueblos, hechos y derechos, de nuestro querido suelo patrio y no existían colegios, sino aularios.
También podemos decir que, en aquellos tiempos, había colegios (con esta denominación tan masculina) que eran privados, incluso estando dedicados solamente a la enseñanza de niñas.
Para la juventud que no podía acceder a la Universidad existían las Escuelas de Magisterio (Masculinas y Femeninas), las de Perito, las de Comercio...
Con el tiempo, en algunas capitales se fueron creando Facultades Universitarias específicas y ya más tarde, se fueron abriendo Colegios Universitarios Provinciales en algunas capitales de provincias, que atendían los estudios de Primer Ciclo de las Facultades, llamado de Comunes, ya que el Segundo Ciclo, ya de Especialidad, se impartía en la Universidad correspondiente.
Fue más tarde aún cuando se convirtieron estos Colegios Universitarios en Universidades. Podemos considerar que todo este proceso estaba en la línea de una verdadera acreditación universitaria.
Lo mismo que a cualquier cosa se le llama Inteligencia, también a cualquier institución educativa superior se le denomina Universidad.
Con esta movida y esfuerzo del Ministerio de Educación, pocos años después pudimos saber que algún alcalde de capital de provincias decía que en España había demasiadas Universidades. Según esta ocurrencia, podemos entender que se consideraba un dispendio público el crecimiento de las Universidades en España, concediendo una preparación universitaria pública a una mayor población estudiantil. Por lo visto, Universidades privadas, mientras más, mejor, como podemos ver cada día.
Como hoy día vivimos en una época de simplificaciones, generalizaciones y confusiones, lo mismo que a cualquier cosa se le llama Inteligencia, también a cualquier institución educativa superior se le denomina Universidad.
Así, a bote pronto y desde la más mínima consideración elitista, centros de algunos estudios superiores son calificados de Universidades, desde su fundación, aunque solo tengan la oferta de estudios medios y poco más. Podemos ver que no se mantiene el respeto debido que se tuvo con la creación de Facultades aisladas ni de Escuelas Universitarias ni de Colegios Universitarios.
Para nosotros es una falacia esta consideración tan egregia, cuando se trata de estudios académicos superiores, que tendrían que ser refrendados por la Autoridad Universitaria, como pasaba en aquellos tiempos, en que, por ejemplo, los estudiantes que no podían acceder a los Institutos de Bachillerato, estudiaban en Academias y luego iban a examinarse, como alumnos libres, a los Centros Oficiales de Bachillerato para refrendar su competencia y saber. Eso sí, estudiaban en Academias mixtas, aunque los exámenes los tenían que realizar en Institutos propios de cada sexo.
Capítulo aparte nos merecen los estudios a distancia de las universidades privadas, cuando existe una Universidad acreditada, como es la UNED, donde muchos sabemos que no nos regalan nada.
Como no es nuestro propósito agotar el tema, sólo nos referiremos a la Universidad Católica de Murcia y su difusión, pues parece que sigue en marcha, desde hace algún tiempo, la instalación en Málaga de alguna sucursal. No se nos puede pasar que, en sus comienzos, no debía ser Universidad Católica, ni por Universidad ni por Católica, que también significa Universal. Ahora parece que se quiere erigir, nada menos, la Universidad Católica de Murcia del Deporte (sic) en Málaga.
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José María Barrionuevo Gil es socio de infoLibre.