¿Amar a la humanidad o amar a las personas?
¿Amar a la humanidad o amar a las personas? Lo primero es lo que me alejó siempre de las militancias: políticas, ecologistas, religiosas o filosóficas. Todas predican o exigen lo mismo: compromiso, amor, lucha por la humanidad en general, por el mundo en abstracto. Es lo que eligen normalmente los hombres, cuando deciden olvidarse de sí mismos.
Lo segundo lo tienen más claro las mujeres, que aman las personas de una en una, más allá del concepto tan de moda de "cuidados". Es también su manera de entender la relación de pareja y familia, lo más lejos que pueden de los estereotipos. Cuando las dejamos…
Ahora que releo las novelas de Montserrat Roig, encuentro todo esto ahí, en su La hora violeta, en su Tiempo de cerezas, en los años 60 ya. Los hombres, militantes del PCE, que han sufrido cárcel y torturas, aman a la humanidad. Ellas los aman a ellos de uno en uno: un amor imposible, un entendimiento aplazado a un futuro que nunca llega, ni en el cielo ni en la tierra…
El crepúsculo de las ideas o ideologías o la precariedad y conformismo de la misma humanidad en la que muchos depositan aún su esperanza, nos llevaría muy lejos para el humilde propósito de este apunte...
Claro que también este "humanismo" individual tiene su contraparte: recuerdo a un amigo desengañado advirtiéndome tras la muerte de Franco: "El cambio va a depender de las personas que lo sustituyan, no de las ideas". Aunque esto, el crepúsculo de las ideas o ideologías o la precariedad y conformismo de la misma humanidad en la que muchos depositan aún su esperanza, nos llevaría muy lejos para el humilde propósito de este apunte...
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Manuel Jiménez Friaza es socio de infolLibre.