La 'Leonera' de Aranoa: El extraño
El paso del tiempo, la muerte, la juventud, el amor, la amistad... esos son los pequeños grandes temas que conforman la Leonera (Seix Barral, 2025) de Fernando León de Aranoa. Una recopilación de piezas breves entre el cuento, el microrrelato, el aforismo y el diario que ofrece breves epifanías sobre este mundo desconcertantemente paradójico en el que rutinariamente nos movemos.
El libro está en las librerías desde hace unas semanas, si bien durante este verano el cineasta y escritor selecciona para los lectores de infoLibre una serie de textos que le gustan especialmente y que nos invitan a mirar a nuestro alrededor de una forma diferente, animándonos a dar a las cosas cotidianas la importancia que realmente tienen. Por ejemplo, para empezar, los parques. Palabra de Fernando en la Leonera de Aranoa:
El extraño
Todos llevamos un extraño dentro, del que lo desconocemos todo. Desconocemos su aspecto, su raza, su altura; desconocemos sus gustos, su talla de pantalón, el número de pie que calza, desconocemos hasta el timbre de su voz. Y, sin embargo, habla a menudo en nuestro nombre, toma decisiones por nosotros. Un ejemplo: yo pido la primera y la segunda en los bares; la tercera la pide siempre él.
El extraño que lleva dentro mi amigo Carlos es un irresponsable: abandonó el mes pasado a su mujer por una bailarina de modern jazz, y ahora vagan los dos en silencio por los bares, él y su extraño, apoyados el uno en el otro, sin nada que decirse.
Su extraño puede ser gordo por más que usted sea flaco, puede ser sucio y soez por más que usted extreme sus hábitos de higiene y haya recibido una educación británica. Usted puede ser, pongamos por caso, gentil y considerado, y su extraño engañar con las vueltas del pan a los ancianos. Puede ser usted de raza negra: eso le exime de la posibilidad de que su extraño, ese que habita dentro de usted, sea un supremacista blanco.
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El extraño que llevamos dentro es el que empieza las peleas en los bares, el que llama a deshoras a casas ajenas, el que apuesta en el casino más dinero del que tengo. Orina en las paredes de los conventos, desafiando el orden y la clausura; llama a los policías por su nombre, vomita en camisa ajena. El extraño que llevamos dentro se burla de los novios de las mujeres que nos gustan, comprometiendo nuestra reputación, y se emociona a destiempo, en bares que no recuerdo haber visitado jamás, con boleros de Pancho Céspedes.
Es el extraño que grita en el fútbol, el que insulta, el que llora, no yo. El que llama de madrugada desde teléfonos públicos. Es el extraño el que te ignora, el que te olvida y desprecia. El que se acuesta cada noche en otra cama, el que te engaña y me avergüenza.
Es el extraño también, no yo, el que hoy escribe estas palabras que negaré con rotundidad haber escrito.