Luis García Montero: "Veo lógico que no quieran criticar el genocidio los que son dóciles ante el dinero"

El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, interviene en un desayuno informativo del Foro de la Nueva Comunicación para abordar los próximos retos de la institución

El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, ha planteado este jueves que "hay que estar falto de cualquier tipo de piedad humana, de compasión humana y de sentimiento humano si uno no se conmueve ante lo que está pasando en Gaza". Y ha remarcado: "Veo lógico que no quieran criticar el genocidio de Gaza esos mismos que están defendiendo la liquidación de la sanidad pública en España, en Andalucía o Madrid, porque les interesa hacer negocio con la sanidad privada, o que se están cargando las universidades publicas porque quieren hacer negocio con las universidades privadas. Hay gente que respeta la condición humana y gente que lo único que quiere es ser dócil ante un dinero sin escrúpulos".

Durante su intervención en el Foro de la Nueva Comunicación en Madrid, en el que ha sido presentado por el periodista Xabier Fortes, García Montero ha abordado los próximos retos de la institución que dirige, entre ellos la celebración del X Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) en la ciudad de Arequipa (Perú) del 14 al 17 de este mes de octubre.

"Estos congresos sirven para unir a todas las instituciones y países que comparten como lengua materna el español, no para abordar cuestiones gramaticales, sintácticas o académicas", ha explicado, añadiendo que sirven también para debatir sobre la situación del español en el mundo y entender que una lengua es una "comunidad de valores y una comunidad cultural". "Nos reunimos unos días para tomar conciencia de la importancia de un idioma como el español, el segundo en hablantes tras el chino mandarín, y reflexionar sobre lo que eso significa", ha apostillado.

Estamos en un mundo que está apostando por identidades cerradas y que quiere confundir la igualdad con lo hegemónico porque ha confundido la libertad con la ley del más fuerte

A su juicio, esta situación del español significa que "está muy bien ser una lengua mayoritaria, pero hay que vigilar que no sea una lengua hegemónica que quiera borrar a las otras lenguas". Así, ha recordado que en España tenemos la "riqueza de la diversidad cultural con el catalán, el gallego, el euskera", pero en el mundo hay 7.000 lenguas: "Defender la diversidad como una riqueza es una de las tareas de este congreso, en un mundo que está apostando por identidades cerradas y que quiere confundir la igualdad con lo hegemónico porque ha confundido la libertad con la ley del más fuerte, y no con el respeto a la conciencia de cada cual".

Es por ello que García Montero ha defendido que "España debe cumplir un papel fundamental como puente entre Europa y América Latina en la situación de crispación, belicismo y autoritarismo que empieza a imponerse en el mundo". "Debemos reivindicar los valores culturales, el respeto a la diversidad, y ser muy conscientes de que la diversidad es la justificación última de la democracia", ha destacado, para acto seguido agregar que en este momento la reflexión sobre las lenguas puede "cumplir un papel muy importante" en la política.

España debe cumplir un papel fundamental como puente entre Europa y América Latina en la situación de crispación, belicismo y autoritarismo que empieza a imponerse en el mundo

"Vivimos en un momento en el que se está intentando imponer lo individual como una forma de egoísmo que rompa las ilusiones colectivas, o lo colectivo como una manera de borrar las experiencias individuales. La cultura nos da que pensar en la ilusión de un camino donde lo individual y lo colectivo lleguen a un entendimiento a la hora de plantear un mundo sostenible", ha reflexionado.

Relacionado con esto último, ha manifestado el director del Cervantes su deseo de que las lenguas cooficiales españolas sean reconocidas en las instituciones europeas ya que, en su opinión, "no tiene sentido llamarse patriota y luego ir a Europa a boicotear a España y a su diversidad y su riqueza". "Espero que la gente que dice querer a España y es patriota comprenda que este es un país diverso", ha resaltado.

No tiene sentido llamarse patriota y luego ir a Europa a boicotear a España y a su diversidad y su riqueza

Ha lamentado, asimismo, la deriva "autoritaria" de Estados Unidos, donde el empeño de Trump por imponer el inglés está "perdiendo el respeto" no ya a México o España, sino a 60 millones de ciudadanos que tienen el español como lengua materna. "Es triste que se evite que se hable en español a alguien que habla español y haya que tratarle en un hospital en inglés. Estados Unidos es un país generado en la diversidad, pero se está convirtiendo en un referente del autoritarismo en el mundo en este momento", ha alertado, poniendo en valor de paso a Bad Bunny y su empeño en hablar en español en su próxima actuación en la Super Bowl.

García Montero observa con "mucha preocupación" lo que está ocurriendo en Estados Unidos, no solo por "declaraciones antipáticas o prohibir que se use el español al ir al hospital", sino porque se están "recortando los presupuestos de los departamentos de español y se amenaza a las universidades con recortar los fondos si a su vez no recortan los presupuestos en la enseñanza de otros idiomas". "Nuestro observatorio en Harvard dice que la enseñanza de idiomas está en declive en Estados Unidos porque se está apostando todo por una educación tecnológica y científica, que más que a la formación, está en colaboración con las demandas del mercado", ha explicado, avisando también de que eso tiene que ver con la "imposición de una identidad única por encima del resto".

La verdadera libertad no está en poder decir lo que pensamos, eso es importantísimo, pero para ser libres hay que también poder pensar lo que decimos

Entre otros muchos asuntos, se ha referido también el director del Cervantes a la inteligencia artificial, una tecnología que hay que "aprovechar", pero sin ser "inconscientes a la hora de no comprender los peligros que supone un poder que puede controlarnos desde dentro a través de las redes sociales, y que puede convertirnos en autómatas y gente manipulada desde la propia intimidad". Por eso, ve importante acercarse a la lengua de las máquinas pero sabiendo que tienen "mucha autoridad" y nos pueden convertir en "obedientes", ya que están programadas y pueden servir para "crear sesgos racistas, machistas o incluso lingüísticos, pensando que alguien de Bogotá habla bien español y alguien de Andalucía se come las eses y no lo hace".

Y ha continuado: "En esta crisis de la democracia hay estrategias muy fuertes desde la manipulación digital para desprestigiar lo público, la política y las instituciones, por lo que hay que buscar y potenciar un lenguaje que acerque la actividad institucional a la gente, a la vida cotidiana, para devolverle a confianza en la política. Hay gente que está entendiendo eso de la lengua clara como soltarse la lengua y llenar los medios de insultos, bulos y mentiras. Por eso, hay que analizar algo fundamental para la salud democrática, que es la prensa, y hay que defender el lenguaje de la prensa, que no tiene que ver con irse de la lengua para llenar de mentiras e insultos la comunicación clara que tiene que haber entre el mundo y la sociedad".

No me gustan palabras como 'nosotres' o 'humanes', me gusta hablar de hombres y mujeres, ciudadanos y ciudadanas, no de 'ciudadanes'

Ha reconocido García Montero, por otro lado, que es "partidario de un lenguaje inclusivo que tenga que ver con el sentido común" y que refleje la evolución de la sociedad: "Hay refranes típicos de hace 80 años que ahora no se usan por el machismo que desprenden. Cuando doy clase hablo a alumnos y alumnas, saludo a amigos y amigas, y cuando escribo, en vez de decir derechos del hombre digo del ser humano, o en lugar de ciudadano digo ciudadanía. Ahora, como soy un viejo militante, también sé que la mala utilización de las buenas casusas se nos viene en contra. Cuando yo hablaba de Declaración Universal de los Derechos Humanos a mi madre le parecía bien, porque son tan humanos sus nietos como sus nietas. Ahora bien, si digo Derechos Humanes mi madre pensaba que estaba haciendo el tonto y que los feministas somos unos disparatados. En ese sentido, me gusta más usar la inclusión sin llegar a la retórica que no tiene que ver con la sociedad real y no me gustan palabras como 'nosotres' o 'humanes', me gusta hablar de hombres y mujeres, ciudadanos y ciudadanas, no de 'ciudadanes'".

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Capítulo aparte ha sido el de las relaciones entre el Instituto Cervantes y la Real Academia Española (RAE), dos instituciones que intentan "colaborar y para eso hay que respetar la independencia". "Por la propia definición del Cervantes, nos sentimos vinculados con la diversidad de todas las lenguas del Estado y no comprendemos a veces la cerrazón de no reconocer una riqueza. Y nos sentimos parte de una comunidad, somos el 9%, que para proyectar el español internacionalmente debe reconocer que nadie tiene derecho a ser el centro y a decirle a los demás cómo tienen que hablar , sino a mantener la unidad dentro del respeto. Por eso, colaboramos mucho con servicios diplomáticos, embajadas e instituciones", ha explicado.

Y ha añadido con cierta sorna García Montero: "Eso sí, yo como filólogo estaba acostumbrado a hablar con Fernando Lázaro Carreter, Víctor García de la Concha o Darío Villanueva, grandes filólogos y hombres de la cultura, y ahora la Academia está en manos de un catedrático de Derecho Administrativo —Santiago Muñoz Machado— experto en llevar negocios desde su despacho para empresas multimillonarias. Y claro, eso personalmente también crea unas distancias".

Para terminar, ha insistido en su deseo de que "el español se convirtiese en el puente entre Europa y Latinoamérica, a través de España, para tener una presencia clara defendiendo unos valores en un orden del mundo que desde Rusia, Estados Unidos y China se está ensuciando mucho". Y ha rematado con una reflexión a modo de resumen: "La verdadera libertad no está en poder decir lo que pensamos, eso es importantísimo, pero para ser libres hay que también poder pensar lo que decimos. Eso decía Antonio Machado a sus alumnos en 1935 y adquiere mucho valor ahora, para que la cultura nos haga dueños de nuestra propia conciencia y evite que las máquinas y quienes la programan nos hagan autómatas es muy importante".

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